A casi 2 años de parole humanitario, ¿qué recursos tienen los beneficiados para regularizarse?

El 6 de enero de 2023, el programa de parole humanitario que ha beneficiado a por lo menos 344 mil migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela cumplirá dos años de haber sido implementado, el plazo con el que estos podían vivir y trabajar en Estados Unidos amparados por un patrocinador.

Esto significa que muchos de los beneficiados (los que aplicaron y fueron aprobados en enero) tendrán que regresar a sus países de origen en aproximadamente 4 meses de no haber regularizado su situación migratoria. De otro modo enfrentarán un proceso de deportación, una advertencia ya transmitida a la prensa nicaragüense por funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional.

“Deberán abandonar Estados Unidos al vencimiento de su período autorizado de libertad condicional (parole) o, generalmente, serán colocados en procedimientos de deportación después de que expire el período de libertad condicional“, dijo un portavoz de DHS a la cadena estadounidense Univisión.

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No existen cifras oficiales sobre cuántos beneficiados por el programa han regularizado su estatus. Rónmell López, experto en temas migratorios en Estados Unidos, dijo a República 18 que las vías legales son muchas, pero que a menudo la falta de información es el primer obstáculo que enfrentan los beneficiados.

Sin embargo, “las personas que llegaron bajo el parole humanitario son las que tenían mejores probabilidades de cambiar de estatus sin mucha presión“, destacó López.

Las vías legales

El experto señaló que los beneficiados pueden solicitar asilo durante el primer año de su residencia bajo el programa de parole llenando un Formulario I-589 y demostrando que son perseguidos en sus países de origen por motivos de raza, religión, afiliación política, orientación sexual o pertenencia a algún grupo en situación vulnerable.

También pueden tramitar una residencia por matrimonio o ser solicitados por familiares presentando un Formulario I-130 ante el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), convirtiéndose así en solicitantes de residencia.

Los que cursen programas académicos, de capacitación o lingüístico pueden solicitar una visa de estudio toda vez que la institución tenga el beneplácito del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos, entre otros requisitos.

Otras consideraciones

“Para los cubanos fue fácil puesto que al año todos pueden pedir asilo” gracias a la Ley de Ajuste Cubano de 1966, explicó López.

“Venezolanos y Haitianos tienen aprobado un Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés)”, un beneficio provisional que permite a personas provenientes de ciertos países con “condiciones extraordinarias y peligrosas” y que ya residen en Estados Unidos, vivir y trabajar legalmente de forma transitoria, aunque por sí mismo no es un camino a la regularización.

Ninguno de estos beneficios aplica a la mayoría de los nicaragüenses. El TPS para Nicaragua sólo contempla a individuos que hayan vivido continuamente en Estados Unidos desde el 30 de diciembre de 1998, mientras que venezolanos y haitianos pueden aplicar habiendo residido de forma continua desde el 31 de julio de 2023 y 3 de junio de 2024 respectivamente.

Por ello López mantiene su insistencia en una re-designación del TPS para Nicaragua.

“Muchos activistas nos activamos y abogamos por TPS para los que vinieron desde 2018. De nuestra parte seguiremos la campaña de una re-designación del TPS para nuestros hermanos“, con la esperanza de que aquellos afectados por la crisis sociopolítica, hayan o no sido beneficiados por el programa de parole, puedan permanecer en Estados Unidos, concluyó el experto.