Miles de nicaragüenses reciben Día Internacional del Migrante sin protección migratoria
En el Día Internacional del Migrante, a pesar de muchos esfuerzos, una gran cantidad de migrantes nicaragüenses no tienen un estatus migratorio que les garantice una vida digna en el exilio.
Cada 18 de diciembre se conmemora el Día Internacional del Migrante, una efeméride “para resaltar las inestimables contribuciones de millones de migrantes en todo el mundo” proclamada por Naciones Unidas en el año 2000.
Para literalmente cientos de miles de nicaragüenses, no es más que otro día triste. A la fecha, se estima que el equivalente a más de 10% de la población nicaragüense ha dejado el país, unos 800 mil desde el advenimiento de la crisis en 2018.
La mayoría son migrantes económicos, pero miles de ellos son desplazados por la crisis sociopolítica que aún agobia a la nación centroamericana.
Braulio Abarca lleva años trabajando como defensor de derechos humanos. Estuvo en el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) antes de que colapsara ante la represión del régimen sandinista en Nicaragua y ahora colabora con el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más.
Fue la crisis en Nicaragua y la persecución contra activistas, defensores, periodistas y demás individuos identificados por el régimen sandinista de Daniel Ortega y Rosario como enemigos, “traidores a la patria”, lo que lo llevó al exilio. En Costa Rica se convirtió en migrante a la vez que, desde el Colectivo, les brinda apoyo.
“Tuve que salir hacia Costa Rica. He estado durante mucho tiempo con protección internacional. Habíamos más de 150 mil nicaragüenses en aquel entonces solicitando protección internacional“, recordó el abogado.
“En medio del proceso llegó la pandemia (de COVID-19). Mi proceso (y el de muchos otros) se retrasó por dos años. De modo que yo salí de Nicaragua en diciembre de 2018, pero no obtuve mi residencia por refugio sino hasta agosto de 2022“, lo que lo dejó en la cuerda floja en el país, sin pasaporte ni estatus migratorio, puesto que se lo habían robado.
Abarca reflexionó sobre los retos que enfrentan los migrantes incluso en un país con una política de brazos abiertos como lo es Costa Rica, sobre todo en cuanto a falta de acceso a servicios vitales y oportunidades laborales se refiere.
“Sí existía mucha xenofobia y discriminación en contra de personas nicaragüenses y uno lo vive en carne propia“, reconoció Abarca, un problema de larga data con el que las autoridades costarricenses han debido lidiar.
“Es un proceso difícil“, reconoce Abarca, pero también notó la gran cantidad de nicaragüenses que han tenido que asumir el mismo reto, tanto en Costa Rica como los demás destinos que usualmente los reciben, como Estados Unidos y España, creando así comunidades enteras de nicaragüenses, enclaves que sirven como puntos de apoyo en muchos casos.
Las dimensiones del exilio nicaragüense
Actualmente hay más de 250 mil nicaragüenses solicitantes de refugio en Costa Rica. Casi 500 mil han llegado a Estados Unidos con un estatus migratorio irregular, mientras que más de 90 mil fueron autorizados a viajar legalmente bajo el programa de Parole Humanitario de la administración de Joseph Biden.
Según reportes de la Organización Internacional para la Migración (OIM), por lo menos unos 315 nicaragüenses en Costa Rica han sido reasentados a España a través de programas conjuntos de la OIM y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (OACNUR) desde su implementación en 2023. Otros han ido hacia Estados Unidos bajo el programa de Movilidad Segura.
Este episodio de exilio nicaragüense ha superado con creces al experimentado entre finales de los años setenta y 1990, en tiempos de guerra civil, tanto a nivel relativo como en números absolutos. Sus efectos son visibles en los índices de desempeño económico del país, como también en su vida socia.