Comunitarios exiliados denunciaron ataques de colonos ante CIDH
Asesinatos, secuestros, amenazas, violencia sexual y ataques armados son sólo algunas de las tácticas utilizadas por colonos que buscan despojarlos de sus territorios ancestrales.
La comunidad de personas indígenas y afrodescendientes nicaragüenses exiliados en Costa Rica presentó una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por la persecución perpetrada por el régimen sandinista de Daniel Ortega, que los ha obligado a huir de Nicaragua en diferentes circunstancias en los últimos 6 años.
La denuncia fue planteada durante una visita de trabajo de la CIDH al país centroamericano concluida el pasado viernes, 31 de mayo, en la que el Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (MESENI) “a raíz del incremento de la represión y violencia en sus territorios ancestrales”, según comunicó el organismo.
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El MESENI llegó a Costa Rica el 19 de mayo para “sostener reuniones con la diáspora nicaragüense y, en particular, monitorear la situación de personas indígenas y afrodescendientes de la Costa Caribe de Nicaragua, que se han visto forzadas a huir a Costa Rica” bajo la dirección de Arif Bulkan, Relator para Nicaragua y para los derechos de los Pueblos Indígenas, con el apoyo de especialistas de la Secretaría Ejecutiva del organismo.
“Asesinatos, secuestros, amenazas, violencia sexual y ataques armados perpetrados por colonos que buscan despojarlos de sus territorios ancestrales” son parte de un “contexto histórico de marginación, exclusión y violencia exacerbada a partir de 2018” que ha traído a decenas de miles de migrantes nicaragüenses (y caribeños) al extranjero.
En Nicaragua, el régimen sandinista continúa facilitando el avance de la explotación financiera por sobre áreas protegidas. Colonos del Pacífico y el Centro llevan a este punto décadas irrumpiendo violentamente en territorios indígenas comunitarios para establecerse y lucrarse de producir en zonas protegidas.
El más reciente informe sobre prácticas de Derechos Humanos del Departamento de Estado señaló que, en la zona fronteriza Honduras-Nicaragua, y sobre todo en la Región Autónoma del Caribe Norte, “los asesinatos son comunes” ilustrando “la continuación de una campaña de terror contra grupos indígenas de parte miembros o afiliados del Frente Sandinista“.
Estos grupos buscan “apoderarse y aferrarse a tierras y recursos naturales de los territorios autónomos indígenas”, encontró aquella investigación, algo que desde hace tiempo vienen denunciando activistas nacionales.
Asimismo se celebraron “los esfuerzos del Estado de Costa Rica por acoger a personas nicaragüenses en situación de movilidad humana”, a pesar de los matices de discursos y políticas anti-inmigrantes presentes en la administración del presidente Chaves.
“La Comisión llama a los Estados adoptar una respuesta regional basada en la responsabilidad compartida y que aborde de manera integral los factores que generan la migración forzada de las personas nicaragüenses y que respondan a sus necesidades de protección”, concluyó la CIDH en su nota, instando a su vez a la comunidad internacional a “ayudar a Costa Rica” a solventar su situación migratoria.