Rosario Murillo usa en sus discursos el mandamiento del amor, pero olvida que hay 9 más que se deben cumplir
La vocera gubernamental dijo que nunca se ha visto en ninguna frase de los mandamientos de la ley de Dios la cobardía o la tradición establecida como norma de vida, al contrario, el amor a Dios sobre todas las cosas y el amor al prójimo, insistió.
Los discursos de Rsario Murillo se caracterizan por hablar de amor al mismo tiempo de utilizar lenguaje ofensivo y de odio.
Escudarse en el amor a Dios, los mandamientos y la bondad, es parte de los nuevos discursos de Rosario Murillo, sin embargo solo utiliza uno de los mandamientos de la -Ley de Dios, de la Iglesia Católica-, con el que está de acuerdo y olvida e irrespeta otros 9 en los que destacan “no matar” y “no robar”, ambos pecados y delitos de los que es acusado el régimen que preside junto a Daniel Ortega.
“Hay quienes sirven al diablo y hay quienes caminamos con Dios adelante, Dios que nos manda, Cristo Jesús que nos manda a querernos y amarnos como prójimo unos a otros y a construir en esta tierra (…) no destruir , a cultivar, a florecer no ha incinerar, no a quemar no a torturar y sobre todo no a traicionar”, dijo Murillo este jueves.
La vocera gubernamental dijo que nunca se ha visto en ninguna frase de los mandamientos de la ley de Dios la cobardía o la tradición establecida como norma de vida, al contrario, el amor a Dios sobre todas las cosas y el amor al prójimo, insistió.
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Según Murillo, en el país se batalla con amor al prójimo, amor a Dios sobre todas las cosas y amor a Nicaragua país que asegura siempre va adelante con la fortaleza inmensa del espíritu nicaragüense.
Así mismo Murillo dijo que su régimen está “haciendo historia, otros son desechos de la historia, desperdicios que aquí no tienen ningún lugar porque con odio nunca más y por eso agradecemos al Dios de todos los triunfos porque nos ha dado la fuerza, la fuerza del espíritu para vencer el mal”, señaló.
Lo que olvida Murillo, es que además de obviar varios mandamientos, su régimen se ha dedicado a intentar desestimar a las autoridades de la Iglesia Católica. De igual modo ha encarcelado, expulsado del país y acusado de terroristas a varios sacerdotes y obispos entre ellos Rolando Álvarez, una de las voces más representativas de la Iglesia Católica desde antes de 2018.
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