Migración detiene a 23 migrantes en Costa Rica, incluyendo nicaragüenses
Aunque no hubo un desglose detallado por nacionalidad y situación migratoria, se sabe que varios de los detenidos son nicaragüenses y tienen antecedentes de deportaciones previas.

23 migrantes en situación de calle, incluyendo un número no determinado de nicaragüenses, fueron detenidos por las autoridades migratorias en la "zona roja" de San José.
Un operativo de la Policía de Migración de Costa Rica tuvo lugar en la “zona roja” de centro de San José, capital de ese país, a eso de las 12 del mediodía de este martes, 8 de abril, resultando en 23 personas, identificadas como migrantes de distintas nacionales, bajo custodia policial.
“Entre los extranjeros detenidos se encuentran nicaragüenses, panameños y una persona australiana. Otros ya habían sido deportados anteriormente“, detalló Migración, aunque sin brindar un conteo detallado. El operativo fue planeado específicamente para revisar la condición migratoria de personas en situación de calle en esa zona de San José.
Los detenidos deberán ser recibidos en el Centro de Aprehensión Región Central (CARC) en Los Lagos de Heredia. Ahí continuarán sus respectivos procesos migratorios, posiblemente resultando en deportaciones, según informó la Dirección de Migración y Extranjería.
Se estima que San José amasa a un 30% de toda la población indigente en Costa Rica, con 3891 (69.3%) varones, 1717 (30.6%) mujeres y 3 personas intersexuales, según datos recopilados y puestos a disposición del público por la Municipalidad de San José.
Nicaragüenses en situación de riesgo
No hay un número preciso de cuántas de estas personas en situación de calle son migrantes, pero los migrantes y en particular los nicaragüenses son un grupo particularmente en riesgo de caer en la indigencia debido a la falta de redes de apoyo y los obstáculos para el acceso a servicios con que reciben su estancia en el país, sobre todo si huyen de la persecución de la dictadura en Nicaragua.
El informe anual para 2024 de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que atendió a unos 21 mil nicaragüenses (el 74% del total de atendidos en la misión costarricense), reflejó situaciones de precariedad encaradas por estos migrantes y sus familias.
De los atentidos, 28% señaló haber trabajado sin pago, a cambio de comida, alojamiento y otras formas de remuneración, en relaciones reminiscentes de la esclavitud. Además, 10% recurrió a la mendicidad, 7% a escarbar la basura en busca de restos de comida; otro 7% puso a menores de edad bajo cuidado de terceros, aumentando el riesgo de abuso; y 2% recurrió al trabajo sexual por supervivencia.
El exilio masivo de nicaragüenses hacia Costa Rica lleva ya siete años en un punto alto, siendo la crisis sociopolítica iniciada en abril de 2018 y las subsecuentes inestabilidad y represión políticas puntos de quiebre, aunque ya existía una tendencia anterior derivada de presiones económicas.
ACNUR en Costa Rica es una de las instituciones que ha sido golpeada por el cese temporal al apoyo internacional de la segunda administración del presidente Donald Trump de los Estados Unidos. La agencia tuvo que realizar despidos masivos para continuar su operación a finales de febrero.