Oposición propone excluir a la dictadura de Nicaragua del sistema financiero internacional
Los opositores proponen suspender a Nicaragua del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y del sistema SWIFT, efectivamente desacoplándolo del sistema financiero internacional.

Más de 70 opositores firmaron la declaración contra el "autogolpe" en Nicaragua.
Más de 70 ex-presos políticos, ciudadanos desterrados y desnacionalizados, firmaron una declaración en rechazo del “autogolpe” que el régimen sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo ejecutan en Nicaragua a través de una amplia reforma a la Constitución aprobada el viernes, 22 de noviembre.
El documento, publicado el lunes, 26 de noviembre, califica a la reforma como “una ruptura del modelo democrático que establece la Carta de la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Pacto de Tegucigalpa” y una violación a la Declaración universal de los derechos humanos.
Por ello, el colectivo rechaza “de plano todos los contenidos de dichas reformas, que confirman el carácter totalitario del Estado impuesto por los Ortega y Murillo”. La declaración prosigue definiendo la postura del colectivo, comenzando con la denominación de “autogolpe” que aplican a las reformas del régimen.
Según define el documento, en base a la ley nicaragüense, la reforma tiene carácter total y no parcial, porque cambia la naturaleza del Estado al declararlo un ente “revolucionario”, como aseguró el régimen sandinista. Esto “es facultad exclusiva de una Asamblea Constituyente“, destacan los opositores.
“Con este autogolpe de Estado y estas reformas (Ortega y Murillo) buscan la consolidación de una dictadura hereditaria familiar, acumulando más poder del que tienen, estableciendo a nivel constitucional la sucesión familiar dinástica y el poder absoluto que ya ejercen sobre Nicaragua“, denuncia la declaración.
Los opositores hacen particular referencia a la expansión del poder presidencial (reformado para ser doble, a través del concepto de la “co-presidencia”), el fin del pluralismo político, la legalización de las medidas represivas que han aplicado en contra de detractores del régimen, el blindaje policial-militar con que se reviste la presidencia, el fin de las protecciones contra la tortura, entre otros aspectos.
“Una declaración de guerra”
En suma, el colectivo opositor considera esta reforma “una declaración de guerra” que “cierra cualquier posibilidad de negociación política o de cualquier tipo de diálogo interno o internacional”. De ahí que la principal estrategia por la que apuestan los opositores es la presión internacional a través de medios económicos y diplomáticos.
La expulsión de la dictadura del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (DR-CAFTA); y la suspensión, “al menos temporal”, del sistema de la Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales (SWIFT, por sus siglas en inglés), que permite transferencias bancarias internacionales, entre otros servicios, son las propuestas más trascendentales.
Lo Último🔴 Hombres y mujeres nicaragüenses ex prisioneros políticos, desnacionalizados, exiliados y otros, rechazan el "Autogolpe de Estado y extinción del Estado Democrático y Social de Derecho".
El comunicado 🧵⬇️ pic.twitter.com/tkey0pIldo
— Wilfredo Miranda Aburto (@PiruloAr) November 27, 2024
Ambas medidas tendrían un efecto crítico en la economía nicaragüense, afectando a millones y posiblemente desatando una oleada de migración masiva equivalente a la que se registró después de la crisis sociopolítica iniciada en abril de 2018.
Otras medidas propuestas son el enjuiciamiento de operadores sandinistas en tribunales internacionales, la suspensión de apoyo de organizaciones financieras internacionales y el cierre de filas contra el régimen sandinista en el Sistema de Integración Centroamericana (SICA), que ha tratado de controlar a través de la Secretaría General.
Entre los firmantes de la declaración se cuentan ex-revolucionarios sandinistas, dirigentes estudiantiles, académicos, religiosos, defensores de derechos humanos y artistas, la mayoría víctimas de la represión a través de la prisión política, la expatriación, el retiro de la nacionalidad y la confiscación de bienes, entre otras suspensiones de derechos fundamentales.