Régimen cierra oficinas de la FAO en represalia por informe sobre seguridad alimentaria
El régimen de Ortega ordenó el cierre de la FAO en Nicaragua, rechazando un informe de la organización sobre seguridad alimentaria, alegando falsedad y falta de autorización de las cifras.

Fachada de las oficinas de la FAO en Niacragua.
El régimen de Daniel Ortega, a través de Valdrack Jaentschke, Ministro de Relaciones Exteriores, ordenó el cierre de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Mediante una comunicación difundida este martes y dirigida a Qu Dongyu, director general de la organización, el régimen rechazó el informe “El Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo 2024“, elaborado por la FAO.
Aseguran que dicho informe carece de objetividad y rigor metodológico, pues contiene información falsa, de tendencia injerencista y agresiva, que ha sido difundida de manera malintencionada con fines políticos.
Documento no fue autorizado, dice comunicado
“En el citado documento se publica información y datos sobre Nicaragua que no fueron autorizados, ni consultados con nuestras instituciones, ni validados por el gobierno de la República de Nicaragua”.
Insistieron en que las organizaciones internacionales están obligadas a respetar a los Estados Parte, y que el uso de la información debe contar con el consentimiento previo y la aprobación del Estado concernido, lo cual aseguran que ha sido incumplido por la FAO.
“Comunicamos el retiro de Nicaragua de esta organización y exigimos el cierre de su representación y oficinas en Nicaragua de manera inmediata”, concluye la publicación.
Niveles de hambre han aumentado
El amplio informe de la FAO, señala que Nicaragua enfrenta niveles alarmantes de pobreza y desnutrición. Según el reporte, al menos 1.3 millones de nicaragüenses, lo que representa el 20% de la población, padecen hambre.
El amplio informe de la FAO, señala que Nicaragua enfrenta niveles alarmantes de pobreza y desnutrición. Según el reporte, al menos 1.3 millones de nicaragüenses, lo que representa el 20% de la población, padecen hambre.
La FAO señaló que los niveles de hambre han aumentado significativamente en los últimos años. La subalimentación pasó del 17.8% en 2018 al 18.7% en 2020, con un incremento modesto de menos de un punto porcentual en ese período. Sin embargo, entre 2020 y 2022 el porcentaje subió a 19.2%, y en 2023 alcanzó el 19.6%.
Con estos datos, Nicaragua se coloca como uno de los países más afectados por la inseguridad alimentaria en la región, solo superado por Honduras (20.4%) en un listado de 14 países, mientras que naciones vecinas como Panamá y Costa Rica presentan índices mucho más bajos, con solo el 5.6% y 2.5%, respectivamente.
La FAO recomendó aumentar la inversión en programas de nutrición y seguridad alimentaria, así como estrechar la colaboración con las comunidades locales para mitigar la crisis.