Arévalo reconoce que hay dictadura en Nicaragua y se compromete a apoyar a los desterrados

El presidente guatemalteco se comprometió en una reunión con excarcelados políticos a continuar apoyando a los nicaragüenses víctimas de las políticas de destierro de la dictadura.

  • San José, Costa Rica
  • 11:13 am
  • Dic 11, 2024

La mañana del 10 de diciembre, el presidente guatemalteco se reunió con un grupo de ex-reos políticos desterrados por la dictadura de Nicaragua.

Presidencia Guatemala
República 18

Un grupo de excarcelados políticos desterrados de Nicaragua por el régimen sandinista de Daniel Ortega Rosario Murillo se reunió con Bernardo Arévalo, presidente de Guatemala, la mañana del martes, 10 de diciembre, en la capital guatemalteca.

En una reunión de aproximadamente hora y media, los nicaragüenses congeniaron con el presidente progresista de Movimiento Semilla, quien a principios de septiembre recibió a un grupo de 135 presos políticos expulsados de Nicaragua.

“En el Día Internacional de los Derechos Humanos recibimos la visita de activistas nicaragüenses, a quienes hicimos saber que tienen las puertas abiertas en el país”, dijo Arévalo a través de su cuenta de Twitter (ahora X).

Los nicaragüenses fueron convocados por Arévalo con un día de antelación, a través de un llamado desde Casa Presidencial. Pedro Gutiérrez, ex-reo político desterrado por el régimen sandinista, estuvo presente en la reunión y expresó haber tenido “sentimientos encontrados“.

“Estábamos siendo recibidos nada más y nada menos que por el primer mandatario de este país que abrió sus brazos y sus puertas a todos los nicaragüenses que fuimos desterrados el 5 de septiembre”, dijo Gutiérrez.

Según explicó, los excarcelados tuvieron la oportunidad de expresarle al presidente Arévalo sus vivencias en las cárceles del régimen sandinista.

El presidente, por su parte, reconoció “los abusos y atropellos” de Ortega contra su propia población, algo que prácticamente ningún otro líder centroamericano aún en el poder ha hecho públicamente.

Fue importante oírlo de su propia boca. Él reconoce que verdaderamente en Nicaragua hay persecución religiosa, no hay libertad de expresión ni de movilización“, una admisión que causó “mucho gozo y alegría” entre los nicaragüenses.

“Él fue muy solidario con nosotros y con todos los nicaragüenses; dejó entrever que los lazos de amistad y cariño entre ambos pueblos son irrompibles. La verdad es que (Arévalo) mantiene y sostiene que va a seguir apoyando a la comunidad nicaragüense“, continuó.

Al presidente, Gutiérrez lo describió como un hombre “carismático, sencillo”. También agradeció la manera en que fueron atendidos y la oportunidad de reafirmar “la necesidad que tenemos los nicaragüenses de salir de la dictadura“.

Para Gutiérrez, Arévalo es un ejemplo para los demás líderes en cuanto al apoyo que ha proporcionado a los nicaragüenses. En un mensaje a los demás mandatarios centroamericanos y a los que gobiernan países democráticos en Europa, Gutiérrez fue claro: “no nos dejen solos“.