Régimen condena a Israel y valora romper relaciones diplomáticas
El régimen de Ortega ha tenido una relación ambivalente con Israel, respondiendo a sus lazos históricos con organizaciones paramilitares en Palestina.
La Asamblea Nacional, con una abrumante mayoría sandinista, "pidió" al caudillo Ortega romper relaciones con Israel.
La Asamblea Nacional de Nicaragua, controlada por el régimen sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo, aprobó este viernes, 11 de octubre, durante “una sesión especial de Solidaridad con el Pueblo de Palestina”, una “declaración de condena a genocidio contra el pueblo palestino”.
El parlamento, además, “pidió” a Ortega que “valore la ruptura de las relaciones diplomáticas con el Gobierno genocida y sionista” del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
En la declaración, la Asamblea llamó al “genocidio” israelí “la más detestable atrocidad del siglo XXI” y “una de las peores de la historia de la humanidad” aprobada por “la oligarquía mundial que domina a los gobiernos occidentales, medios de comunicación y organismos internacionales supuestos defensores de los derechos humanos, ocultan la verdadera dimensión del sufrimiento y la destrucción del pueblo palestino”.
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El sandinismo, aliado histórico de la Organización para la liberación de Palestina (PLO) durante su etapa guerrillera en las décadas del ’60 y ’70, ya había roto relaciones durante su primera dictadura en 1982. También en 2010 hubo una ruptura luego de que el Estado judío atacase una flotilla de ayuda humanitaria que viajaba hacia el territorio palestino de la Franja de Gaza.
Denis Moncada, canciller nicaragüense, recibe copias de estilo de Oren Bar-El, embajador israelí en Nicaragua desde 2021. Foto: El 19 Digital
Las relaciones fueron restablecidas en 2017 e incluso reconoció a Jerusalén como la capital del país, pero desde el ataque de la organización terrorista Hamás contra territorio israelí en octubre de 2023, el régimen sandinista ha reanudado el discurso hostil que históricamente ha dirigido al Estado judío.
El régimen sandinista ha citado datos y resoluciones de Naciones Unidas para asegurar que, como consecuencia directa de los ataques israelíes sobre Gaza, el número de muertos palestinos ha superado ya los 24 mil, incluyendo unos 10 mil niños asesinados. Pero, al mismo tiempo, ha demeritado en toda ocasión posible los señalamientos de Naciones Unidas en su contra, respaldados por una amplia fracción de la comunidad internacional, sobre todo otros países hispanoamericanos.
A diferencia de la situación israelí, enmarcada en un conflicto armado en que convergen múltiples fuerzas armadas, en Nicaragua no hubo guerra, sino un asalto unilateral en contra de civiles durante las protestas de 2018.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos “da cuenta de al menos 355 víctimas durante la represión a las protestas sociales entre el 18 de abril y el 31 de julio de 2019”, la vasta mayoría manifestantes pacíficos. 27 de estos eran niños, niñas y adolescentes, según aclaró la entidad.
El régimen “rechaza categóricamente la creación y designación unilateral de un supuesto ‘Grupo de Expertos sobre Nicaragua’”, tachándole de una “cortina de humo”, y calificó el informe presentado en marzo de 2023 como una “resolución totalmente sesgada… con elementos y mecanismos aprobados unilateralmente y promovidos por Estados Unidos y algunos países europeos, con información subjetiva y politizada, que intentan desestabilizar la Paz y el desarrollo de nuestro pueblo”.
