Régimen de convivencia familiar es una estrategia de “clientelismo político”, advierte abogado

Estos presos comunes pueden ser utilizados para vigilar, reprimir, aprovechando las distintas  marginalidades de las familias de las que proceden, consideró Barberena. 

  • 9:20 am
  • Oct 31, 2024

Durante los actos de liberación bajo el régimen de convivencia familiar los presos y sus familias agradecen a Ortega y Murillo.

Medios oficialistas
República 18

Este primero de noviembre, 1,500 personas presas comunes pasarán al régimen de convivencia familiar, según anunció Rosario Murillo este miércoles. Con esta excarcelación, suman 41 884 presos liberados por el régimen de Daniel Ortega desde 2018 hasta la actualidad, según el conteo de República 18.

Para el abogado y activista político Juan Diego Barberena, con estas liberaciones el régimen busca ganar adeptos para sus acciones de represión. 

“Un anuncio importante es que saludando el Día de Todos los Santos, 1,500 personas—1,391 varones y 109 mujeres—que están en los distintos centros penitenciarios del país, pasarán al régimen de convivencia familiar”, dijo Murillo.

Aseguró que se trata de una nueva oportunidad para la vida: “la vida con trabajo, seguridad, tranquilidad y tantas certezas de avanzar”. Detalló que los actos se realizarán en Estelí, Tipitapa, Matagalpa, Granada, Bluefields, Chinandega, León y Juigalpa.

Muchos delitos son cometidos por presos liberados

Barberena apuntó que el Poder Ejecutivo es quien al final, otorga estas medidas de régimen de convivencia familiar, lo cual asegura que no está dentro de sus competencias, de modo que no es una medida legal.

Explicó que este régimen tiene como argumentos formales la reunificación familiar y la inserción social, aunque criticó que no existe un plan estructurado para este fin. 

Creo que esto tiene una finalidad eminentemente clientelar y de prebendas. La dictadura Ortega-Murillo busca tener algunos adeptos entre estas personas que están siendo liberadas. Algunos de ellos pueden servir para su actividad de vigilancia y represión, y luego pretenden jugar con las lealtades de la gente y de las familias”.

Barberena señaló que cuando se realizan actos dentro de los sistemas penitenciarios, estos se convierten en actos en favor de la pareja dictatorial y los presos agradecen a dicha pareja. Esto tiene consecuencias para la sociedad ya que la dictadura actúa como un foco coercitivo, analizó.

“Una consecuencia en la gente es que estamos viendo un alto índice de inseguridad ciudadana que no aparece en las cifras oficiales, pero se puede observar en el aumento de secuestros de menores, extorsiones a las familias, femicidios, asesinatos, robos y otros delitos”, dijo Barberena.

Lamentó que muchos de los delitos cometidos en Nicaragua actualmente son perpetrados por personas que anteriormente habían sido capturadas, procesadas y/o condenadas y que luego fueron beneficiadas con estas medidas de convivencia familiar.

Más noticias de Ahora

Seguir