Grupo de expertos de la ONU para Nicaragua: reforma a la Constitución “tendrá consecuencias nefastas”
La reforma fue aprobada con urgencia por la Asamblea Nacional el 22 de noviembre, pero no tendrá vigencia sino hasta el próximo año.
El Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua (GHREN) de la Organización de Naciones Unidas (ONU) expresó suma preocupación ante la aprobación de una amplia reforma a la Constitución nicaragüense, presentada el pasado 20 y aprobada el 22 de noviembre por la Asamblea Nacional, bajo control del régimen sandinista.
La reforma, a juicio del GHREN, otorga “un poder prácticamente ilimitado sobre la población de la nación” a la presidencia, que será ocupada a partir de 2025 por dos individuos (“co-presidentes”), el caudillo sandinista Daniel Ortega y su segunda al mando, Rosario Murillo. El grupo lo considera un intento de “legalizar y consolidar su control sobre el poder sin restricciones“.
Ambos tendrán control formal sobre los demás poderes del Estado, una mayor libertad para llamar a las fuerzas armadas y a un tercer grupo armado, denominado “Policía voluntaria”, compuesto por agentes para-estatales que durante el estallido social de 2018 sembraron el terror en el país, según señala el texto de la reforma.
La reforma convierte a Nicaragua en un “Estado revolucionario” e impone como símbolo patrio la bandera rojinegra del Frente Sandinista, el partido de gobierno. “Después de haber prácticamente erradicado el periodismo independiente en Nicaragua, el Gobierno ha eliminado ahora la prohibición constitucional de censurar a los medios de comunicación“, subrayó el grupo.
“No menos importante es la eliminación del respeto a la dignidad de la persona humana como principio de la nación, lo que coloca a Nicaragua en contradicción con el consenso mundial que considera la dignidad como piedra angular del orden internacional basado en los derechos humanos”, destacó el jurista alemán Jan-Michael Simon, presidente del GHREN.
Y advirtió el grupo en colectivo que la reforma traerá “consecuencias nefastas y trascendentales para los derechos fundamentales del pueblo nicaragüense”, entre ellas el fin de “la separación, la independencia, el equilibrio cooperativo y el control mutuo entre los distintos poderes del Estado”, según señaló Simon.
Ante esta situación, el GHREN hizo un llamado a la comunidad internacional para que “inste al gobierno nicaragüense a restablecer inmediatamente la separación de poderes y otros principios democráticos, y que cumpla sus obligaciones internacionales”.