A tres años de la invasión a Ucrania, Ortega continúa apoyando al imperialismo ruso

La invasión rusa en Ucrania ha sido una de las causas que más ha defendido el régimen sandinista de Nicaragua, a pesar de condenar constantemente supuestos actos de imperialismo de Estados Unidos y Europa.

  • San José, Costa Rica
  • 3:52 pm
  • Feb 25, 2025

Ortega se mostró como uno de los mandatarios más leales a Putin en los tres años que lleva intentando conquistar Ucrania.

República 18
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El 24 de febrero del año 2022, cuando tanques y soldados rusos cruzaron hacia territorio ucraniano, la Asamblea Nacional de Nicaragua tenía un invitado especia. Vyacheslav Volodin, presidente de la Duma (cámara baja del parlamento) estatal de la Federación Rusa, habló de todo menos de guerra, pero entre líneas podía verse la intención.

—Damos las gracias al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, que fue uno de los primeros que declaró la importancia de reconocer la independencia de las regiones populares de Donetsk y Luhansk —el presunto casus belli de la invasión rusa— para garantizar la seguridad del pueblo —dijo Volodin ante la Asamblea, controlada por el Frente Sandinista.

Eran alrededor de las 6:40 PM cuando la invasión fue puesta en marcha bajo cubierto de la madrugada en Europa oriental. Tres años después, Rusia ocupa cerca del 20% del territorio ucraniano. Alrededor de ocho millones de personas han sido desplazadas y otros ocho millones han dejado el país, según figuras oficiales.

Ese mismo día los medios oficialistas el sandinismo empezaron a producir y reproducir defensas para la llamada “Operación Militar Especial” del caudillo ruso Vladimir Putin.

Al mismo tiempo, Ortega en sus discursos denunciaba el imperialismo estadounidense, alegando que este, y no la ambición rusa, eran culpables del asalto de ese país contra una nación soberana. Nunca habló de los crímenes de guerra de Rusia documentados por Naciones Unidas.

Leal servidor

Ortega respaldó la movida de Moscú incondicionalmente, antagonizando a Estados Unidos y a los países de la Unión Europea por las denuncias de violaciones contra los derechos humanos elevados en contra del sandinismo tras la crisis sociopolítica iniciada en abril de 2018.

El 6 de octubre de 2022, Ortega felicitó a Putin, en ocasión del setenta cumpleaños del mandatario ruso. Al mismo tiempo reafirmó su apoyo a la campaña militar en Ucrania y pintó a Putin con una imagen cuasi divina. Su gobiernos se negó a condenar la invasión ante Naciones Unidas en marzo de 2022.

Putin durante su breve visita a Nicaragua en 2014. Foto: Presidencia Rusia

En septiembre, Ortega acusó a Estados Unidos de llevar a cabo “un plan de guerra tenebroso”. Ortega aseguró que “los pueblos se están levantando” contra los que denominó “imperios”. El 1 de agosto de 2023, Ortega dijo que la invasión iniciada por Rusia en Ucrania es “una guerra de carácter mundial”, en la que la OTAN y los Estados Unidos intentan derrotar a Moscú.

Además, sus funcionarios y operadores políticos empezaron a hablar con la voz del Kremlin. Lo siguen haciendo.

Julio César Avilés, jefe del Ejército de Nicaragua, “expresó el firme respaldo del Ejército de Nicaragua a la Operación Especial Militar que desarrollan con heroísmo los valientes soldados de las Fuerzas Armadas de la Federación de Rusia para garantizar la seguridad de su pueblo” durante una reunión con otros militares en territorio ruso en 2024.

Nicaragua, con Rusia, “es muy radical”

Nicaragua es muy cercano a Rusia. En ese sentido, es muy radical“, dijo Valdrack Jaentschke, ministro de relaciones exteriores sandinista, en el contexto de la III Cumbre de la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (UE-CELAC), en la que fue el único país que se negó a condenar la guerra en Ucrania.

Jaentschke se declaró fiel creyente de que Rusia y Nicaragua trabajan “de la mano por el surgimiento de un nuevo orden mundial multipolar” en octubre de 2024.

Soldados ucranianos en una zona de combate arrasada. A pesar de tres años de constante combate, Putin no ha logrado una victoria militar decisiva. Foto: AFP

Ortega no sólo ofreció declaraciones a favor de la guerra de Putin, sino que también llevó la cuestión hasta instancias internacionales, con una demanda por genocidio contra Alemania en la Corte Penal Internacional en La Haya, Países Bajos, por su colaboración con Israel. Rusia habría impulsado esta demanda.

Toda esta adulación ha sido pagada por Rusia de forma escueta para el país, pero crucial para el régimen sandinista. Rusia ha suscrito acuerdos económicos, pero sobre todo militares y en temas de seguridad, con el régimen sandinista de Nicaragua.

Con este apoyo (y el de China), la Policía Nacional de Ortega ha establecido estructuras de espionaje con las que vigila a sus propios ciudadanos. Esto fue reconocido cuando Estados Unidos sancionó un centro de capacitación policial, señalándolo de servir al espionaje ruso.

Ahora que Estados Unidos, bajo la administración renovada de Donald Trump, labora para darle fin a la guerra en términos controvertidos, Ortega no ha dado señales de reconsiderar su postura y, es muy probable, acepte lo que sea que Putin ordene.