Sandinistas celebran restauración de casa que fue escenario de masacre en el barrio Carlos Marx
Mientras simpatizantes sandinistas celebraron el hecho, ciudadanos lamentaron que se quisiera “borrar la historia” de una de las peores masacres en la historia reciente del país.
La casa del barrio Carlos Marx donde fue asesinada una familia entera por fuerzas parapoliciales al servicio del régimen sandinista.
La que fuera la residencia de la familia Velásquez Pavón, víctima de una de las peores masacres en la historia reciente del país en junio de 2018, en el barrio Carlos Marx de Managua, estaría siendo “restaurada”, de acuerdo a imágenes divulgadas por cuentas de simpatizantes sandinistas en redes sociales.
“Me llenó de esperanza ver la casa quemada (en 2018) del Barrio Carlos Marx, ahora en proceso de restauración”, dijo el ex-propagandista oficialista Mario Zúñiga, compartiendo una imagen de la construcción en obras.
“Y es que así pasa con todo Nicaragua, nos estamos restaurando, saliendo adelante y dejando atrás todo el desastre que causaron los golpistas“, continuó, refiriéndose por “golpistas” a manifestantes pro-democracia que sufrieron la represión del régimen sandinista, cuyo liderazgo ha sido señalado a nivel internacional por crímenes de lesa humanidad como la masacre.
La casa del barrio Carlos Marx donde fue asesinada una familia entera, incluyendo dos bebés, por agentes parapoliciales del régimen sandinista en 2018. En abril de 2024, el inmueble aparece en obras de aparente restauración. Foto: Redes Sociales
Otros simpatizantes sandinistas celebraron el hecho, bien en comentarios de la publicación de Zúñiga o bien divulgando ellos mismos la imagen, mientras que algunos ciudadanos lo denunciaron como “un intento de borrar lo que pasó“, aunque no está claro que la restauración se ordenase desde alguna instancia gubernamental.
La propiedad de tres pisos registrada bajo los lotes E-260 y -261 pertenece a los herederos de Óscar Velásquez Pavón y su esposa, Maritza López, ambos fallecidos en la masacre. La pareja era propietaria de un negocio de venta de colchones.
La casa mostraba evidencias de obras desde diciembre de 2024, con una aparente demolición parcial en proceso. En venta desde 2022, el inmueble pasó más de 6 años abandonado, desde que el 16 de junio de 2018 tuvo lugar la infame masacre que acabó con la vida de seis integrantes de la familia, incluyendo a dos menores de 4 meses y 3 años de edad.
“Ellos venían encapuchados, acompañados de policías, nos encerraron y nos quemaron vivos“, dijo entonces Ana Velásquez, sobreviviente de la masacre, refiriéndose a agentes de la Policía Nacional y colaboradores civiles, denominados “paramilitares“, según constataron investigaciones de organizaciones de derechos humanos.
El delito permanece todavía en la impunidad. Las autoridades del régimen sandinista señalaron a manifestantes pro-democracia que ese año salieron a las calles demandando la renuncia del caudillo sandinista Daniel Ortega. Sin embargo, las investigaciones independientes apuntan a que el móvil del delito fue la negativa de los propietarios a ubicar francotiradores en el techo de la propiedad.
No hay registro público de que la propiedad cambiase de manos desde que fue puesta en venta en 2022.
