Silencio dentro de la Iglesia católica de Nicaragua, ¿qué se busca con ello?

“El silencio también grita y denuncia”, enfatizó un sacerdote que accedió a conversar con República 18 en condición de anonimato.

  • San José, Costa Rica
  • 9:14 am
  • Ago 14, 2024

El cardenal Leopoldo Brenes es la máxima autoridad de la Iglesia Católica de Nicaragua y ha sido criticado por el silencio que sostiene frente a las agresiones del régimen.

Cortesía
República 18

En 2018, miembros de la Iglesia Católica de Nicaragua hicieron todo lo que estaba en sus manos por proteger la vida e integridad de una incontable cantidad de personas que protestaban en contra del régimen de Daniel Ortega y que por esa razón fueron atacados.

En la actualidad, en redes sociales y en diferentes espacios surge una fuerte crítica en contra del cardenal Leopoldo Brenes, obispos y sacerdotes porque en su mayoría han tenido que guardar silencio ante la continuidad de la violencia gubernamental. Algunos fieles opinan que es poco lo que ellos pueden hacer. 

Este reclamo también alcanza al Vaticano, que en pocas oportunidades se ha referido a la situación de Nicaragua y cuando lo ha hecho ha sido con una postura conciliadora, solicitando oración por el país y por la paz.  

No se debe olvidar que en el pasado, algunos obispos y sacerdotes abrieron los templos, se enfrentaron a las autoridades demandando cese de la violencia, y respeto al derecho de las personas a protestar. Además fueron partícipes de un intento de “Diálogo Nacional” como testigos. 

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A razón de esto, el régimen sandinista se ensañó de forma general en contra de la Iglesia Católica, especialmente con la zona norte del país, la cual estaba a cargo del obispo Rolando Álvarez, un fuerte crítico del régimen sandinista que fue obligado al destierro. 

 ¿El silencio es sobrevivencia?

República 18 —en condición de anonimato— conversó con un sacerdote que aún permanece en Nicaragua sobre la postura de silencio tanto del Vaticano como de las autoridades de la Iglesia de Nicaragua.

“El silencio que existe en torno a lo que ocurre en Nicaragua tiene al menos 2 explicaciones: el temor generalizado que tenemos ante la imposibilidad de hacer valer la justicia y protegernos de la cárcel, exilio o cualquier otro ataque y la necesidad de proteger a nuestros fieles y a hermanos sacerdotes”. 

Agregó que en las condiciones que está el país, si todos los sacerdotes y obispos sostienen una postura fuerte, las iglesias se van a quedar sin quién celebre eucaristías. Señaló que si el papa Francisco y sus colaboradores cercanos hacen lo mismo, no habrá forma de proteger y acoger a quienes sean detenidos.

“El silencio también grita y denuncia” enfatizó el sacerdote, así mismo indicó que la feligresía sabe y confía que los pastores están con ellos en la oración, que se les agradece de todo corazón el servicio que prestan, que confían en la protección divina y en la justicia que prevalece a pesar de que parezca que el mal vence. 

Agregó que en su mayoría, los sacerdotes de las diferentes diócesis del país no manejan mayor información sobre qué acuerdos ha sostenido el Vaticano con el régimen de Daniel Ortega, pero considera que se ha buscado proteger la vida de los sacerdotes.

Yo me siento impotente porque no tenemos forma de cuidar a las personas que más nos han ayudado, nuestros fieles. Conocemos por los medios de comunicación que en algunas zonas del norte ya les están prohibiendo realizar celebraciones de la palabra y eso puede desencadenar encarcelamientos por qué difícilmente alguien se va a negar a hacer una oración dar una palabra a sus hermanos”. expuso. 

Finalizó diciendo que las personas deben continuar orando, confiando en la misericordia y protección divina que nunca abandona a los que creen.