Amanecer entre el frío, el sueño y el hambre: la nueva realidad de los migrantes que esperan citas afuera de la Unidad de Refugio en Costa Rica
Dormir bajo la intemperie o aguantar el frío de la madrugada es parte de lo que viven quienes buscan una cita para solicitar refugio. Solo hay 50 cupos por día. Poco para la ola de migrantes. Una crónica de República 18.
![Refugio Costa Rica](https://republica18.com/wp-content/uploads/2023/01/Refugio-Costa-Rica-1.jpg)
20 de enero de 2023. Son las 3:30 de la madrugada y el frío golpea con fuerza el cuerpo de más de 70 personas que esperan en una larga fila a las afueras de las oficinas de la Unidad de Refugio en San José, Costa Rica, para pedir una entrevista en donde se solicita el refugio a las autoridades de la Dirección General de Migración y Extranjería. Unas semanas atrás no existían esas filas en donde se soporta hambre, sueño y frío.
En la fila hay migrantes de distintas nacionalidades, entre ellos rusos, venezolanos y cubanos. Pero la gran mayoría son nicaragüenses. Estas personas, que esperan impacientes que abran las oficinas migratorias, no se conocen pero tienen en común ser de países con regímenes autoritarios y represivos. También hay colombianos.
Y es que la nueva legislación migratoria, aprobada a finales del año pasado por el gobierno de Rodrigo Chaves, obliga a quienes necesiten solicitar refugio en Costa Rica, a presentarse en las oficinas de la Unidad de Refugio para esperar uno de los 50 cupos que están entregando diariamente a las 5:00 de la mañana. Una cantidad que no da abasto ante la ola de migrantes llegando.
Autoridades indolentes
Anita es una mujer originaria de Puerto Cabezas, en la Costa Caribe Norte de Nicaragua. Ella es una de las que este 20 de enero espera obtener uno de los cupos. Está acompañada con sus tres hijos, que no pasan de los 12 años. Están junto a su madre en esta fría madrugada donde el viento golpea y sobrepasa los abrigos.
Pero esta no es la primera madrugada que Anita y sus hijos están esperando el cupo afuera de estas oficinas ubicadas en La Uruca, un barrio alejado del centro de San José. El miércoles 18 y el jueves 19 no tuvieron la suerte que tienen hoy, precisamente, por encontrarse de primeros en la fila.
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“El primer día, como llegamos muy tarde, nos quedamos atrás. Entonces tuvimos que dormir dos días aquí para agarrar un cupo. Otras personas que llegaron aquí ahora, por ejemplo, van a pasar hasta el lunes 23 de enero”, dice Anita, consumida por el frío.
El olor de la espera
Son las 4:45 de la madrugada y la temperatura bajó a 17 grados centígrados. Los migrantes se abrigan con colchas, gorros y todo lo que sirva para calentarse. Mientras el viento sigue sin dar tregua, revolviendo el fuerte olor a orines y heces de quienes en días pasados tuvieron que hacer sus necesidades al aire libre, al no encontrar un baño.
Se acercan las 5:00 de la mañana. Dos oficiales de Migración y Extranjería empiezan a tomar lista de las 50 personas que podrán empezar el proceso migratorio de solicitud de refugio. La actitud de las autoridades se ha vuelto menos amigable con el nuevo gobierno en Costa Rica, concuerdan varios migrantes.
De Rusia a Costa Rica
Un joven caucásico y una muchacha con rasgos asiáticos sobresalen entre la gente: Son Matías y Anny, activistas rusos provenientes de Siberia, una región de Rusia que ocupa aproximadamente el 76% de la superficie total de aquel país.
Salieron de su nación luego de recibir amenazas por estar en contra de la invasión rusa en Ucrania, que inició en febrero de 2022. Estar en contra de esa invasión es estar en contra de Vladimir Putin.
Otro hecho que los obligó a salir de aquel país es que la familia de Matías es de descendencia ucraniana y su padre viaja constantemente de Rusia a Ucrania para trabajar, hecho que levantó sospechas.
Huyeron de Rusia, como miles de personas más, cruzando hasta Georgia, un país ubicado en la intersección de Europa y Asia. De Georgia tomaron un vuelo hasta Panamá y, de ahí, se trasladaron a Costa Rica, donde ahora buscan urgente un estatus migratorio legal.
![Personas esperando refugio en Costa Rica](http://republica18.com/wp-content/uploads/2023/01/WhatsApp-Image-2023-01-20-at-04.39.34-1024x461.jpg)
“Vuelvan el lunes”
Son ya las 5:40 de la mañana. Anita y sus tres hijos lograron por fin sus cupos respectivos, pero Matías y Anny no pudieron, al igual que otras 20 personas de nacionalidad nicaragüense y venezolana.
“Ya repartimos los 50 cupos para las personas que serán atendidas el día de hoy. Para los que quedan deben regresar el lunes y esperar uno de cincuenta cupos que se repartirán ese día”, informó la oficial de Migración a quienes no alcanzaron a ser atendidos.
![Oficiales de la Unidad de Refugio de Costa Rica](http://republica18.com/wp-content/uploads/2023/01/WhatsApp-Image-2023-01-20-at-04.39.25-1024x461.jpg)
De inmediato, las personas que quedaron fuera de la lista comienzan a quejarse con los oficiales migratorios. Les piden ser atendidos porque hay quienes cargan bebés en sus brazos y andan con sus hijos menores de edad. Otras son personas de entre 40 y 50 años.
Una familia matagalpina, después de escuchar a las autoridade, se aleja de las instalaciones a paso lento y con tristeza en sus rostros, al ver que por hoy nadie les resolverá nada.
Buscando una oportunidad
Asimismo, entre los migrantes que no alcanzaron los 50 cupos hay quienes también se alejan resignados tras la noche a la intemperie. Se retiran con las caras largas y cansadas, platicando entre ellos de cómo sería su segundo intento.
Ante los reclamos de algunos migrantes osados, los agentes de Migración y Extranjería deciden darle oportunidad de ingresar fuera de los 50 cupos solo a adultos mayores y embarazadas.
Mi padre, a quien acompañé para sacar su cita; una joven embarazada, y un señor originario del departamento de Rivas, al sur de Nicaragua, lograron entrar en ese pase libre.
Son las 7:00 de la mañana y los migrantes siguen llegando, muchos sin saber que los cupos del día ya han sido repartidos. Otros tienen la idea de acampar todo el fin de semana hasta el lunes 23 de enero. Pero todos, en la medida de sus posibilidades, tienen la convicción de lograr un estatus oficial en Costa Rica.
La Dirección General de Migración y Extranjería de Costa Rica ha recibido más de 222.056 solicitudes de refugio desde el 2018, de ellas 172.689 se encuentran aún pendientes de resolver.
La institución aseguró a finales de noviembre de 2022 que de esas cifras ha detectado que entre un 80% a un 90% de las personas que solicitan refugio no califican dentro de la definición de esta protección internacional,