Asesinato de nicaragüense en Escazú fue clímax de 4 años de acoso xenófobo
El perpetrador del asesinato de Otoniel Orozco Mendoza llevaba años acosando, amenazando e insultando al matrimonio nicaragüense en el condominio de Escazú.
El brutal asesinato a balazos de Otoniel Orozco Mendoza, nicaragüense nacionalizado costarricense desde hace más de 20 años, a manos de su vecino, Eduardo Ramírez Zamora, fue la culminación de años de acoso xenófobo, según confirmó una fuente cercana que optó por permanecer anónima tras conversar con República 18.
“La familia había logrado estatus (económico). Ellos (Ramírez y su esposa) pensaron que por ser nicaragüenses no tenían derecho a una mejor vida”, declaró la fuente, señalando a Ramírez de haber intentado matar a la esposa de Orozco “echándole el carro encima”. Tales afrontas y expresiones xenófobas fueron comunes los últimos 4 años.
Ramírez, según la fuente, declaraba “que todos los nicaragüenses eran unos muertos de hambre, le echaba la camioneta a los niños, insultaba todos los días (a la pareja), los acosaba con cámaras, en carretera abierta e intento matar a (la esposa de Orozco) echándole el carro, no importándole que ella estaba embarazada“, describió la fuente.
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“Cada día fue un infierno. Los amenazaba de muerte. Hacía todo eso con el fin de que la familia dejara de vivir ahí en el condominio, pero como no lo logró planifico matarlo porque el estaba en el garaje esperando que Otoniel llegara de dejar a sus niños en clases“, agregó.
El hecho ocurrió en los condominios Río de Palma en Guachipelín de Escazú, a las 7:31 AM del lunes, 3 de junio, luego de que, tras discutir las esposas de los involucrados, Orozco arremetiese contra Ramírez, quien respondió de manera desproporcionada disparándole 14 veces con un arma de mano, asesinándolo en el acto.
Oleada de xenofobia en Costa Rica
Todo resultó grabado por una cámara de seguridad y el video del crimen, circulado ya en redes sociales, ha traído a colación el tema de las consecuencias humanas de la xenofobia en la sociedad costarricense.
“Estamos profundamente preocupados por la creciente ola de ataques xenófobos, de odio contra la comunidad migrante, sobre todo en contra de la comunidad nicaragüense (en Costa Rica)”, comunicó Jhoswel Martínez, presidente de la Asociación Intercultural de Derechos Humanos (ASIDEHU) ante el crimen de odio.
“Denunciamos y condenamos este acto, dando nuestro pésame a la familia. Este no es un acto que se dé aislado. Son actos que se han estado premeditando, como puede verse en el historial de discursos de odio contra la víctima”, agregó Martínez. Según un estudio de Naciones Unidas, la problemática de la xenofobia y los discursos de odio en Costa Rica continúa aumentando bajo la presidencia de Rodrigo Chaves.
Días antes del asesinato en Escazú, un ataque verbal contra una mujer nicaragüense en una clínica de San José fue denunciado en redes sociales, llamando la atención a la problemática de los discursos de odio en el país del sur. “El crimen de odio en Costa Rica se está regularizando“, acotó Martínez.
Otoniel Orozco Mendoza, de 53 años, manejaba una empresa de seguridad privada en Costa Rica, donde residía junto a su esposa desde hace más de 20 años.
“Desde ASIDEHU hemos visto estos actos con mucha preocupación. Hay muchos más actos que se han estado perpetrando en contra de la integridad de la población nicaragüense refugiada en Costa Rica. Tan sólo en lo que va del año hemos registrado 19 ataques de xenofobia no restringidos solamente a lo verbal, sino también agresiones físicas“, denunció el defensor de derechos humanos.
Martínez mencionó que las víctimas de la xenofobia llegan incluso a recibir amenazas de muerte que, como en este caso, se han logrado materializar en un homicidio doloso, según lo tipifica la legislación costarricense.
“Hacemos un llamado a las autoridades costarricenses para que sigan cumpliendo su labor como protectores de la paz y la justicia. Sabemos que lo van a investigar y esperamos que tengan resultados reales y favorables para las víctimas. No queremos que se quede en los expedientes como un número más“, concluyó.
Ramírez Zamora se encuentra bajo prisión preventiva por un plazo de 3 meses por orden de la Fiscalía de Turno Extraordinario del I Circuito Judicial. Ahora espera juicio por haberle arrebatado la vida a Orozco, quien deja 5 hijos atrás.