CIDH llama al fin de la persecución religiosa en Nicaragua
“La CIDH insta a cesar la represión y a la liberación inmediata de las personas detenidas en este contexto”, apunta el comunicado.
Mediante un comunicado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), urgió al Estado de Nicaragua cesar de inmediato la represión generalizada y la persecución religiosa en el país. Además instó a garantizar la vida e integridad de las personas privadas arbitrariamente de la libertad y a ordenar su liberación inmediata.
“La CIDH insta a cesar la represión y a la liberación inmediata de las personas detenidas en este contexto”, refiere el comunicado.
Detalla que entre el 1 y el 10 de agosto de 2024, a través del Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (MESENI), la CIDH recibió información sobre el despliegue de operativos y allanamientos realizados por la Policía Nacional, al servicio del régimen sandinista, en distintas casas curiales y propiedades de la Iglesia católica.
Destaca que como resultado, doce sacerdotes y al menos otras dos colaboradoras de la iglesia fueron detenidas, la mayoría vinculadas con las diócesis de Matagalpa o de Estelí.
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“El 8 de agosto, 7 de estos sacerdotes fueron expulsados del país y trasladados hacia el Estado Vaticano después de permanecer varios días detenidos en el Seminario Nuestra Señora de Fátima, en Managua”.
La comunicación expone también que la CIDH, en su informe Cierre del Espacio Cívico en Nicaragua, publicado en 2023, constató que la persecución religiosa se intensificó con la detención arbitraria y expulsión de personas religiosas sin garantías al debido proceso; la prohibición de actos religiosos y la celebración de misas.
De igual modo el cierre forzado de radioemisoras, centros de estudio y universidades vinculadas a congregaciones católicas. Insisten que desde octubre de 2023, más de 200 personas religiosas han sido desterradas, expulsadas o les fue negado el ingreso al país.
No solo la Iglesia Católica ha sido afectada
Según las CIDH, “en total, desde 2018, 46 sacerdotes y obispos han sido excarcelados y expulsados al Estado Vaticano o a los Estados Unidos. Actualmente, otros laicos vinculados con la Iglesia Católica permanecen en prisión, entre ellos, los colaboradores de Cáritas Estelí”.
Exponen que la represión y persecución se ha extendido a religiones protestantes y evangélicas cancelando la personería jurídica de más de 60 iglesias o asociaciones evangélicas. Según la CIDH, un espacio cívico abierto, libre y plural es una condición esencial para la garantía de la libertad religiosa.
En el documento, la CIDH observó con preocupación que persisten las denuncias de detenciones arbitrarias y de graves condiciones de detención.
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El organismo se mostró alarmado por la falta de información oficial sobre el paradero y condición de salud de siete personas detenidas, tres de ellas desde el momento de su detención. Mantienen que esta situación se agrava por un contexto de restricciones a las visitas familiares y a la recepción de paquetería, así como patrones de afectaciones al acceso a la justicia y a las garantías del debido proceso.
Asimismo, por la ausencia de un sistema de justicia imparcial e independiente, y el hostigamiento policial a las familias de las personas detenidas, abogadas y defensoras de derechos humanos, mantiene un clima de indefensión y temor generalizado que dificulta la denuncia y el registro de las graves violaciones a sus derechos humanos.