Papa Francisco en discurso de inicio de año no se olvida de Nicaragua
El Sumo Pontífice sigue con preocupación las medidas adoptadas con respecto a personas e instituciones de la Iglesia en Nicaragua y hace votos para sean garantizados adecuadamente la libertad religiosa y los demás derechos fundamentales.
Durante su audiencia anual con los miembros del Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, este 9 de enero, el Papa Francisco se refirió nuevamente a Nicaragua, señalando que la Santa Sede está siempre dispuesta a un diálogo respetuoso y constructivo.
Así mismo indicó que sigue con preocupación las medidas adoptadas con respecto a personas e instituciones de la Iglesia y hace votos para que a todos sean garantizados adecuadamente la libertad religiosa y los demás derechos fundamentales.
“Efectivamente, no hay verdadera paz si no viene garantizada también la libertad religiosa, que implica el respeto a la conciencia de los individuos y a la posibilidad de manifestar públicamente la propia fe y pertenencia a una comunidad”, apuntó.
Pidió ser camino de diálogo constructivo
El domingo 8 de diciembre del 2024, el Santo Padre, también mostró su cercanía al pueblo de Nicaragua ante “sus dificultades” y pidió seguir el camino del diálogo constructivo respetuoso para promover la paz, la fraternidad y la concordia en el país.
“Os invito a uniros en oración por la Iglesia y el diálogo para el pueblo de Nicaragua”, dijo el papa tras el rezo del Ángelus. A su vez imploró a que la Inmaculada Concepción de María, patrona del país, “sea para ellos consuelo en sus dificultades en sus incertidumbres y abra los corazones de todos”.
Insistió en la necesidad de buscar siempre el camino del diálogo constructivo respetuoso para promover la paz, la fraternidad y la concordia en el país.
La Carta Pastoral del 2 de diciembre
Pocos días antes, el 2 de diciembre el Sumo Pontífice había enviado una “carta al pueblo de Dios que peregrina en Nicaragua”. Claramente los 2 llamados fueron motivados por la actual crisis que vive la Iglesia católica bajo el régimen sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
“Desde hace tiempo deseaba escribirles una carta pastoral para reiterar, una vez más, el cariño que profeso al pueblo nicaragüense, que siempre se ha distinguido por un amor extraordinario a Dios, al que ustedes llaman con tanto afecto Papachú”, expresó el pontífice en su misiva.
El papa a su vez llamó a la feligresía a entregarse a la oración y a las expresiones de fe en medio de las dificultades e incertidumbres de la crisis sociopolítica vigente los últimos seis años, sobre todo ahora, en tiempos de devoción a la Inmaculada Concepción de la Virgen María.
“Ustedes siempre han experimentado su amparo materno en todas sus necesidades y han mostrado su agradecimiento con una religiosidad muy hermosa y rica espiritualmente“, comentó el papa, concluyendo la carta con una oración de cara al Jubileo 2025, un tiempo especial para renovar una bien fundamentada relación con Dios, con el prójimo y con toda la creación.
Escalada represiva no se detiene
Desde 2018, la Iglesia Católica en Nicaragua enfrenta una escalada represiva sin precedentes, motivada por el apoyo de esta a la ciudadanía que demanda justicia y democracia en el país.
El informe Nicaragua: una iglesia perseguida, elaborado por la abogada e investigadora Martha Patricia Molina ha detallado al menos 870 agresiones desde el inicio de la crisis en 2018, cuya hostilidad ha arreciado sobre todo a partir de 2022.
Asedios, impedimentos, prohibiciones a templos y edificios religiosos, cierres arbitrarios, pintas y mensajes de odio, robos, profanaciones, confiscaciones y represión contra laicos son sólo algunas de las expresiones de la violencia.
Desde marzo de 2023, no existen relaciones diplomáticas entre Nicaragua, que rompió el vínculo con la expulsión del nuncio apostólico.