Juventud nicaragüense enfrenta desafíos educativos dentro y fuera de Nicaragua, exponen informes

IPEN y CETCAM, organizaciones nicaragüenses que operan desde Costa Rica presentaron 2 informes que revelan que Nicaragua es el país de Centroamérica que menos invierte en educación a nivel regional. Además, subraya que los estudiantes en el exilio enfrentan serias dificultades para continuar su formación académica.

  • 2:27 pm
  • Ene 22, 2025
IPEN y CETCAM

Marco Aurelio Peña y Elvira Cuadra durante la presentación de los informes sobre la educación superior tanto en Nicaragua como en el exilio.

Cortesía
República 18

Durante el foro “Educación y desarrollo: desafíos de las juventudes nicaragüenses”, la Iniciativa Puentes por los Estudiantes (IPEN) y el Centro de Estudios Transdisciplinarios de Centroamérica (CETCAM) presentaron 2 informes que revelan, en términos generales, que Nicaragua es el país de Centroamérica que menos invierte en educación a nivel regional. Además, se destacó que los estudiantes en el exilio enfrentan serias dificultades para continuar su formación académica.

La socióloga e investigadora Elvira Cuadra, durante la presentación del documento, señaló que en el país no existe libertad de cátedra, y que tanto los profesores como los estudiantes se ven impedidos de expresarse, incluso fuera del aula. “No existe la libertad de expresión y las consecuencias las viven los jóvenes estudiantes”, enfatizó Cuadra.

Según CETCAM, existen desafíos cruciales que el sistema educativo nicaragüense debe superar para lograr una educación orientada al desarrollo humano de las juventudes. Entre estos, se destaca la necesidad de “ampliar el acceso equitativo de la juventud, organizando un sistema educativo que garantice la diversificación de la oferta, estimule la demanda y diseñe e implemente modalidades de estudio flexibles”, lo que permitiría una mayor inclusión y adaptación a las diversas realidades de los jóvenes nicaragüenses.

Por otro lado, refiere que la calidad educativa representa un desafío, ya que aunque las generaciones actuales tienen mayor acceso a la educación básica que sus antecesores, no cuentan con mejoras en la calidad, ni garantías de continuidad“.

Urge una reorganización estructural del sistema educativo

Este déficit en la calidad educativa es un obstáculo importante para el desarrollo del país y refleja la necesidad de mejorar no solo el acceso, sino también la efectividad del sistema educativo en términos de formación integral.

“Hay un subsistema de educación técnica que no tiene la solidez necesaria para cubrir la demanda de los jóvenes”, expuso Cuadra, subrayando la importancia de fortalecer esta área para que los jóvenes puedan acceder a oportunidades laborales cualificadas y adecuadas a las necesidades del mercado.

El informe también señala que es urgente implementar una reorganización estructural del sistema educativo, “liberándolo de partidismos y restaurando la autonomía universitaria“. Esto es clave para garantizar que las instituciones educativas puedan funcionar con independencia y ofrecer una formación académica libre de influencias políticas, lo cual es fundamental para el fortalecimiento de la educación superior en Nicaragua.

Según el CETCAM, “es importante generar las condiciones que faciliten el retorno de jóvenes en formación y posibiliten la reinserción de jóvenes profesionales en los procesos de desarrollo de Nicaragua, ya que solo así se podrá aprovechar el bono demográfico y romper el círculo de pobreza que amenaza el futuro del país”. 

Mayor flexibilidad y apoyo económico sería beneficioso

Por su parte, Marco Aurelio Peña, indicó que el informe de IPEN, destaca que existen serias dificultades para que los jóvenes nicaragüenses puedan acceder a educación en países como Costa Rica. 

En ese sentido, expuso que la investigación concluye con que es necesario abordar diversas barreras que afectan el acceso y la continuidad educativa de los jóvenes  migrantes. 

Según Peña, “los trámites de homologación y apostillado dificultan el acceso a la educación superior”. En este sentido, destacó que “es necesario flexibilizar y simplificar estos procesos”, lo que permitiría a los estudiantes migrantes acceder de manera más directa y eficiente a las universidades sin los obstáculos burocráticos que actualmente enfrentan.

Peña también hizo énfasis en que “el desconocimiento sobre los procesos de admisión y las becas disponibles limita significativamente las oportunidades educativas de los jóvenes migrantes“. 

Esto se traduce en una desinformación que impide a los estudiantes tomar decisiones informadas. Por ello, recomendó “mejorar la difusión y ofrecer orientación clara sobre estas opciones”, con el fin de que los jóvenes migrantes puedan acceder plenamente a los recursos educativos disponibles.

En relación con las dificultades económicas, Peña subrayó que “las barreras económicas afectan gravemente la continuidad educativa de los jóvenes migrantes”Explicó que se deben ampliar las becas y apoyos financieros dirigidos a este grupo, lo cual sería crucial para garantizar que los estudiantes no se sean excluidos de la educación superior por razones económicas, asegurando así su permanencia en el sistema educativo.

Otro aspecto destacado en la investigación fue la percepción de exclusión que los migrantes experimentan. Según Peña, “los migrantes perciben una baja apertura por parte de las universidades en los países receptores”, lo cual contribuye a una sensación de marginalización.

Para superar este desafío, subrayó que “es necesario implementar políticas inclusivas en las universidades que garanticen la igualdad de oportunidades”, fomentando un entorno educativo más abierto y diverso para todos los estudiantes.

Finalmente, Peña enfatizó la importancia de la “colaboración entre universidades, gobiernos y organizaciones”, señalando que “el trabajo intersectorial propicia el desarrollo de políticas educativas integrales y programas de apoyo específicos”.