¿Por qué no hay una lista de los 135 presos políticos nicaragüenses desterrados a Guatemala?
Ni de parte de Estados Unidos o Guatemala, ni tampoco del régimen de Nicaragua, ha habido un recuento completo de las identidades de los presos políticos excarcelados el 5 de septiembre.
A más de una semana de la liberación y destierro de 135 presos políticos el pasado 5 de septiembre, por orden del régimen sandinista de Daniel Ortega tras negociaciones con actores internacionales, aún no existe una lista oficial que confirme la identidad de los reos, lo que ha generado incertidumbre y en el periodo inmediato a la excarcelación dio pie a desinformación.
De parte de Guatemala y Estados Unidos no habrá una lista, según anunció Eric Jacobstein, subsecretario de Estado adjunto en la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado estadounidense en una conferencia virtual el pasado 9 de septiembre. El funcionario aseguró que la decisión proviene del respeto a la privacidad de los excarcelados.
“Nosotros, como Gobierno de los Estados Unidos, queremos mantener su privacidad. Es importante para nosotros“, declaró el funcionario.
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Organismos ligados a la defensa de los derechos de los presos políticos en Nicaragua, incluyendo el Mecanismo para el reconocimiento de personas presas políticas en Nicaragua, que colabora con la Unión de Presas y Presos Políticos Nicaragüenses (UPPN), respaldó esta decisión.
Yaritzha Mairena, representante de la UPPN, dijo a República 18 que la decisión tiene un trasfondo de seguridad, así como también “a petición de algunos familiares en Nicaragua e incluso algunos excarcelados“.
“Por nuestra parte creemos que es necesario dar seguimiento y que los organismos que están colaborando”, como la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (OACNUR), “se vayan encargando de reubicar a las personas, así como brindarles atención a sus necesidades inmediatas”, agregó.
Mairena subrayó que a pesar de esto, cualquiera de los presos políticos está en libertad de revelar su situación (así se ha conocido la identidad de al menos 78 de ellos) y reafirmó el compromiso del Mecanismo y la UPPN de continuar informando sobre los excarcelados, “así como de los detenidos en cárcel y nuevas detenciones”, información que estará disponible en el sitio web del Mecanismo.
“Por ahora es más urgente dar visibilidad a las personas que quedaron detenidas, varias de ellas están en condición de desaparición forzada”, señaló Mairena, mencionando al líder indígena Brooklyn Rivera, de quien no se tiene prueba de vida desde hace casi un año.
El silencio del régimen
De parte del régimen sandinista de Daniel Ortega tampoco se ha informado sobre las identidades de los excarcelados, a diferencia de anteriores operativos de destierro de presos políticos ordenados por el gobierno. Salvo la decisión de revocar la ciudadanía de los 135 ciudadanos ahora en Guatemala, desde el sandinismo se mantiene un extraño silencio.
Ni Rosario Murillo, segunda al mando y vocera del régimen sandinista, ni tampoco Ortega han comentado al respecto en la semana posterior a la excarcelación, a pesar de haber comparecido públicamente en varias actividades oficiales. No está claro por qué, dado que en anteriores destierros Murillo y Ortega dedicaron ataques verbales a lo excarcelados y se reconoció oficialmente la identidad los excarcelados.
De parte de Guatemala o Estados Unidos, no ha habido referencia de que tal disposición estuviera dentro de lo acordado con el régimen para la excarcelación masiva y, según Jacobstein, “no hubo intercambios ni concesiones a cambio de la liberación de esos presos políticos“.
El destierro, la revocación de la ciudadanía y la expropiación de los bienes se ha convertido en modus operandi del régimen para castigar a sus opositores. Incluyendo los destierros de religiosos, el régimen de Ortega ha expulsado directamente a más de 500 personas en tan sólo el último año.