Los abusadores en redes sociales también son un peligro por medio del ciberacoso

“Ciberacoso” es un término relativamente reciente y lo es más en Nicaragua. Es un calco del inglés “cyber-bullying”, que se traduce como el ejercicio del acoso (denigrar, amenazar, intimidar o criticar) a través de medios digitales, particularmente las redes sociales.

“Es importante conocer el perfil de las personas que lo practican: generalmente se trata de personas con un hogar crítico, con pobre comunicación y empatía” explicó a República 18 Imelda Torres, psicóloga clínica con especialización en psicología forense y violencia intrafamiliar.

Torres explica que se trata de una conducta perpetuada a través de generaciones y que esta modalidad digital es “síntoma de un problema social mayor: la falta de empatía, de conexión emocional, ahora trasladado a las redes, que son otro espacio de interacción social”.

“Y es algo que empieza desde la niñez. Obviando excepciones y trastornos, es una conducta aprendida que se reproduce a través de la observación en edades formativas” explicó Torres, señalando que estas conductas podrían llevar a las víctimas a presentar “ataques de pánico, depresión y, en casos severos, el suicidio“.

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“Los abusados se convierten en abusadores y en las redes, donde a menudo uno puede optar al anonimato, existe un ambiente propicio porque las consecuencias son prácticamente nulas” apuntó Torres.

“Es una cadena de violencia verbal, psicológica y física que es muy compleja. En las escuelas se debería hablar de esto” dijo Torres, quien también instó a vigilar esta clase de conductas en la vida cotidiana.

“Si se puede corregir a tiempo en la vida real, eso tiene su repercusión también en las redes, pero por desgracia no se hace lo suficiente en las escuelas, ni siquiera con el acoso, el famoso ‘bullying’, entonces mucho menos con el digital” concluyó la psicóloga.

El acoso contra la mujer

Heyling López, trabajadora social feminista de la Colectiva Volcánicas, explicó a República 18 que la experiencia del acoso tiene una dinámica distinta cuando son las mujeres el objetivo.

“Las redes sociales no son seguras, las mujeres seguimos recibiendo acoso verbal, a través de insultos, comentarios denigrantes, humillantes, incluso difamación y la difusión de información privada e íntima sin consentimiento” dijo López.

“Vemos comentarios misóginos, sexistas, discriminación de género en espacios virtuales” señaló, agregando que también hay una intersección con la violencia impuesta desde la autoridad. “En el contexto que vive Nicaragua, donde hay dictadura y persecución, violencia y violaciones a nuestros derechos humanos, las mujeres estamos expuestas a ese tipo de mensajes machistas” expuso López.

“En mi caso, recibía cantidades de mensajes, amenazas por Facebook, fuese de la Policía o de los paramilitares; estos abusadores buscan ejercer poder y control sobre la víctima” detalló López, quien considera necesario el compromiso del Estado para tratar esta problemática.

“Ojalá fuera que los Estados permitieran a las mujeres denunciar y que las tomaran en cuenta cuando hablamos de justicia social, cuando promovemos la educación y la consciencia sobre el ciberacoso tanto en la sociedad en general como en el ámbito privado” concluyó López.

La ley de ciberdelitos

En octubre de 2020, la Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó la Ley 1042, “Ley Especial de Ciberdelitos“, pensada supuestamente para “la prevención, investigación, persecución y sanción de los delitos cometidos por medio de las Tecnologías de la Información y la Comunicación”, es decir, para combatir también el ciberacoso.

Sin embargo, aunque se trata de un tipo de legislación presente en otros países, en Nicaragua esta ley se ha utilizado más que nada para criminalizar a la oposición al régimen sandinista de Nicaragua.

Si bien la ley castiga el ciberacoso con una pena de 2 a 4 años de prisión, para Indira Mayorga, activista nicaragüense refugiada en Costa Rica, “para lo único que sirve esta ley es para reprimir a la ciudadanía en general“

“La dictadura ha invertido dinero para mantener vigilada a la ciudadanía” incluso en redes sociales, desde donde “así condenaron a ex-presos, activistas, opositores, presentando como pruebas algunas publicaciones, tuits, fotografías que subieron a sus redes”, mientras que el acoso de parte de cuentas simpatizantes del gobierno nunca es investigado ni mucho menos procesado o condenado.

A finales de 2021, la empresa de redes sociales Meta destapó una red de cuentas administrada por el gobierno de Nicaragua. Estos “troles” (término que se traduciría como “incitadores” o “provocadores”) se dedicaban a esparcir noticias falsas e información tergiversada para apoyar las narrativas oficialistas, pero también se involucraban en acoso selectivo contra opositores por medio de redes sociales.

Ningún individuo fue procesado bajo la ley de ciberdelitos por haber participado en este esquema corrupto.