La dictadura de Nicaragua continúa secuestrando a todo aquél que considere como opositor, en un contexto marcado por el temor infundido a familiares para que no denuncien estas medidas. En las últimas tres semanas ha secuestrado a al menos un joven del que sus familiares desconocen su paradero.

Carlos Bojorge es un joven poeta nicaragüense que fue visto por última vez el 1 de enero en la Catedral de Managua. Según amigos del joven, fue llevado a bordo de una patrulla de la Policía por supuestamente portar una imagen de San Oscar Arnulfo Romero y  una bandera de Nicaragua.

Hasta hoy en día, las autoridades no han dicho nada sobre su paradero, más bien indicaron que lo buscaran en la morgue.

“Su familia no sabe nada (de su paradero). La policía sandinista ha orientado que lo busquen en la morgue”, dijo la abogada Martha Patricia Molina en su cuenta de Twitter.

El Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas contabilizó 119 personas presas políticas hasta el 31 de diciembre del 2023, de las cuales 10 fueron apresados previo a las protestas de abril del 2018.

Dictadura con secuestros silenciosos

Organizaciones como el Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas han asegurado que en Nicaragua se registran secuestros “silenciosos” puesto que la familia se resiste a denunciarlos por temor a represalias.

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“El tema de los arrestos ha sido una cuestión que la dictadura ha utilizado para infundir terror. El fin principal es desarticular cualquier voz disidente o crítica. La dictadura sabe que en Nicaragua hay gente descontenta y que reclama que se vayan”, dijo la activista social Diana Carballo.

Sin embargo, asegura que la sociedad civil debe hacer mayores esfuerzos para visibilizar los secuestros de la dictadura y que estos no queden en el silencio.

“Estos casos pueden pasar más desapercibidos porque no estamos en 2021 cuando precandidatos y líderes políticos estaban encarcelados. Pero no se debe guardar silencio, porque estas personas están soportando las torturas”, refirió.

Carlos Bojorge, un “caso cruel”

El activista y escritor nicaraguense, José Alberto Montoya, conoció a Bojorge en el ambiente artístico de Nicaragua. Él asegura que es una persona comprometida con las letras y con las causas sociales.

“Conozco a Carlos en medio del ambiente artístico. Es un chavalo bastante comprometido con la cultura, el arte y la poesía. Trabaja mucho con poetas que están en el país y se dedica a escribir cosas que pasan en la sociedad. No estaba activo políticamente, pero si es una persona con mucha conciencia social. No entiendo por qué a él lo secuestran. Además, la respuesta de la Policía es bastante inhumana”, dijo Montoya.

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A la vez destacó que la desaparición de Bojorge, es uno de los casos más extraños en los secuestros de la dictadura.

“En el caso de Carlos es más preocupante, porque la Policía deja entrever que lo desaparecieron”, señala Montoya nen referencia a lo que dijeron oficiales de policía a familiares, al indicarles que lo buscaran en la morgue.