Estudiantes de universidades confiscadas ponen todo su esfuerzo por terminar sus carreras
Algunos estudiantes continúan estudiando tras el cierre de sus universidades como forma de resistencia al sistema, otros como una de las pocas alternativas para sostenerse emocionalmente de cara al futuro.
La cancelación de la personería jurídica de universidades del país, es una de las decenas de arbitrariedades de las que se responsabiliza al régimen de Daniel Ortega; frente a todas las dificultades que implican los cierres, algunos estudiantes continúan sus carreras en otras universidades.
Algunos lo hacen como forma de resistencia al sistema, otros como una de las pocas alternativas para sostenerse emocionalmente de cara al futuro, así mismo como una forma de honrar a su familias.
Jesús García, era estudiante de la Universidad Centroamericana (UCA) de Nicaragua, cancelada oficialmente en agosto del 2023, cuenta que hace un año, estaba estudiando todavía pero luego que acusaron a la universidad de terrorismo siete que “acusaron sus sueños de terrorismo”.
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El joven narra que durante las primeras dos semanas, luego del cierre estuvo en incertidumbre de si iba o no iba a estudiar, de que si iba o no iba a hacer algo y sobre que iba a hacer con su vida.
Apunta que fue una gran desilusión el cierre de la universidad y asegura que su principal motivación para continuar estudiando ha sido su familia.
“Sin mi madre me hubiera dado por vencido y no estuviera estudiando, estaría talvez trabajando en un call center o algo por el estilo. (…) Yo siento que me ataron las manos y lo único que estoy haciendo es cubrirme de los golpes por así decirlo”, confió.
García expone que sobrevive, y no vive de verdad y lo que ha hecho es llevar todo un paso a la vez. Compartió que ha intentado no meterse en problemas, opinar lo menos posible porque luego del cierre de la universidad compartió información y opinión al respecto y lo amenazaron varias veces.
“No les voy a dar el gusto”
Ofelia, estudiaba tercer año de Promoción Social y Humana en la extinta Universidad Católica Juan Pablo II, cancelada en marzo 2023, ella cuenta que tras el cierre de esa universidad se ha empeñado en continuar estudiando como una forma de resistir y de “no darles el gusto” a las autoridades del régimen sandinista.
Para Ofelia, la situación no ha sido fácil, señala que le ha tocado iniciar prácticamente de cero pero su convicción la mantiene en pie en los momentos más complicados.
“Mi familia y amistades cercanas no me han dejado morir, yo estoy convencida que voy a terminar mi carrera de una universidad donde yo confíe y sienta que me están enseñando con valores”, destacó.
Agregó que lamentablemente no todos los estudiantes de las distintas universidades canceladas en el país han tenido la oportunidad de continuar. Animó a los que tengan alternativas tomarlas y ayudar a otros con información y contactos en la medida de las posibilidades.
Un golpe con grandes consecuencias
Otra estudiante de la extinta UCA, que accedió a contarnos su testimonio en condición de anonimato señaló que la cancelación de la UCA en Nicaragua ha sido un golpe muy fuerte para toda la comunidad estudiantil.
“Yo terminé mi licenciatura pero lamentablemente aún no me han entregado mi título debido a la situación en la que se encuentra la universidad, para mí ha sido un desafío significativo ya que aunque tengo la formación y la experiencia necesaria, la falta del documento oficial me ha obligado a trabajar sin el respaldo del título”, lamentó.
Agregó que en muchos casos, al no tener el título los empleadores llegan a pagar menos dinero.“Vivir sin el respaldo académico genera demasiada vulnerabilidad especialmente al considerar futuras oportunidades laborales y también que aún no sé si mi título saldrá a nombre de la nueva universidad Casimiro Sotelo, lo que añade un nivel adicional de incertidumbre”.
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Insistió que ese aspecto le preocupa ya que considera que puede afectar su perfil profesional y cómo será percibida por sus potenciales empleadores.
Apuntó que a pesar de todo intenta centrarse en lo que está a su alcance, añadió que ha mantenido comunicación con la universidad para saber cómo va la tramitación de su título pero lamenta que las autoridades de esa universidad tienen pocas respuestas, “creo que ni siquiera ellos saben cuánto tiempo va a demorar”, finalizó.