Ortega fue el gran ausente en la toma de posesión del izquierdista Bernardo Arévalo
Arévalo, quien se define como socialdemócrata y progresista, ha criticado los crímenes de lesa humanidad del régimen sandinista de Daniel Ortega.

Arévalo ha expresado que fomentará la democracia en la región al consultársele sobre su postura frente al régimen de Nicaragua.
El líder sandinista del régimen nicaragüense, Daniel Ortega, no fue invitado a la toma de posesión del ahora presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo, que tuvo lugar la madrugada del lunes, 15 de enero.
Al evento acudieron 9 jefes de Estado, entre ellos el rey Felipe VI de España y los presidentes izquierdistas Gabriel Boric (Chile) y Gustavo Petro (Colombia), pero algunos debieron retirarse para cumplir con otros compromisos debido al retraso de 9 horas ocasionado por una afronta de la legislatura saliente que pretendía evitar la juramentación de Arévalo y sus diputados del Movimiento Semilla.
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A pesar de que Ortega había felicitado a Arévalo poco después de su victoria en la segunda vuelta electoral de agosto de 2023, Arévalo no ha reconocido al mandatario sandinista y, más bien, ha expresado en distintas ocasiones condenas contra las políticas del presidente nicaragüense, acusado de crímenes de lesa humanidad y violaciones a los derechos humanos.
“La represión y persecución que sufren los sacerdotes, periodistas y dirigentes sociales en Nicaragua, a manos de una cuasi monarquía es totalmente intolerable“, dijo Arévalo en 2022.
Al conocerse la noticia de la cancelación de 14 organizaciones no gubernamentales y universidades privadas en febrero de 2022, Arévalo escribió que “un régimen autoritario que reprime la organización, el derecho a manifestar y busca callar las voces de protesta que denuncian las injusticias y señalan las prácticas antidemocráticas“.
“En Nicaragua no hay democracia”, añadió.
El régimen sandinista no felicitó ni emitió comunicado alguno en relación a Arévalo mientras su toma de posesión era retrasada por la legislatura saliente de la administración Giammattei, como sí hicieron otros países, como el del presidente colombiano, Gustavo Petro, y la presidente hondureña, Xiomara Castro.
El nuevo Presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo (L), presta juramento ante el nuevo Presidente del Congreso, Samuel Pérez, durante su ceremonia de inauguración en el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias en la Ciudad de Guatemala, el 14 de enero de 2024. Foto: AFP
“El pueblo y los poderes del estado de Guatemala deben respaldar al presidente“, declaró esta última, mientras que Petro denunció el retraso. “Ante los golpes de estado, la única respuesta válida y legítima es la del pueblo y la solidaridad del mundo”, declaró el mandatario sudamericano.
Arévalo se ha definido como socialdemócrata, una postura moderada de izquierda cada vez más presente en nuevos movimientos políticos de Hispanoamérica, como lo exhibe Gabriel Boric en Chile. Las llamadas “izquierdas democráticas” han pretendido romper con la izquierda tradicional, que perciben como autoritarias y desfasadas.
Así lo dejó claro el ahora presidente en su discurso de asunción al cargo. Arévalo enmarcó su victoria en una “lucha contra el autoritarismo” a escala mundial que Guatemala lleva “con convicción y resiliencia”.
“Se están librando batallas contra nuevas y antiguas formas de autoritarismo que limitan las aspiraciones de los pueblos y traicionan su soberanía. Me orgullece afirmar que el pueblo de Guatemala está ofreciendo a la comunidad mundial un ejemplo inesperado de convicción y resiliencia democrática”, dijo el mandatario en Ciudad de Guatemala.
Teniendo en cuenta esto, es probable que Arévalo se adhiera a los esfuerzos internacionales para que en Nicaragua no sólo se restaure la democracia y el Estado de derecho, sino que también exista rendición de cuentas para los operadores del régimen sandinista acusados de crímenes de lesa humanidad.