BCIE renueva línea de crédito al régimen en Nicaragua por hasta “200 millones”
Esto a pesar de que la actual presidente, Gisela Sánchez, declarase en marzo que su gestión aplicaría “nuevas medidas anticorrupción y de derechos humanos”.
El Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) renovó la línea de crédito con el régimen sandinista de Nicaragua. Así lo comunicó la vocera sandinista, Rosario Murillo, durante su alocución habitual transmitida por televisión nacional este martes, 24 de septiembre.
Según comunicó Murillo, “este 24 de septiembre se renovó la línea de crédito del BCIE hasta por 200 millones (no especificó si se trataba de dólares) para apoyar gestión de liquidez, en este caso, del Banco Central” de Nicaragua (BCN).
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La decisión concuerda con la política que el banco definió marzo de este año, cuando en una nota oficial se aclaró que no se detendría el apoyo a ningún país. Eso en respuesta a una carta hostil del entonces ministro de Hacienda del régimen sandinista, Iván Acosta, quejándose por los comentarios de la actual presidente del BCIE, Gisela Sánchez, en una entrevista con un medio regional.
Sánchez había explicado que, como parte su decisión de “frenar” el financiamiento a Nicaragua y El Salvador, buscaría a otros socios para diversificar la cartera de clientes del banco. Acosta replicó acusándola de “politizar” el banco y reiterándole que la representación nicaragüense en la Junta del BCIE había apoyado su candidatura.
“De ninguna manera queremos detener el apoyo a ningún país. Más bien al contrario, nuestro objetivo es apoyar más”, rezaba el comunicado del BCIE, organismo señalado por organizaciones de la sociedad civil e implicado por investigaciones de medios independientes como un soporte del régimen sandinista durante la administración de su expresidente, Dante Mossi (2018-2023).
“El banco del dictador”
Según una investigación del medio estadounidense Washington Post, publicada el 22 de agosto, el régimen sandinista recibió financiamiento del BCIE para la Policía Nacional durante el punto álgido de la crisis sociopolítica iniciada en abril de 2018, cuando ya se acumulaban denuncias de violaciones a los derechos humanos, incluyendo ejecuciones extrajudiciales.
“En los años que siguieron a la campaña represiva de 2018, el BCIE aumentó fuertemente sus préstamos, convirtiéndose en el más grande acreedor externo de Nicaragua“, a tal punto que sus críticos llegaron a apodarlo “el banco del dictador”, como refleja la investigación del medio estadounidense.
Sánchez expresó remordimiento por la postura del banco en tiempos de Mossi, llegando a decir al Washington Post que quería evitar que la situación se repitiera. Sánchez también había asegurado entonces que “nuevas medidas anticorrupción y de derechos humanos” serían aplicadas bajo su supervisión.
Aunque los señalamientos por violaciones a los derechos humanos contra Nicaragua no han cesado, el crédito fue extendido nuevamente, al margen de los comentarios de la presidente Sánchez. Murillo catalogó esta decisión como “una buena nueva”. “Todos los días buenas nuevas”, celebró Murillo.