Javier Milei será presidente de Argentina, ¿volverá con él la derecha?

El polémico ultraderechista irrumpe en un ciclo de victorias para la izquierda pero, ¿será suficiente para regresarle la hegemonía a la derecha hispanoamericana?

  • 10:18 pm
  • Nov 20, 2023
República 18

Javier Milei, economista argentino y candidato de la plataforma política La Libertad Avanza, resultó electo la noche del domingo, 19 de noviembre, durante la segunda vuelta electoral para renovar la presidencia de Argentina. Su contrincante, el abogado peronista Sergio Massa, concedió la elección antes de acabado el conteo, que concluyó entregándole a Milei la victoria con 56% de los votos ante el 44% de Massa.

Milei ha causado revuelo tanto por sus posturas, calificadas de “extrema derecha”. aunque más propiamente enmarcadas en el libertarianismo, una filosofía que enfatiza la libertad individual por encima de cualquier otro valor político, incluyendo la igualdad, la equidad o la justicia social, y que se opone al Estado, incluso cuando eso implica destruir programas de asistencia social.

Lea además: Quién es Javier Milei, el polémico ultraderechista elegido por los argentinos para sortear la crisis

“Quiero decirle a todos los argentinos que hoy comienza el fin de la decadencia argentina. Hoy empezamos a dar vuelta a la página de nuestra historia”, dijo Milei en su primer discurso celebrando la victoria y haciendo referencia a la situación económica del país, que ha alcanzado en su etapa democrática una inflación del 142%.

“Estamos ante un fenómeno de polarización en América Latina donde hay visiones muy contradictorias entre sí sobre la forma de asumir los problemas del Estado, de la economía y de la sociedad”, dijo a República 18 el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de Costa Rica, Carlos Cascante.

Para Cascante, el triunfo de la derecha en Argentina proviene de que se enfrentaron a un gobierno “muy cuestionado, que ha sufrido mucho en lo económico, que ha enfrentado una pandemia y que tiene causas de corrupción abiertas“.

El avance de las izquierdas democráticas

La victoria de Milei irrumpe en una región donde las llamadas “izquierdas democráticas” se hicieron camino posicionándose en contra de la corrupción. Tan sólo en 2022, dos países importantes de la región vieron victorias de la izquierda de la mano de Gabriel Boric (marzo) y Gustavo Petro (agosto). Este año, además, el progresista Bernardo Arévalo logró ratificar su victoria electoral por la presidencia de Guatemala a pesar de una fuerte oposición desde las instituciones y círculos de poder de su país. En 2024 tomará posesión.

Incluso las derechas menos modernas tuvieron sus victorias con la victoria de Xiomara Castro, quien asumió la presidencia de Honduras en enero de 2022.

Massa representaba a la coalición peronista-progresista Unión por la Patria, antes conocida como Frente de Todos. Foto: Mariana Eliano

Pero a pesar del efecto reaccionario de candidatos como Milei, Cascante no cree que la derecha, por el momento, vaya a convertirse en una fuerza dominante una vez más en el horizonte político de Hispanoamérica. “Veo más bien un fenómeno de mayor polarización”, mayores confrontaciones, y no tanto la hegemonía de una facción u otra, consideró el experto.

Salvo el caso reciente de Milei y la presidencia de Nayib Bukele, la derecha más radical estaba en retirada en la región. En Brasil, el presidente liberal Jair Bolsonaro perdió las elecciones contra Luiz Inácio Lula da Silva, expresidente (2003-2010) que había cumplido más de un año en prisión por corrupción pasiva y cuya sentencia fue anulada en 2022.

Bolsonaro se auto-exilió de Brasil el 30 de diciembre, dos días antes de la toma de posesión de Lula y una semana antes de que simpatizantes suyos asaltasen edificios gubernamentales. La afinidad entre Milei y Bolsonaro es evidente considerando que, un día después de su victoria, el presidente electo argentino habló con el expresidente brasileño y lo invitó a su toma de posesión.

Más allá de ese aliado simbólico y alejado del poder de Brasil, la mayor economía de Sudamérica, Milei no tiene muchos amigos en la región y sus partidarios encararán muchos retos si se plantea naplicar el radical programa de su excéntrico líder.

Reacción no de la derecha, sino del pueblo

José Dávila, ex-diplomático y analista político nicaragüense, dijo a República 18 que “la victoria de Milei es, más que una reacción de la derecha, la reacción de un pueblo hastiado“.

Una multitud de partidarios del candidato presidencial argentino Javier Milei se reune frente a su sede, durante la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Argentina, en Buenos Aires, Argentina, el 19 de noviembre de 2023. Foto: AP

Dávila considera que “los argentinos estaban hastiados de un peronismo que, en su fase kirchnerista (en referencia al expresidente peronista Néstor Kirchner y su esposa, Cristina Fernández, vicepresidente saliente), corrupta, que aún pretendía, después de dejar una economía desastrosa, elegir presidente al ministro de economía”.

Massa es ministro de economía desde finales de julio de 2022, bajo la administración del presidente saliente, Alberto Fernández, y fue objeto de críticas debido a sus propuestas económicas.

Milei se encuentra en las antípodas de Massa en términos económicos. Mientras que Massa defiende mantener el peso argentino a pesar del a inflación, Milei propone dolarizar e incluso se ha pronunciado a favor de abolir el Banco Central de Argentina.

“Si bien es cierto que (Milei) tiene un programa radical”, dice Dávila, “probablemente era sólo parte de su campaña presidencial”. El experto cree que, al llegar a la presidencia, Milei habrá de moderarse.

El populismo de izquierda en América Latina no ha resuelto los problemas; no ha creado bases para un desarrollo sostenible ni humano. Más bien les gusta atornillarse en el poder”, dijo Dávila, apuntando a Nicaragua, Venezuela y Cuba.

“En Argentina no hay dictaduras, pero los populistas son todos amigos, así que lo que vemos es la búsqueda del pueblo de una nueva alternativa. Al final, Milei representa al cambio” y, si es positivo o negativo, aún está por verse, concluyó Dávila.