Ruptura de relaciones entre Nicaragua y el Vaticano “es un acto de soberbia” maquillada como una “sanción” hacia la Iglesia
Al suspender relaciones con el Vaticano, el régimen está imponiendo un “cerco” contra las parroquias del país y se vislumbra en más represión contra sacerdotes, a quienes les dice que “están desprotegidos”

Analistas políticos coinciden en que el anuncio de la ruptura de relaciones entre el régimen de Nicaragua y el Vaticano “es un acto de soberbia” que busca crear una “suerte de sanción” contra la Iglesia Católica y el Papa Francisco.
El pasado 12 de marzo, el régimen de Daniel Ortega anunció la “suspensión” de relaciones diplomáticas entre Nicaragua y la Santa Sede ubicada en la ciudad del Vaticano en Roma, luego de que el Papa Francisco calificara a Ortega como “desequilibrado” y dirigente de un gobierno “guarango” (vulgar).
“No me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige el país (Daniel Ortega). Ahí tenemos un obispo preso (monseñor Rolando Álvarez), un hombre serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio”, dijo el sumo pontífice en entrevista con el medio Infobae.
“Es una intención de estar encima de todos los poderes”
Para la catedrática y socióloga, Zoilamérica Narváez Murillo la decisión de Daniel Ortega y Rosario Murillo de “suspender” relaciones con el Vaticano es un acto “que sobre todo, constituye una suerte de sanción para el Papa y la Iglesia, por haberse atrevido a llamar “vulgar” al régimen” de Nicaragua.
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El sumo pontífice también comparó al régimen de Ortega en Nicaragua con los regímenes comunistas y fascistas europeos del siglo pasado y se solidarizó con el obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, quien fue sentenciado a 26 años de cárcel luego de rechazar la expulsión del país al igual que los otros 222 presos políticos enviados hacia Estados Unidos.
“Es una intención de estar por encima de todos los poderes, incluyendo el poder espiritual, que es algo que nunca lo van a lograr”, agregó Zoilamérica.
Ruptura de relaciones con el Vaticano busca reprimir más a la Iglesia de Nicaragua
El anuncio de la “suspensión” de relaciones entre Nicaragua y el Vaticano convierten al país centroamericano en la primera nación de Latinoamérica en tomar esta decisión, para el politólogo Eliseo Núñez esto representa “un acto de soberbia” de la dictadura.
Aunque Nicaragua iniciara sus relaciones diplomáticas con el Vaticano desde 1908, ahora forma parte de un grupo de 13 países que no tienen ningún vínculo diplomático con la Santa Sede, como lo son China, Vietnam, Corea del Norte, Laos, Somalia, Omán, Mauritania, Maldivas, las Islas Comores, Brunei, Afganistán, Arabia Saudita y Bután.
“Ortega y su señora no admiten ningún tipo de opinión en contra de ellos, ningún tipo de expresión. Van haciendo esto, pero también es una señal preocupante de que se va a ahondar la represión en contra de la Iglesia Católica y que van a buscar nuevos caminos para hacer sufrir al sacerdocio”, mencionó Núñez.
Zoilamérica coincide con Núñez al señalar que al suspender relaciones el régimen está imponiendo un “cerco” que pretende enviarle un mensaje a las parroquias del país y decirles que “están desprotegidos, ahora no tienen a nadie que los defienda”.
Mensaje del Papa caló en la dictadura
El Papa Francisco durante su entrevista también calificó a monseñor Rolando Álvarez como un “hombre serio” y “muy capaz” quien “no aceptó el exilio”, para Zoilamérica, la decisión de Álvarez se convirtió en una piedra en el zapato para el régimen.
Ella manifestó que el obispo Álvarez “está consiente” que con su decisión de permanecer encarcelado con los demás presos políticos inspira al pueblo nicaragüense dentro y fuera del país y la decisión de tenerlo prisionero “es algo insostenible” para el régimen. Aunque el objetivo sea “humillarlo” y “quitarle dignidad”.
“Sin embargo sabemos sobre todo que, el que se humilla se enaltece y por cada acto por quitarle a monseñor Álvarez su estatura de nicaragüense y de cristiano, solamente lo está convirtiendo en un verdadero ejemplo de esperanza para todos nosotros”, agregó.
De igual manera, señala que estas declaraciones del Papa Francisco contribuyen a desenmascarar la persecución que el régimen de Ortega tiene contra la Iglesia Católica en Nicaragua, “el gobierno tiene la potestad de suspender relaciones pero nosotros seguimos conectados y vinculados en la fe”, expresó.
“Y sabemos que el sentimiento cristiano y la iglesia en sí misma tiene un compromiso moral que pasa por encima de todo lo que se diga en la diplomacia”, destacó la también hija la la vice dictadura Rosario Murillo.