Sector cafetalero en jaque: ¿qué ocurrió con la quiebra de CISA y el grupo Mercon?

Aunque el régimen sandinista aseguró que cubrirá el vacío dejado por CISA, esta no podría ser la mejor solución

  • 4:39 pm
  • Dic 7, 2023
República 18

CISA Exportadora, empresa que operaba en el sector cafetalero comprando a caficultores locales para luego venderlo en el extranjero, cesó operaciones de manera repentina el pasado viernes, 1 de diciembre, anunciándolo formalmente hasta el día 6.

Esto ocurrió debido a la quiebra del Mercon Coffee Group, una corporación internacional con sede en Países Bajos (según sus más recientes registros) y presuntamente encabezada por el nicaragüense José Antonio Baltodano. CISA operaba en Brasil, España, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Panamá y Vietnam, además de Nicaragua.

El economista Juan Sebastián Chamorro aseguró, en un video difundido en redes sociales, que la entidad habría adquirido una deuda millonaria (de hasta 500 millones) con la financiera neerlandesa Rabobank, en alianza con otras 13 entidades financieras.

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Asimismo, en julio de este año, la familia Baltodano vendió alrededor del 70% de las acciones de Mercon al fondo de inversión RRG Capital Management, que mantuvo a Mercon operando con el mismo personal, según reportaron fuentes al medio Confidencial.

Sumado a esto, una deuda millonaria con el Banco Lafise hizo que este presuntamente interviniera la empresa, causando mayor disrupción. Sin embargo, hasta el momento no ha habido pronunciamientos oficiales de ninguna de las partes presuntamente involucradas, salvo la propia Mercon al anunciar su cierre debido a “severas condiciones de capital”.

“Desafortunadamente, los factores macroeconómicos que han estado en contra de Mercon”, los cuales relacionan con la pandemia y diversas crisis climáticas, como sequías en Brasil, “han persistido más tiempo del que esperábamos y nuestros acreedores escogieron no extender los acuerdos de crédito, resultando en condiciones muy severas de capital operativo; como tal, el negocio ya no tiene suficiente financiamiento para continuar operaciones”, anunció un documento de Mercon firmado por Óscar Sevilla, el CEO de la empresa.

El ofrecimiento del régimen

Cubrir el trabajo que CISA llevaba haciendo en Nicaragua los últimos 41 años no es tarea fácil y requiere de mucho capital y organización. Ante esto, el régimen sandinista de Daniel Ortega emitió un comunicado en el que aseguran estar “haciendo todo lo que, de acuerdo con la Constitución y las Leyes, nos corresponda para que la empresa CISA Exportadora cumpla con sus compromisos comerciales y financieros” para no dejar a los cafetaleros desamparados.

“Con las instituciones que atienden al sector cafetalero, estaremos facilitando la comercialización y exportación del café que resulte de la producción y las cosechas cafetaleras. También realizaremos gestiones con aquellos países interesados en adquirir nuestro café de calidad ahora que hemos abierto nuevos espacios comerciales internacionales”, aseguró el régimen.

Sobre esto, Chamorro explicó a República 18 que “una intervención estatal sería una mala solución“. Chamorro advierte que el Estado nicaragüense no tiene “no tiene la capacidad de comercializar café en el mundo“, aunque admite que “la dictadura puede hacer lo que quiere” y no escuchará razones. El régimen no ha explicado cómo logrará cubrir las necesidades dejadas por CISA.

Por el momento, el café que CISA habría de recibir en el Pacífico y el norte de Nicaragua queda en una especie de limbo. CISA era uno de los principales exportadores de café del país, así como también proporcionaba apoyo financiero y técnico a los productores de este sector que, tan sólo en 2022, generó unos 711 millones de dólares para el país.

Los cafetaleros, en un mes de cosecha como lo es diciembre, tendrían que vender el café localmente para tratar de mitigar las pérdidas (lo que podría fomentar el contrabando) a la vez que acuden a las exportadoras grandes que quedan en el país, OLAM y Atlantic, así como a las más pequeñas. Además, la ausencia de CISA plantea sus propias dificultades para el proceso mismo de la cosecha, pues la ayuda financiera de la empresa era un aporte importante para cubrir los costos de la operación de recogida del café.

Es notable que las exportaciones de café nicaragüense venían disminuyendo en el primer trimestre de 2023. Queda aún por verse, tras la recogida de la cosecha, cómo los actores restantes en el sector cafetalero lidian con el influjo de producto antes movilizado por CISA y si podrían enfrentarse a un colapso en la capacidad de exportación de la mercancía.