Nicaragua llega al Día mundial del medio ambiente con voraz destrucción de su biósfera
Estimados de organismos internacionales apuntan a que Nicaragua habrá quedado completamente despalada en un plazo de 20 años.
Desde 1973, cada 5 de junio se celebra el Día Internacional del Medio Ambiente, una iniciativa de la Asamblea General de las Naciones Unidas “con miras a hacer más profunda la conciencia de los problemas del medio ambiente y a perseverar en la determinación”. Recientes informes de organismos independientes revelan que en Nicaragua las autoridades van en dirección opuesta.
El pasado 31 de mayo, un informe del Observatorio Pro Transparencia y Anticorrupción documentó diversas políticas aplicadas desde el régimen sandinista de Daniel Ortega para aumentar el lucro de la explotación del medio ambiente, en particular para la explotación maderera.
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Durante la presentación del informe, titulado Bosques en venta, el ambientalista de Fundación del Río, Amaru Ruiz, estimó que, al paso que va el despale de Nicaragua, en el país no quedarán bosques en un plazo de 20 años. Actualmente sólo queda 24% de cobertura forestal en el territorio nacional, y en los últimos años, la disminución ha sido de un 10% anual, desde que en 1969 se ubicaba en un 75%.
Cabe destacar que la pérdida de bosques arreció tras el regreso del Frente Sandinista al poder en 2007, y sobre todo en el periodo 2015-2022, que registró una tasa de despale anual del 2.5%, acabando con 60 mil hectáreas de bosques protegidos. “Nicaragua es el país que más rápido deforesta sus bosques en América Central y el segundo país a nivel de Latinoamérica”, algo que destacan otros trabajos investigativos.
Deforestación desde 1990 y una proyección hasta 2040. Fuente: UN-FAO, Our World in Data, Universidad de Oxford, OCCRP
“En el país las decisiones políticas prevalecen sobre las decisiones técnico-legales de conservación que vienen desde personas más formadas en la materia“, destacó Ruiz, quien expuso la lógica comercial-extractivista que guía al régimen en sus operaciones para con el medio ambiente.
El país más peligroso para defensores
El Proyecto de Reportaje contra la Corrupción y el Crimen Organizado (OCCRP, por sus siglas en inglés) calificó a Nicaragua como “el lugar más peligroso del mundo para los defensores ambientales” en una investigación de principios de mayo, en gran medida por la permisividad que el régimen aplica a los “tomatierras” que invaden el Caribe nicaragüense.
Las tierras ocupadas por estos individuos es tierra a menudo dedicada a la conservación en las reservas de biósfera de Nicaragua. Los colonos se las apropian para expandir la ganadería y la siembra, así como también la minería. Las comunidades locales lo han venido denunciando desde hace más de una década. Sin embargo, la autoridad sandinista no responde ni hace cumplir la ley.
Disminución de la cobertura forestal durante los primeros 15 años del siglo XXI, visualizada. Fuente: Observatorio Pro Transparencia y Anticorrupción
Según OCCRP, las autoridades desde el Estado han facilitado y permitido la expulsión de más de mil comunitarios de la etnia miskita en Bosawás, la reserva conocida como “el pulmón de Centroamérica” en el Caribe Norte de Nicaragua, en lo que un grupo de derechos humanos denominó “una política de colonización ocultada por el Estado”.
Otras zonas afectadas por la toma de tierras son el Triángulo Minero, también en el Caribe Norte, y la Reserva Indio Maíz en la Región Autónoma del Caribe Sur de Nicaragua. A nivel nacional, “si el ritmo de la deforestación continúa como hasta ahora, en apenas unas pocas décadas los bosques de Nicaragua habrán desaparecido“, destaca OCCRP, concordando con el análisis del Observatorio.
Otros indicadores, como el tráfico y comercio ilegal de fauna, “ha resultado preocupante”, aunque la cifra exacta todavía se está calculando, según explicó Ruiz. En general, el ambientalista señaló a República 18 que prácticamente todos los indicadores ambientales para Nicaragua “van en detrimento”.
“Hay otros indicadores ambientales vinculados al subsuelo; se están generando más gases de efecto invernadero en el país; es evidente un deterioro de la situación ambiental en el país”, concluyó Ruiz.
Para el biólogo Jaime Incer Barquero, se trata además de un problema colectivo. “La gente no reflexiona ni relaciona. Le echan la culpa a la lluvia, al huracán, pero no le echa la culpa a la verdadera causa, que es la falta de manejo y conservación de los pocos bosques que ya nos están quedando de pinos”, señaló el reconocido científico.