Jóvenes nicaragüenses exiliados en Costa Rica finalizan curso sobre memoria histórica
Durante seis meses unos 30 hombres y mujeres jóvenes lograron sistematizar sus propias historias, documentar colectivamente lo que es vivir el exilio y visibilizar las sistemáticas violaciones de derechos humanos que sufren los nicaragüenses.
Un grupo de 30 jóvenes nicaragüenses exiliados en Costa Rica culminaron un curso sobre el rescate de la memoria histórica de Nicaragua denominado “Historias Digitales”.
Claudia Vargas, coordinadora del proyecto de la Fundación Arias para la Paz, dijo a República 18 que este proceso de formación contemplo módulos que abarcaban temas como; gobernabilidad y democracia, derechos humanos y procesos de rendición de cuentas.
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Al rescate de la memoria histórica a través del lente de un celular
El proyecto que tuvo una duración de seis meses, también incluyó viajes a diferentes sitios de importancia histórica de Costa Rica y módulos de fotografía, edición fotográfica y de video con celulares, así como la creación de historias a través de videos, lo que conllevo una variedad de producciones audiovisuales que estarán disponibles en los próximos días en las redes de Fundación Arias.
“A lo largo del proceso fueron saliendo historias que estaban vinculados a ellos, a sus propias historias. A sus historias como migrantes, a violaciones de derechos humanos en general y muchísimos casos de prevención y visibilización de la violencia de género”, agregó Vargas.
Rosa Avellán García, de 26 años, es una de las participantes del proyecto para el rescate de la memoria histórica, es originaria del departamento de Carazo y tiene cinco años de estar exiliada en Costa Rica.
Para ella, participar en esta serie de talleres “ha sido muy edificante”. Al integrarse a grupos de nicaragüenses que pasan por su misma situación se ha sentido “acuerpada” y le “ha servido para redescubrirse, reinventarse y saber lo valiosa que es”.
“Quien desconoce la historia está condenado a repetirla”
Otro participante de estos cursos fue José Espinoza, de 23 años. Para él la memoria histórica es una herramienta para la restitución de la dignificación de las voces de las víctimas.
En Nicaragua fue detenido por oficiales de la Policía sandinista quienes lo llevaron a una delegación policial donde lo interrogaron, golpearon y lo marcaron con las siglas FSLN en uno de sus brazos. Hecho que lo marcó de por vida y destacó en su trabajo audiovisual a modo de catarsis.
“Quien desconoce su historia está condenado a repetirla. Hoy está en nuestras manos y uno de los mecanismos que nos sirven es no repetir la historia y enmarcarla para que les sirva a las próximas generaciones”, señaló Espinoza.
Por su parte, Vargas señaló que “la mayoría de los jóvenes al culminar el proyecto han reflejado una mayor capacidad política, una mejor forma de expresarse, manejan mejor sus emociones y también empiezan a crear contenido y enfocarse en un tipo de lucha”.
Vargas invitó a los jóvenes nicaragüenses exiliados que se encuentren en Costa Rica a que se unan al próximo curso sobre rescate de memoria histórica que será impartido en las instalaciones de la Fundación Arias para la Paz ubicado en la capital costarricense.