Monjas Clarisas son expulsadas de Nicaragua, se desconoce su paradero
La religiosas fueron obligadas a abandonar sus monasterios en Managua y Chinandega. Solo les permitieron llevar unas pocas pertenencias, lo que podían cargar en las manos, denunció la abogada Martha Patricia Molina.

Las hermanas Clarisas tenían monasterios en Managua y Chinandega.
La persecución religiosa en Nicaragua sigue intensificándose, ahora con la expulsión de las religiosas de la Orden de Santa Clara -conocidas como Clarisas- denunció la abogada e investigadora Martha Patricia Molina.
“Solo les permitieron llevar unas pocas pertenencias, lo que podían cargar en las manos. La mayoría de las religiosas son nicaragüenses y se desconoce su paradero”, escribió Molina en su cuenta de X.
Molina añadió que no se trata de falta de misiones, sino de una persecución religiosa que obliga a los religiosos y religiosas a salir de Nicaragua.
Según el medio digital Mosaico, alrededor de 30 religiosas fueron afectadas. “Primero fueron a notificar a las hermanas en el Monasterio de las Hermanas Clarisas Franciscanas en Managua y luego se dirigieron a Chinandega, al Monasterio Sagrados Corazones de Jesús y de María”, informó.
Por su parte, el sacerdote Erick Díaz lamentó que haya sido otro día más de persecución religiosa en el país. “Como hombres de fe, invitamos a la oración. Los conventos son espacios de recogimiento y oración. La cruz sigue siendo pesada para la fe y para los verdaderos cristianos de ese país. Unidos. 2025, un año de esperanza en medio de días muy grises. Dios con nosotros”, expresó Díaz.
La Asamblea Nacional otorgó a la congregación la personalidad jurídica en febrero de 2004, pero el 19 de mayo de 2023, esta fue cancelada de manera arbitraria.
Saqueo a la Curia de Matagalpa
Horas antes de la expulsión de las monjas Clarisas, Molina denunció que camiones de la Policía Sandinista y de la alcaldía estaban retirando bienes de la Curia Arzobispal de Matagalpa, ocupada por la dictadura desde agosto de 2022.
Este lugar era la residencia del obispo Rolando Álvarez, quien fue secuestrado por el régimen junto a sacerdotes y seminaristas, posteriormente encarcelado y desterrado del país.
Por otro lado, Molina señaló que curas de diferentes diócesis del país le informaron que han recibido intimidación policial y que los agentes sandinistas llegan para decirles que las misas deben de ser rápidas y no extenderse en la homilía.
Nicaragua atraviesa una compleja situación marcada por una creciente represión política y religiosa. El régimen en el poder ha intensificado la persecución contra opositores, líderes religiosos y defensores de derechos humanos, lo que ha generado un clima de temor y censura en todo el país.