Culto al sandinismo consolidará el deterioro de la educación en Nicaragua, lamenta presidente de IPEN
Para el presidente de Iniciativa Puentes por los Estudiantes de Nicaragua (IPEN), Elthon Rivera en este 2025, se espera que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo consoliden el proceso de deterioro de la educación superior, caracterizado por la falta de recursos y una creciente politización de las universidades.

Jóvenes participando en la feria de becas organizada este 18 de enero ,por el régimen de Daniel Ortega mediante el Ministerio de la Juventud.
“Tristemente, no podemos ser optimistas sobre el futuro inmediato de la educación superior en el país, mientras el régimen sandinista siga en el poder”, señaló Elthon Rivera Cruz, presidente de la Iniciativa Puentes por los Estudiantes de Nicaragua (IPEN).
Rivera lamentó que el régimen de Nicaragua haya venido deteriorando y atacando la educación en todos sus niveles; no solo la educación superior, sino también hay control de la educación desde los niveles más elementales, como la preescolar, hasta la universitaria. “Esto ha sido parte de su política”, enfatizó.
Así mismo, refirió que el control de la educación ha sido una estrategia para dominar a una gran parte de la población joven, particularmente a los menores de 30 o 35 años. Esto ha incluido ataques a los estudiantes y académicos, la toma de universidades públicas, el robo o confiscación de universidades privadas, así como la destrucción de la autonomía universitaria.
“En 2025, podemos esperar que el régimen haya consolidado este proceso de deterioro de la educación superior, con recursos insuficientes y una creciente politización de las universidades. En lugar de fomentar el pensamiento crítico, el régimen está implementando un sistema de adoctrinamiento político, donde predomina el culto al sandinismo”, señaló Rivera.
Cifras oficiales “son cortinas de humo”
Para Rivera, a pesar de que el régimen anunció que más de 50,000 jóvenes ingresarán a las universidades públicas del país, estas cifras son solo propaganda.
“No hay manera de que el régimen pueda garantizar los recursos, capacidades técnicas y científicas necesarias para atender a esa población. Las universidades, incluso las privadas confiscadas, siguen cobrando a los estudiantes. Estas cifras son solo cortinas de humo para dar la impresión de que todo está bien”, destacó.
Apuntó también que las ferias de becas organizadas por el régimen son una forma de aglutinar jóvenes y hacerles creer que su futuro profesional depende de la voluntad “del dictador”. Esto transgrede el derecho a la educación y a la libertad académica, poniendo a la población joven en una posición de dependencia del régimen, consideró.
Estrategias que aplican los estudiantes dentro de Nicaragua
Rivera señaló que frente a la represión, los estudiantes y catedráticos universitarios han adoptado algunas estrategias para sobrevivir.“La más común es el silencio o autocensura para evitar represalias como la expulsión o la eliminación de sus registros académicos. Los académicos también se ven forzados a callar ya que las universidades están controladas por adeptos al régimen”, destacó.
Dijo además que a pesar de las restricciones, algunos intentan aprovechar lo poco que la universidad aún puede ofrecer en términos de conocimiento científico, aunque esto sea limitado. Por otro lado, muchos recurren al autoestudio, complementando su formación con recursos externos como cursos en línea, videos en YouTube y lectura autodidacta, refirió Rivera.
El presidente de IPEN expusó que una gran cantidad de jóvenes están en constante búsqueda de mejores oportunidades educativas fuera del país.
“Muchos buscan becas para salir de Nicaragua, y la migración masiva ha aumentado debido a la represión y el cierre del espacio académico en el país”, señaló.
Desafíos de los jóvenes exiliados
Referente a los jóvenes que se han visto obligados al exilio, Rivera señaló que enfrentan varios desafíos.
“En Costa Rica por ejemplo, los jóvenes nicaragüenses enfrentan barreras económicas debido al alto costo de vida y los altos precios de la educación superior. Además, la excesiva burocracia y la dificultad para obtener los documentos necesarios desde Nicaragua, como apostillas y sellos, que les impide avanzar con sus estudios”, detalló.
Así mismo, indicó que muchos también enfrentan problemas con su estatus migratorio, ya que algunas universidades no aceptan como válida su documentación de solicitantes de refugio.
Además de las barreras burocráticas y económicas, los jóvenes exiliados deben lidiar con barreras emocionales y sociales derivadas de la situación política en Nicaragua, mencionó Rivera.
Insistió en que la incertidumbre sobre su futuro y la necesidad de sobrevivir en un país extranjero complican su integración en el sistema educativo internacional.
A pesar de todo el contexto del país, Rivera hizo un llamado a la juventud interesada en oportunidades de estudios fuera de Nicaragua a estar atentos a las diferentes convocatorias de becas y señaló que entre otras ya se encuentra abierta la convocatoria de la Fundación Carolina y de la Fundación Heinrich Böll, donde jóvenes nicaragüenses pueden ser beneficiados.