Minsa no proporciona datos sobre la diabetes en la niñez y adolescencia
El 14 de noviembre es el Día Mundial de la Diabetes, fecha que busca crear conciencia sobre este padecimiento que aumenta significativamente en el mundo.

Los cambios de estilo de vida y el monitoreo constante son vitales para enfrentar diàgnostico de diábetes.
Aunque en la cultura popular la diabetes es vista como una enfermedad que ataca a personas adultas, en la actualidad se reportan casos en juventud y niñez, lo que debe motivar a las personas de estas edades a mantener habitos sanos y control constante ante cualquier signo de alerta.
En Nicaragua, el Ministerio de Salud (MINSA) muestra únicamente datos de “diabetes millitus”, y no los desglosa por edades. La suma de los datos disponibles indican que entre 2019 y 2023 al menos 603 208 personas padecen esta enfermedad.
El médico Rommel Meléndez, señala que la diabetes es una enfermedad compleja que requiere un control constante de los niveles de azúcar en sangre. Añadió que el aumento de la misma está relacionado con el consumo de comida chatarra, el exceso de azúcares, grasas y carbohidratos, lo que subraya la importancia de mejorar los hábitos alimenticios para prevenir la enfermedad.
“Es fundamental mantener los niveles dentro de ciertos rangos, ya que si no se controla adecuadamente la cantidad de azúcar en la sangre, pueden aparecer síntomas graves. Los niveles normales de glucosa en ayunas deben ser menores a 92 miligramos por decilitro. Si una persona presenta niveles superiores a 110-112 mg/dl, se considera prediabética, y si son más altos, puede diagnosticarse diabetes”, refirió.
Meléndez señaló que la diabetes afecta diversos aspectos de la salud entre ellos, impacta en el sistema inmunológico, lo que aumenta la vulnerabilidad a infecciones, altera los niveles de colesterol y triglicéridos, y afecta la circulación sanguínea.
“También puede provocar retinopatía diabética, un daño a los ojos que puede llevar a la ceguera, y problemas en la microcirculación, lo que facilita la aparición de úlceras que, en casos graves, pueden resultar en amputaciones”.
El médico señaló que históricamente, la diabetes tipo 2, era más común en personas adultas debido a factores genéticos y hábitos de vida. Sin embargo, explicó que en la actualidad, está aumentando significativamente en jóvenes y niños.
“Esto se debe principalmente a los cambios en los hábitos alimenticios, con un consumo excesivo de carbohidratos, azúcares y grasas, que predisponen a la diabetes a edades más tempranas. Además, muchas mujeres embarazadas padecen diabetes gestacional debido a sus hábitos alimenticios poco saludables, lo que incrementa el riesgo de que sus hijos desarrollen diabetes en la infancia, especialmente diabetes tipo 1, que es insulina dependiente”, señaló.
Hábitos saludable y medicación
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), tanto la diabetes tipo 1 como la tipo 2 pueden afectar a la niñez y la juventud.La OPS explica que la tipo 1 suele diagnosticarse en niños, adolescentes y adultos jóvenes; destaca que el tratamiento requiere inyecciones de insulina diarias. Además se debe controlar la dieta, ejercicio y monitorear sus niveles de glucosa con regularidad.
“En 2017 había 9 millones de personas con diabetes tipo 1; la mayoría de ellos vive en países de ingresos altos. No se conocen ni su causa ni los medios para prevenirlo”, apunta.
Entre los síntomas de la diabetes tipo 1 se incluyen:
- Excreción excesiva de orina.
- Sed.
- Hambre constante
- Pérdida de peso.
- Cambios en la visión y fatiga.
Referente a la diabetes tipo 2 la OPS advierte que “más del 95% de las personas con diabetes tienen diabetes tipo 2. Este tipo de diabetes es en gran parte el resultado del exceso de peso corporal y la inactividad física”.
Entre los síntomas del tipo 2, la OPS señala que pueden ser similares a los de la diabetes tipo 1, pero a menudo son menos marcados. Como resultado, la enfermedad puede diagnosticarse varios años después del inicio, después de que ya hayan surgido complicaciones.
La diabetes tipo 2 puede controlarse con cambios en el estilo de vida, como una dieta balanceada, ejercicio regular y en algunos casos, medicamentos orales o necesitar insulina.
Algunos datos de la FID
La Federación Internacional de Diabetes (FID), proyecta que para 2045, 1 de cada 8 adultos, aproximadamente 783 millones, vivirá con diabetes, lo que supone un aumento del 46%.
Apunta también que más del 90% de los diabéticos padecen diabetes de tipo 2, que se debe a factores socioeconómicos, demográficos, medioambientales y genéticos.
Así mismo advierte que las personas con diabetes tienen hasta tres veces más probabilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares. En tanto 1 de cada 3 personas este padecimiento desarrollará algún tipo de pérdida de visión a lo largo de su vida.
Por otro lado indica que la insuficiencia renal es 10 veces más frecuente en personas con diabetes y que cada 30 segundos se pierde un miembro inferior a causa de la diabetes en algún lugar del mundo.