La crisis de precios en Nicaragua y cómo aliviarla, según economistas

El precio de la canasta básica, sobre todo en su sección de alimentos, ha crecido grandemente en Nicaragua en los últimos años. Se trata de un problema estructural de la economía del país, señaló economista.

  • San José, Costa Rica
  • 9:19 am
  • Jul 30, 2024

Los precios de productos alimenticios han inflado la canasta básica en Nicaragua, a pesar de que el país es un productor agrícola.

República 18
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El precio de la canasta básica en Nicaragua, y en particular de la sección de alimentos, ha sido uno de los aspectos más apremiantes de las crisis que el país ha tenido que encarar en los últimos seis años. Se trata de la problemática que a más personas afecta y no es tan obvio cómo podría solucionarse principalmente porque pocos entienden qué la causa en primer lugar.

La canasta básica, cuyo precio es calculado por el Instituto Nicaragüense de Información para el Desarrollo (INIDE) en base a los gastos mensuales de una unidad familiar de seis integrantes “en cantidades mínimas y suficientes para cubrir las necesidades”, aumentó 7445 córdobas de junio de 2018 a junio de 2024.

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“El 80% del incremento de la canasta básica se debe al incremento del precio de alimentos y siete alimentos representan el 60% de todo el aumento del precio”, explicó a República 18 el economista nicaragüense Braudy Sánchez tras analizar las más recientes actualizaciones de mayo a junio de este año.

La tendencia ha sido observada desde hace un tiempo y choca con el entendimiento popular de la economía nicaragüense como una de base agrícola. En efecto, el aporte agrícola a la economía fue de 16.5% e impulsó 35% de las exportaciones en 2023 y, aunque algunos productos de la canasta básica son cultivados en Nicaragua a escala considerable, el precio paradójicamente no deja de aumentar.

Pero más que un país agrícola, Nicaragua es un país exportador. Ahí, explica Sánchez, yace la raíz del problema. “Se está exportando y no se deja para consumo interno. Lo respaldan datos de INIDE y del Banco Central de Nicaragua (BCN)”, señaló el economista.

Estimados del Banco Mundial ubicaron las exportaciones en relación al Producto Interno Bruto (PIB) del país en un 45.8% en 2023, dejando a Nicaragua en el top 50 de países exportadores a nivel mundial. Las exportaciones, además, “consisten principalmente en productos de baja complejidad”, apuntando a un modelo extractivista y comparativamente subdesarrollado.

Para los productores nicaragüenses es más rentable vender en el extranjero y son otras empresas las que deben suplir la demanda local importando productos que ya se producen a nivel local, pero que son mayormente exportados. Por ejemplo, Nicaragua suple su demanda de naranjas con productos del extranjero a pesar de que produce naranjas localmente, pues las exporta en su mayoría hacia Costa Rica.

Posibles soluciones

Sánchez baraja varias propuestas que podrían aliviar los precios para los nicaragüenses. “Una opción liberal sería eliminar los intermediarios y permisos innecesarios para que más productores puedan ingresar al mercado del consumidor“, exploró.

“Esto es complicado”, admite, “porque la dictadura tiene una mafia que controla el sector y muchos productores afines a la dictadura sacan grandes ganancias de ello“, por lo que existiría un incentivo dentro de las estructuras de poder del régimen sandinista para mantener los precios altos.

“La segunda solución, más intervencionista, es no exportar todo el alimento para aliviar la escasez interna“, aunque esta otra propuesta trae consigo sus propios problemas. “Dejará sin las ganancias de los precios internacionales y también afecta a sus productores afines”, aclara Sánchez, pero a la vez sería la propuesta que a menor plazo surtiría efecto.

El economista costarricense Daniel Suchar propuso, por su parte, abaratar los costos de la producción local para que esto se vea reflejado en los precios, argumentando que muchas veces son factores externos al producto lo que lo encarecen.

“El producto como tal puede ser que no aumente, pero el resto de los costos y gastos asociados, como el transporte, los salarios, el agua, la luz, la telefonía, las patentes y todos esos rubros que acompañan a la producción han ido en aumento” a razón de diferentes contingencias, dijo Suchar a República 18.

Aumento costo canasta básica. La pobreza de Nicaragua, como la de muchos países de Hispanoamérica, es al menos en parte atribuible al modelo de producción básico que impera desde hace ya más de un siglo, en el que la venta al exterior de los productos del sector primario priman por sobre el desarrollo de industrias nacionales propias. Foto: República 18

Abaratar la producción local puede lograrse a través de subsidios enfocados en la producción, una práctica ya vigente en algunas industrias en Nicaragua, para así lograr que vender en el mercado nacional sea rentable, dado que crisis sucesivas impusieron costos adicionales a productos importados.

La pandemia de COVID-19 desde 2020, la irrupción en el comercio internacional a causa de la invasión rusa a Ucrania en 2022, la guerra palestino-israelí de 2023 y los ataques huties a las rutas comerciales que cruzan del Océano Índico al Mar Rojo en 2024 contribuyen al encarecimiento de la vida no sólo en Nicaragua, sino también a nivel mundial.

Pero esto debería llamarnos la atención a cuán dependiente es el país del modelo exportador. Dicho modelo es una consecuencia de sucesivas administraciones enfocadas en ganancias cortoplacista por sobre la inversión en el desarrollo. Es un modelo sostenido por una red de intereses que no cederán fácilmente, incluso si eso implica una mejora para la vida de todos los nicaragüenses.