Costa Rica propone reducir aranceles migratorios a trabajadores para combatir irregularidad
La propuesta beneficiaría a más de 15 mil trabajadores y pretende dinamizar sobre todo al sector agrícola costarricense, que necesita de mano de obra.
Obreros agrícolas en territorio costarricense.
El gobierno costarricense, desde la Asamblea Legislativa de ese país, propuso cortar a la mitad los aranceles que trabajadores extranjeros, sobre todo en el sector agrícola, pagan al permanecer en el país por periodos de hasta 9 meses.
Por medio del proyecto de ley presentado por la Comisión de Asuntos Sociales de la Asamblea, se plantea reformar los artículos 33 y 253 de la Ley General de Migración y Extranjería, para así reducir los 60 dólares que se pagan actualmente (25 de canon migratorio, 5 al Fondo Social de Migración y otros 30 por la emisión del documento de permanencia) a tan sólo 30 dólares.
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La medida beneficiaría a unos 15 mil trabajadores de quienes, según señala el texto de la propuesta, depende buena parte de la agricultura costarricense. Las autoridades costarricenses estarían buscando acrecentar la rentabilidad de esa industria, sobre todo trabajos temporales relacionados con recolección de cosechas.
También buscan reducir la irregularidad, según argumentaron los proponentes, puesto que este arancel es a menudo asumido por los empleadores, los productores agrícolas pero Daguer Hernández, abogado y notario público especialista en Derecho Migratorio, sostiene que “los empleadores siempre en todas las épocas lo trasladan al trabajador, lo rebajan de su salario“.
La rebaja ocurre o bien en el primer salario, o bien porcentualmente en todos los salarios que reciben. “El problema de la regularización no está en el pago“, expone Hernández, sino más bien “en el acceso efectivo al proceso de regularización migratoria“.
“La persona extranjera tiene que cumplir con un montón de requisitos previos al pago que tal vez hagan que el trámite migratorio sea tan engorroso que prefiere no acceder al trámite“, señala.
Para Hernández, los requisitos son “excesivos” y llevan a las personas a desistir de asumirlos por conveniencia o necesidad. Apunta a que la necesidad de mano de obra es tan grande que “muchas veces se acude a mano de obra irregular” derivada de estas complicaciones migratorias, pero también denuncia que a menudo no hay interés en las fincas productoras por regularizar.
“Los empleadores tienen miles de excusas para no regularizar y algunos abusadamente indican que los trabajadores aparecieron afuera de la finca a pedirles trabajo y que por eso ellos muy bondadosamente les contrataron a pesar de estar irregulares“, destaca el experto.
