Crímenes contra la libertad religiosa deben ser denunciados por todos, expone Colectivo de DDHH
El Colectivo apunta que las graves violaciones a la libertad religiosa han generado una fuerte condena internacional y demandas de acciones más contundentes para proteger los derechos humanos en el país.
El más reciente Boletín del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, señala que entre el 1 de abril y el 15 de julio de 2024, se han sostenido una serie de violaciones a la libertad de religión en Nicaragua en contra de diversas denominaciones religiosas.
El organismo defensor señala que las mismas deben ser denunciadas por toda la ciudadanía porque “afectan a todos y todas”.
Apuntan que las agresiones en contra de la libertad religiosa reflejan un panorama de creciente represión, con detenciones arbitrarias, ataques directos a líderes religiosos, estigmatización y mensajes de odio en los pronunciamientos oficiales respecto a la libertad de culto.
El Colectivo apunta que la situación ha generado una fuerte condena internacional y demandas de acciones más contundentes para proteger los derechos humanos en el país.
“La persecución a laicos y diversas denominaciones religiosas, tanto católicas como evangélicas en Nicaragua, ha sido intensa y sistemática. El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha llevado a cabo una serie de acciones represivas que incluyen destierros, detenciones y múltiples agresiones a miembros de iglesias, evidenciando una estrategia dirigida a silenciar voces críticas dentro de las comunidades de creyentes”, destacan.
Insisten que las agresiones a sacerdotes, obispos, religiosas y la feligresía han sido documentadas por instancias defensoras de derechos humanos, destacándose casos de expulsión de congregaciones y la clausura de organizaciones no gubernamentales religiosas.
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“A la par de las expulsiones e impedimentos de ingresos de personas religiosas han ocurrido confiscaciones de propiedades que incluyen locales de las organizaciones cerradas, conventos y casas pastorales. Este patrón busca debilitar económicamente a la Iglesia”, destacan.
Ley mordaza impide hacer denuncias
Durante la presentación del Boletín, el abogado Salvador Marenco, llamó a la comunidad internacional a demandar la libertad religiosa en Nicaragua.
Así mismo consideró que los ataques se han centrado en la diócesis de Matagalpa porque su estrategia consiste en atacar lugares representativos. Insistió que en ese departamento la ciudadanía salió a hacer acciones de protesta que la Policía tuvo que reprimir.
“Están tratando de eliminar cualquier foco de esperanza“, lamentó Marenco.
En cuanto al silencio de muchos líderes de la Iglesia católica, como el cardenal Leopoldo Brenes, frente a las múltiples agresiones, el abogado apuntó que estas agresiones constituyen “crímenes de lesa humanidad”, que deben de ser denunciados desde todos los espacios.
Marenco agregó que en Nicaragua se ha impuesto una ley mordaza que impide a la ciudadanía realizar denuncias.
Principales agresiones contabilizados por el Colectivo
- A la fecha el Colectivo ha contabilizado la cancelación de las personerías jurídicas de al menos 419 organizaciones asociadas a la iglesia católica y grupos evangélicos, limitando su capacidad de operar y asistir a sus comunidades.
- Confiscación a 22 medios de comunicación religiosos, siendo uno de los últimos Radio María, cuya última transmisión fue el 9 de julio de 2024.
- Medios de comunicación han reportado la confiscación de al menos 15 inmuebles en los últimos dos años a la Iglesia católica, entre ellas la propiedad de las Hermanas Pobres de Jesucristo de León.
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- La violencia también se ha propagado a la iglesia evangélica, como ejemplifica la detención de los 11 miembros de la organización evangélica Puerta de la Montaña.
- El Ministerio del Interior en junio pasado obligó a al menos 20 congregaciones cristianas a pagar sumas de hasta 21 mil córdobas, so pena de prisión en su contra, multas impuestas de forma arbitraria.
- Al menos 21 pastores evangélicos permanecen en el exilio y otros 3 pastores fueron impedidos de ingresar al país. Más de 50 sacerdotes católicos han sido desterrados, el último grupo apenas la semana pasada.
- En total, desde 2018, hay 222 religiosos desterrados, incluyendo 91 monjas, según estadísticas de la investigadora Martha Molina.
El panorama para las congregaciones religiosas en Nicaragua, como ha ocurrido con otras organizaciones y colectivos civiles aplacados por el aparato represor sandinista, continúa siendo severo.