¿Qué le espera a Hispanoamérica si regresa Trump a la Casa Blanca?

El expresidente republicano Donald Trump apuesta su reelección a una promesa fundamental: la deportación masiva de 11 millones de personas en situación migratoria irregular.

  • San José, Costa Rica
  • 9:56 am
  • Oct 24, 2024

Partidarios hispanos de Donald Trump en el bastión republicano de Florida.

Cortesía
República 18

A menos de dos semanas de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, quizá el candidato con el discurso más hostil a los migrantes en la historia reciente, el expresidente republicano Donald Trump, podría hacerse con la victoria tal y como lo hizo —por sorpresa— en 2016.

Pudiera decirse, con todas las licencias creativas, que Hispanoamérica entera contiene la respiración. Trump ha prometido deportaciones masivas, como nunca antes se han visto, contra todo migrante en situación irregular.

¿Es eso siquiera posible? El consenso es que sería muy costoso. La población de migrantes en situación irregular supera ya los 12 millones, según estimados profesionales. Augusto Centeno, politólogo nicaragüense, lo encuentra un asunto complejo.

La irregularidad en cuanto a los acuerdos bilaterales para recibir a los migrantes es “el mayor problema que enfrenta Estados Unidos y Europa en cuanto a la migración”, señaló Centeno. “A veces los países de origen no aceptan el retorno de sus ciudadanos“.

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“Para un plan de retorno masivo se necesita un acuerdo con el país de recepción, como el que firmó Estados Unidos con Venezuela en los acuerdos de Barbados. Si no lo hay, es difícil implementarlo”, explicó el experto a República 18.

Por ello, Centeno cree que un camino más sensato sería renovar el Programa de parole humanitario para aliviar el flujo migratorio en la frontera sur. Sin embargo, Centeno admitió que la promesa de una deportación masiva es demasiado tentadora para los sectores conservadores en Estados Unidos.

¿Por qué hay hispanos que apoyan a Trump?

Y, curiosamente, también para algunos nicaragüenses y otros migrantes hispanos que han desbocado su apoyo al candidato anti-inmigrante. Según diversas encuestas, a lo más un 40% del voto hispano en Estados Unidos se decantará por Trump.

Muchos de estos hispanos viven en estados sureños, bastiones republicanos como Texas o Florida. En ambos estados hay una población considerable de nicaragüenses, sobre todo en Miami. Centeno explicó que este apoyo proviene de una “afinidad ideológica“.

“Con esto quiero decir que el discurso tradicional ‘anticomunista’ del partido republicano y de Trump es atractivo sobre todo para la diáspora cubana y nicaragüense radicada en el Estado de la Florida“, señaló el experto.

“Podemos diferenciar dos tipos de diáspora: la primera que se estableció a partir del triunfo de la revolución cubana en 1960 y la nicaragüense en 1979, y la actual. Ahora podemos incluir a los venezolanos en esa lista. El discurso anticomunista atrae a un buen número de votantes sobre todo provenientes de estos países que mencioné porque consideran que el problema de estos países es el comunismo o socialismo” y asocian estas posturas con el partido Demócrata.

La fórmula Trump-Vance se batirá contra la vicepresidente Kamala Harris y su compañero de campaña, el gobernador de Minnesota, Tim Walz. Foto: NPR

Otro factor, añadió Centeno, es la proliferación de posturas “ultraconservadoras” en relación al aborto, el matrimonio igualitario y la diversidad sexual en la bancada republicana. En esto encuentran afinidad algunos nicaragüenses que retienen la cultura conservadora de su país de origen incluso en Estados Unidos.

Tanto así que el sector hispano del partido ha utilizado esta retórica para atraer a ese subgrupo de votantes.

Pero, para Centeno, el factor económico podría ser el más importante. “Probablemente el impacto mundial de la inflación ha deteriorado y encarecido la vida de los latinos en Estados Unidos y no han visto una mejora de su situación económica con el gobierno de Biden. Creen que un cambio de partido en el gobierno la situación pueda cambiar” y por ello apuntan a Trump, quien recientemente expresó sus intenciones de suprimir varios impuestos para dinamizar la economía.

“Me he encontrado con una situación similar aquí en Finlandia”, donde reside desde hace un par de años. “Hay nicaragüenses que tienen residencias permanentes o incluso ciudadanía finlandesa y apoyan a partidos antiinmigrantes. Seguramente por tener un estatus regular piensan que tienen una posición privilegiada en comparación con los que no tienen un estatus migratorio igual“, estimó Centeno.

“No veo cambio en los demócratas”

Hispanoamérica “tiene poco peso en cuanto a política exterior de los Estados Unidos” en este ciclo electoral, dijo Carlos Cascante, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de Costa Rica (UCR), a República 18.

Hay una preocupación evidente en torno a la guerra de Ucrania, el enorme drama humano que bien se podría llamar genocidio en Palestina y ahora en el Líbano y, sin duda, la geopolítica con China; esas son las tres preocupaciones principales”, agregó el profesor.

Para Cascante, la migración y el narcotráfico son los únicos dos puntos en los que la región tiene relevancia. Calificó al asunto de la migración como un “Caballo de Troya” del candidato republicano, cuyas políticas endurecerían políticas ya consideradas inflexibles por muchos expertos.

Ha manifestado que quiere deportar a todas las personas que estén en condición migratoria irregular“, como antes explicamos. Cascante lo considera “altamente improbable, pero le agrega una carga retórica que no ayuda”.

“El el partido Demócrata, por lo menos en su candidata, Kamala Harris, no veo algo muy innovador en política migratoria. De hecho, se le critica porque desde hace casi cuatro años ha tenido un despliegue muy, muy polémico y altamente desacertado”, explicó el experto.

El presidente estadounidense Joe Biden y su vicepresidente y actual candidata a la presidencia, Kamala Harris. Bajo su administración, el programa de parole humanitario fue expandido a varias nacionalidades en Hispanoamérica. Foto: Cortesía

Mayores cambios a la plataforma demócrata Cascante no considera posibles. Vaticina que un giro progresista podría alienar a parte de sus votantes (“El sistema está hecho para que haya los menores cambios”, acotó Cascante) e Hispanoamérica no se encuentra entre sus prioridades.

“Es momento de construir una agenda de diálogo entre América Latina y Estados Unidos, pero lamentablemente del lado latinoamericano no veo ninguna figura de peso, excepto quizá Lula (da Silva, presidente de Brasil) o podría serlo el presidente (Gustavo) Petro (de Colombia), pero tiene una situación interna muy complicada”,

“Yo vería en un gobierno republicano una mayor radicalización de las políticas migratorias. (Por otro lado) no veo grandes propuestas o innovaciones en política migratoria y le queda a América Latina abrir una ventana de diálogo multilateral con Estados Unidos que en este momento no tenemos“, opinó.

“También es importante colocar en el centro de la discusión el tema del narcotráfico. Está cobrando enorme cantidad de vidas y no parece tener un abordaje regional. Cada país se ahoga en sus propias estadísticas, pero no tenemos una visión de conjunto y en el marco del incremento de la violencia sin dudas es un tema que debería tener la máxima atención“, concluyó el experto.