INETER pronostica calores húmedos e intensos, ¿cómo pueden cuidarse los nicaragüenses?

Mujeres embarazadas, adultos mayores y niños en situación de pobreza corren peligro con las temperaturas de hasta 38° que pronostica INETER para la última semana de febrero.

  • San José, Costa Rica
  • 7:58 am
  • Feb 27, 2024

Temperaturas de hasta 38° (con sensación térmica acrecentada por la humedad) se verán esta última semana de febrero.

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República 18

Los efectos del fenómeno de El Niño podría hacer de 2024 uno de los años más calurosos en la historia reciente para la región y en Nicaragua los más recientes pronósticos del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER) apuntan a la llegada de aire húmedo y caliente esta última semana de febrero.

El meteorólogo Agustín Moreira del INETER dijo a medios oficialistas que en occidente las temperaturas máximas podrían llegar hasta los 38 grados centígrados, oscilando desde los 36° en la capital. El norte espera temperaturas de entre 18 y 20°, y el Caribe experimentará lloviznas.

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El pasado lunes, 26 de febrero, INETER había informado de mañanas frías junto al ascenso de las temperaturas, pero el pronóstico fue descartado al día siguiente dado que los vientos que debieron causar el descenso no tuvieron mucho impacto.

Esta ola de calor, más por la humedad que por las posibles temperaturas registradas, supone un peligro para la salud humana. “Lo que siempre nosotros recomendamos es no exponerse al sol directamente”, dijo a República 18 el doctor Donald Moncada.

“Es necesario mantenerse hidratado. Es fundamental que las personas tomen por lo menos 3 litros de agua cuando hace este tipo de calores“, agregó el médico.

INETER había pronosticado mañanas frescas, pero descartó las predicciones luego de un día al notar el desarrollo de los vientos en el país. Foto: INETER

Adicionalmente, el doctor Moncada recomendó consumir frutas y llevar ropa ligera siempre que sea posible. “Si vas a salir, que sea lo más temprano posible, antes de que apriete el calor y si toca exponerse al sol hay que buscar toda la protección posible“, explicó Moncada.

Gafas de sol, gorras, camisas manga larga serán vitales para cuidarse de la influencia del sol. Dado que se trata de calor húmedo, es posible que las temperaturas se sientan incluso mayores de lo que en realidad son.

El calor tiene un efecto particularmente negativo sobre personas que padecen de hipertensión. En Nicaragua las complicaciones relacionadas con la hipertensión se cuentan entre las principales causas de muerte.

Los hipertensos deben reducir el consumo de sal y, si comienzan a experimentar algún síntoma, deben acudir inmediatamente al médico“, recomendó el profesional.

El doctor también recomienda, en casos de calor extremo, mantener el cuerpo fresco con agua, fuese a través de duchas o con paños húmedos alrededor del cuello o la cabeza.

“El uso de aire acondicionado se recomienda, pero no tan frío. Alrededor de unos 25° si hay la posibilidad porque los golpes de calor pueden ocurrir ante cambios súbitos de temperatura“, señaló Moncada.

Un golpe de calor es un trastorno ocasionado por deshidratación derivada de altas temperaturas que puede provocar desvanecimiento, cefaleas, náuseas y vómitos. En caso de presentar estos síntomas es urgente que se presente ante un médico.

Los más vulnerables

El doctor José Antonio Delgado advierte que, en un país como Nicaragua, donde las temperaturas altas son habituales, esta clase de aumentos afecta en gran medida a las personas más vulnerables.

Embarazadas, personas de la tercera edad (entre ellas las personas con hipertensión y problemas cardíacos) y los niños menores de 5 años son quienes el doctor Delgado señala como más vulnerables.

Los niños que están en los semáforos (de la capital) sufren un mayor riesgo de sufrir un golpe de calor; pueden morir por exponerse a altas temperaturas durante todo el día” lamentó el médico.

La problemática del trabajo infantil en los semáforos de Managua data desde hace décadas. Miles de infantes, empujados por la pobreza extrema y la negligencia tanto de las autoridades como de sus tutoresmendigan en los semáforos de la capital.

Haciendo “trucos”, vendiendo “chiberías”, limpiando vidrios de automóviles, los menores pasan bajo el sol a riesgo de sus propias vidas.

“Esos niños deberían ser las personas con prioridad cuando hablamos de quienes viven con mayor riesgo. Se deshidratan más rápido que los adultos, no están siendo hidratados porque algunos duermen en los brazos de mujeres que ni siquiera son sus madres, en algunos de los casos, y las altas temperaturas pueden provocarles hasta la muerte“, puntualizó.

Otras que están en riesgo, señala Delgado, son personas con obesidad y estilo de vida sedentario. En esos casos es necesario modificar los determinantes de las enfermedades y hacer cambios al estilo de vida para aminorar la carga del calor sobre el cuerpo.

Las instituciones a cargo deberían encargarse de que no haya niños en los semáforos, lógicamente. Hay que atacar las causas y hacer consciencia de que no podemos estar despalando indiscriminadamente“, recomendó el profesional.