Ex presos políticos con graves secuelas a casi un año del destierro
Médicos consultados con República 18 expresan que las secuelas podrían evidenciarse en el mediano y largo plazo.
A casi un año de haber salido de la prisión a través de un destierro impuesto por la dictadura de Nicaragua, los ahora excarcelados políticos continúan sufriendo los padecimientos producto de las condiciones infrahumanas en las que el régimen los mantenía.
El 9 de febrero de 2023, la dictadura desterró y desnacionalizó a un grupo de 222 presos políticos que envió a Estados Unidos, en su mayoría, activistas aspirantes presidenciales y críticos al régimen sandinista, que fueron capturados en el marco de las elecciones generales de noviembre de 2021.
Este jueves se evidenció que las secuelas del desgaste emocional pueden extenderse a mediano plazo con la muerte del empresario nicaragüense Michael Healy, quien se encontraba en un viaje de negocios en Panamá.
Healy fue presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) y fue secuestrado en octubre de 2021 junto a su vicepresidente, Álvaro Vargas.
A criterio de un médico nicaragüense que, luego de la entrevista solicitó omitir su nombre por temor a represalias a su familia en Nicaragua, la dictadura no cumple con sus compromisos en temas de derechos humanos, incluyendo el acceso a la salud para los reclusos.
“El respeto y cumplimiento de la protección de sus derechos humanos es una obligación del gobierno y esta abarca como mínimo el derecho a la alimentación, salud, salubridad e higiene, así como la disponibilidad de servicios de salud, a no vivir en condiciones de hacinamiento, el derecho a la separación entre sindicados (acusado sin juicio) y condenados, y el derecho a la resocialización”, señaló el médico que ha brindado atención a presos políticos una vez que salen de las celdas de la dictadura.
El galeno asegura que en las condiciones actuales que la dictadura mantiene a los presos políticos, se genera un mayor desgaste emocional y más cuando se encuentran privados de las visitas de sus familiares.
“Este deterioro de su red social crea sentimientos negativos, de alto riesgo, como la soledad, la tristeza, la añoranza, la desesperanza, los pensamientos negativos sobre su futuro, aparición de ideación suicida, e incluso, del suicidio como la única escapatoria a la situación experimentada en las prisiones. Para tener una idea, en la cárcel una persona de 50 años es como una de 60 años que está fuera”, señaló.
El médico expresó que a esto hay que sumar los abusos sexuales, psicológicos, físicos, o bien, negligencias.
Los presos políticos salen de prisión con nuevas enfermedades
El galeno refiere que las personas con enfermedades crónicas que ya tienen o que aparecen, como la hipertensión, la hepatitis C, afecciones respiratorias, el VIH, enfermedades hepáticas, entre otras muchas, son más vulnerables a las infecciones agudas como la gripe o la neumonía.
Alexis Peralta es uno de los presos políticos que fue expulsado de Nicaragua el 9 de febrero de 2023. A poco más de un mes de su llegada, dio positivo a la tuberculosis, aunque exámenes médicos posteriores arrojaron que no es transmisor de la enfermedad y que no sufre síntomas de la misma.
El grupo de los 222 desterrados políticos recibió un Parole Humanitario que les permite una estancia legal por dos años en Estados Unidos y, entre los requisitos, se establece que las personas deben someterse a una prueba de tuberculosis.
Leer además: ¿Oxigenan a la dictadura los conciertos de famosos en Nicaragua?
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) detallan la “tuberculosis activa” como una enfermedad transmisible de importancia para la salud pública, razón por la que se requiere la prueba.
“Los CDC recomiendan la prueba de tuberculosis para las personas que tienen un mayor riesgo de infección, incluidas las personas que nacieron o que viajan con frecuencia a países donde la enfermedad es común”, dijo un portavoz a la Voz de América en 2023.
El doctor Donald Moncada, de la Unidad Médica Nicaragüense en el Exilio, aseguró que las condiciones de las cárceles en Nicaragua pueden ser el medio para que los presos políticos se contagien de tuberculosis.
“Lo que puedo decirte es que estar en prisión en las condiciones qué ellos estuvieron predispone a muchas enfermedades, infecciosas y crónicas como la tuberculosis qué de desarrolla cuando el cuerpo baja las defensas, la malnutrición y las condiciones del medio carcelario predispone a eso”, dijo Moncada.
Adultos mayores presos políticos entre los más afectados
Según el informe del Mecanismo para el Seguimiento de las Personas Presas Políticas correspondiente a diciembre, hasta ese mes, de los 119 reos de conciencia que se registraban, 16 eran adultos mayores, los cuales deberían tener un tratamiento y régimen carcelario diferente, considerar los estados de salud, padecimientos y enfermedades que padecen y cuidar su salud física y emocional. Sin embargo, el Mecanismo asegura que se tiene conocimiento que se encuentran en celdas en condiciones deplorables, expuestos a malos tratos y en algunos casos hasta en celdas de aislamiento.
Le puede interesar: El legado de resistencia y de valentía del líder empresarial y opositor Michael Healy
“Aproximadamente la mitad de los presos políticos mayores padecen o han padecido un trastorno mental, prevaleciendo sobre ellos, los trastornos del estado del ánimo, donde poseen un riesgo de padecer de trastorno depresivo 50 veces superior al de personas integradas en su comunidad”, expresó el médico.
Trastornos psiquiátricos
Según el doctor Moncada, los trastornos psiquiátricos son siete veces mayores en las personas que se encuentran privadas de la libertad que en la población general. A esto se suma los problemas nutricionales e inocuidad de los alimentos, deficiencia en cantidad y calidad de los alimentos sin control sanitario, consumo de agua sin tratamiento adecuado, plagas en dormitorios y brotes de enfermedades que pueden ocurrir dentro de las instalaciones penitenciarias y falta de acceso a servicios de salud.
“También las condiciones de aislamiento, predispone a trastornos mentales, mantenerlos en la oscuridad a problemas visuales qué si ya había una enfermedad se aumenta y se descompensa”, dijo Moncada.