Régimen de Ortega respalda los “tranques” de Evo Morales en Bolivia

Simpatizantes de Evo Morales han bloqueado los caminos a modo de protesta en Bolivia. El régimen de Ortega lo respalda a pesar de haber denunciado los “tranques” como terrorismo cuando los hubo en Nicaragua.

  • San José, Costa Rica
  • 9:02 am
  • Oct 28, 2024

Simpatizantes de Evo Morales y el Movimiento al Socialismo (MAS) en un "tranque" en Cochabamba, Bolivia.

Cortesía
República 18

El régimen sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo expresó su solidaridad luego de que el expresidente boliviano Evo Morales (2006-2019) denunciase un intento de asesinato a eso de las 6:30 AM del domingo 27 de octubre, mientras este iba camino a la localidad de Lauca Eñe, en el centro de Bolivia, según un comunicado del Movimiento al Socialismo (MAS), partido que Morales dirige.

Catorce balazos habrían sido disparados contra el automóvil de Morales, pero en el ataque sólo resultó herido levemente el chofer. En el mismo comunicado del MAS, Morales acusó directamente al presidente Luis Arce y a la jefatura militar por el atentado, alimentando la ya agravada crisis política que vive el país.

Lea además: Gobierno de Bolivia confirma 17 detenidos por su presunta implicación en intento de golpe

Por su parte, Arce ordenó una investigación y, de hecho, apuntó nuevas autoridades militares.

Un ciclo de protestas antigubernamentales en Bolivia cumple 15 días este lunes, 28 de octubre. Partidarios de Morales han bloqueado los caminos de 16 zonas del país denunciando una supuesta cacería política en su contra, mientras el gobierno de Arce mantiene que el expresidente ejecuta “acciones desestabilizadoras” que “pretenden interrumpir el orden democrático”, citando al Ministerio de relaciones exteriores.

Morales tiene cuentas pendientes con la justicia, acusado por trata de personas y estupro, cargos que alega son en realidad pantalla de una persecución política.

Violencia en casa, solidaridad afuera

El comunicado de “solidaridad” del régimen de Nicaragua trata el atentado contra Morales tanto como la crisis. “Saludamos todo lo que contribuye al entendimiento, la seguridad, la tranquilidad y la concordia en ese país miembro de nuestra ALBA (Alianza Bolivariana para los pueblos de América) deseamos a las autoridades”, reza la misiva.

Este lenguaje conciliador contrasta con la estrategia que la dictadura de Ortega y Murillo implementó cuando, en abril de 2018, un ciclo de protestas masivas devino en una campaña de barricadas en las principales carreteras y ciudades del país, los llamados “tranques”. El régimen de Ortega y Murillo respondió con violencia a través de agentes paramilitares y su propia Policía para derrumbar las barricadas.

En el punto álgido de la crisis sociopolítica de 2018 en Nicaragua, la población se tomó las principales vías del país para demandar la renuncia de Daniel Ortega y la caída del régimen sandinista. Foto: Cortesía

El régimen sandinista atribuyó a los tranques “tortura, humillación, violación sexual, el impedimento a la libre circulación”, así como los responsabilizó de haber sido la principal causa de más de la mitad de las víctimas mortales de la crisis. Sin embargo, organismos internacionales de derechos humanos concuerdan en que fue la respuesta violenta del Estado la que llevó a la muerte de más de 350 personas en 2018.

Ahora, a los “tranques” de Morales, un aliado histórico del sandinismo, la dictadura desea “las mejores energías para encontrar puntos de consenso que conduzcan a las necesarias soluciones y propuestas, viables para tod@s”. Al mismo tiempo, las consecuencias de la crisis y del camino de violencia que tomó el Estado son todavía visibles en Nicaragua.

La represión, tanto directamente como por sus efectos indirectos en la economía y la calidad de vida de los nicaragüenses, ha llevado a cerca de un millón de nicaragüenses al exilio, un éxodo que no tiene precedentes en la historia del país, ni siquiera en tiempos de la guerra civil en la década del ’80.