Régimen trasladó ilegalmente su consulado en Panamá, elevando las tensiones diplomáticas

Panamá y Nicaragua mantienen relaciones tensas desde que este último país admitiese brindar asilo al expresidente panameño, Ricardo Martinelli, prófugo ante cargos de corrupción.

  • San José, Costa Rica
  • 2:38 pm
  • Mar 18, 2024

El consulado ahora se encuentra en una casa contigua a la embajada.

La Estrella de Panamá
República 18

El régimen sandinista de Daniel Ortega trasladó ilegalmente el consulado nicaragüense en Panamá a una casa con número 61B, adyacente a la embajada ubicada en la urbanización La Alameda, en Ciudad de Panamá. La decisión la tomó el régimen sandinista el pasado 4 de marzo.

La Cancillería panameña rechazó el movimiento 4 días después, el 8 de marzo, dado que “no se ajusta a las normas y procedimientos diplomáticos establecidos entre ambos países“, según una carta del Ministerio de Relaciones Exteriores panameño (MIREX).

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Además, el MIREX asegura no haber recibido la solicitud formal por parte de Nicaragua para realizar el cambio. La normativa diplomática exige que este tipo de traslados sean notificados y aprobados por las autoridades del país anfitrión, por lo que el cambio no es reconocido por el Estado panameño, cuyas autoridades esperan que Nicaragua rectifique la situación.

MIREX cita el artículo 4 de la Convención de Viena sobre las Relaciones Consulares (1963), que prohíbe que el Estado de la misión diplomática “modifique posteriormente la sede de la oficina consular, su clase, ni la circunscripción consular sin el consentimiento del Estado receptor”.

De tal manera que el régimen sandinista estaría violando no sólo la ley panameña, sino también convenios internacionales vinculantes. Mientras, la embajada nicaragüense continúa realizando las actividades consulares en la casa adyacente a la embajada.

Régimen se escuda en convención que viola

Nicaragua mantiene las tensiones elevadas con Panamá desde que el pasado 7 de febrero, la Cancillería nicaragüense extendendiese a Martinelli el asilo político, luego de que el Tribunal Supremo panameño confirmara una sentencia de 10 años de cárcel en contra del expresidente (2009-2014) por cargos de corrupción.

Panamá negó dos días después el salvoconducto solicitado por la cancillería nicaragüense y a fin de mes, el 28 de febrero, se emitió orden de captura en contra del expresidente. El régimen sandinista se ampara en la misma convención de Viena que violentó para resguardar a Martinelli, dado que ese acuerdo multilateral otorga inviolabilidad a los recintos diplomáticos como la embajada.

La cancillería panameña rechazó a finales de febrero “la actitud permisiva de la jefa de Misión ante las reiteradas declaraciones y otras acciones que de forma pública realiza su huésped, señor Ricardo Alberto Martinelli Berrocal, desde la Embajada en la República de Panamá. Ello, pese a que otras normas internacionales, invocadas por la Cancillería nicaragüense, prohíben este actuar de forma expresa”.