“Estrategia Nacional de Educación” de Nicaragua con serios déficits

Para el especialista Guillermo Medrano, la  “actual estrategia que está promoviendo el gobierno sandinista, no es considerada una estrategia educativa, pues adolece de los requerimientos técnicos es una estrategia de gobierno, sesgada de un lenguaje político partidario, que el actual gobierno utiliza como narrativa oficial”. 

  • 5:00 pm
  • Jun 24, 2024

Fachada de un colegio público en Managua, Nicaragua

Republica 18
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El miércoles 19 de junio, el régimen de Daniel Ortega, presentó lo que denominó Estrategia Nacional de Educación “Bendiciones y Victorias” para el período 2024-2026”, misma que aseguran está en consulta desde hoy 24 de junio hasta el 23 de julio. 

A la fecha lo que  se ha compartido es un documento de 25 páginas que únicamente contiene con los “ejes y líneas generales”, de la mencionada estrategia, la cuales según el régimen aplicará para todos los niveles educativos en el país. 

Para Guillermo Medrano, licenciado en pedagogía, experto en planificación educativa y  máster en didáctica, para definir una Estrategia Nacional de Educación, previo se debe contar con un Plan Nacional de Educación (PNE), porque de este se  definen las metas que se pretende alcanzar a largo plazo.

Lo anterior deja entrever que en el país se está promoviendo una Estrategia que no tiene un fundamento sólido previo y pone en duda la calidad de la misma y la preparación y la calidad de las entidades educativas del régimen.

“En mis casi 30 años de servicio que laboré en distintas instancias del Ministerio de Educación, solamente he conocido un Plan Nacional de Educación, el que fue consultado y elaborado en el año 2000, y comenzó a implementarse en el año 2001; este plan  tenía una visión a largo de plazo de la educación en Nicaragua para el periodo 2001-2015”, apuntó.

Explicó que la Estrategia Nacional de Educación, es una herramienta de planificación que tiene como objetivo priorizar, concretar y permitir la implementación de las políticas de la educación es decir, una estrategia que define los principios, lineamientos y prioridades de la educación, a corto plazo. 

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“Estos se derivan del PNE, pero son actividades y estrategias a implementarse, después de un período de reflexión, análisis, y evaluación del plan macro, que es el PNE”, apuntó Medrano. 

Ni siquiera el nombre corresponde a temas educativos 

El especialista señaló que hasta el nombre de la supuesta Estrategia Nacional de Educación, “Bendiciones y victorias”,  no llega ni a considerarse folclórico más bien parece un “cancionero de alabanzas cristianas, o un sinónimo de libro te catecismo”, ni el título se refiere a algo educativo enfatizó. 

Apuntó que la  “actual estrategia que está promoviendo el gobierno sandinista, no es considerada una estrategia educativa, pues adolece de los requerimientos técnicos es una estrategia de gobierno, sesgada de un lenguaje político partidario, que el actual gobierno utiliza como narrativa oficial”. 

Destacó que la importancia de contar con una estrategia nacional es que permite evaluar los planes estratégicos diseñados por los gobiernos para guiar la acción, además, permite realizar evaluaciones a medio término, reasignar de recursos cuando se considere necesario y tomar decisiones de mejora en un período de tiempo específico.

Detalló que cuando un Estado tiene una Estrategia Nacional de Educación, se cuenta con una herramienta metodológica con una visión de país, a largo plazo, para que pueda ser implementada por otro o cualquier gobierno, y no necesariamente por el gobierno que la formuló, insistió que la estrategia orienta hacia el cumplimiento de los objetivos de política del país.

Consulta utilizada como estrategia de proselitismo 

Según Medrano, la consulta de una estrategia de educación no se hace a la ligera, pues requiere de una planificación estratégica, en todos los niveles; con la participación de los 5 subsistemas que componen la estructura del sistema educativo nacional, a como señala el artículo 12 de la Ley General de Educación ( Ley 582).

Además, se hace de forma piramidal de “abajo hacia arriba”, desde las escuelas hasta llegar al congreso nacional donde se presentan los hallazgos. Lamentó que lo de la supuesta consulta que refirió el régimen no es más que una actividad de proselitismo político, utilizando a la educación como elemento atractivo.

“Por qué afirmo, que es una actividad de proselitismo político, porque las fechas de las supuestas consultas, están ligadas, a efemérides políticas, (inicia el 23 de junio en honor al natalicio de Carlos Fonseca, y finaliza el 23 de julio) fecha histórica que se recuerda la masacre estudiantil en la dictadura de Somoza, sucedida un 23 de julio de 1959, de ahí es donde se conmemora el 23 de julio como día del estudiante nicaragüense”, destacó.

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Medrano señaló que al leer el documento, se observa, que los ejes están acompañados de líneas de acción “aspiracionales”,  tales como “promoveremos, implementaremos, desarrollaremos” escritas de manera general.

“Entonces si verdaderamente se fuera a realizar una consulta, qué es lo que le van a  consultar a los sectores involucrados, si los objetivos están bien redactados, porque es lo único que acompaña a cada eje”, cuestionó .

Insistió que una estrategia de educación correcta, al menos debe incluir los ejes, objetivos, política educativa, líneas de acción y metas.

Sistema educativo no está preparado para aplicar evaluación cualitativa

Medrano hizo especial énfasis al Eje número 13 de la Estrategia, mismo que habla de calidad educativa. Destacó que llama la atención y debe ser de preocupación el enunciado o el objetivo número 40, que literalmente dice: Implementaremos el nuevo sistema de evaluación para los aprendizajes en los diferentes niveles educativos, transitando hacia la evaluación cualitativa.

“Esto es peligroso, y confirma las denuncias que han realizado días atrás docentes miembros de la Unidad Sindical Magisterial, quienes indicaban que además de implementar un adoctrinamiento en las escuelas, se les obliga a “aprobar a todos los estudiantes” independiente que no haya cumplido los objetivos de asignatura, grado o nivel”, apuntó.

Destacó que para la implementación de una evaluación cualitativa, como único mecanismo o de forma de evaluación, en el sistema educativo nicaragüense, estamos en completa desventaja a diferencia de otros países.

Medrano, explicó que para implementar la evaluación cualitativa, como única forma de evaluación de los aprendizajes, se requiere el uso de una variedad de instrumentos educativos como la observación en el aula de clases, evaluación de proyectos y portafolios educativos.

“Esto llevaría a realizar evaluaciones al “ojo”, completamente subjetivas”, porque ni los maestros ni los estudiantes han sido preparados a evaluar y ser evaluados por competencias, finalizó el especialista.