Sobrevivir ante las dificultades económicas: el reto de los jóvenes migrantes y exiliados en Costa Rica

Resolver la necesidad de vivienda, alimentación, empleo y estatus migratorio representan los principales desafíos para muchos jóvenes abrumados por la situación del exilio.

  • 1:25 am
  • Ene 18, 2023
jóvenes nicaragüenses en el exilio
República 18

La supervivencia se ha convertido en la principal preocupación de jóvenes nicaragüenses que se han visto forzados a salir del país hacia Costa Rica, ya sea por razones de persecución política o por buscar una mejor calidad de vida para ayudar a sus familiares. Una fuga de capital humano que empeora la situación económica de quienes se aventuran a un panorama lleno de inestabilidades e incertidumbres, pero que es preferible ante las condiciones precarias que ha impuesto el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

Así lo muestra un estudio presentado este martes por la Fundación Arias, el cual señala que un 55% de los jóvenes solicitantes de refugio tienen problemas con su tramite migratorio. Entre los obstáculos más comunes está el hecho que la fecha de elegibilidad para obtener el estatus de refugiado es muy distante, al igual que la renovación de estos carné debido a la burocracia dentro del sistema. Esto se suma a las nuevas normativas adoptadas por el actual presidente costarricense, Rodrigo Cháves.

Panelistas del informe Liderazgo Juvenil Vinculados, presentado por Fundación Arias Para la Páz y el Progreso Humano. De izquierda a Derecha: Mayor en Retiro Roberto Samcam, Amy Chávez, activista Social y Alexandra Salgado, activista feminista

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Los datos apuntan que, a causa de estas recientes normativas migratorias, las condiciones laborales son precarias, un 25% se han empleado en emprendimientos informales; un 20% en emprendimientos formalizados; un 15% en ninguna ocupación y otro 25% en ocupaciones como salones de belleza, servicios exprés de transporte, de educación o de salud.

Lo anterior se traduce en salarios de 250 mil a 300 mil colones, un margen de ingreso bajo considerando que Costa Rica es uno de los países más caros de América Latina.

“La mayoría de los entrevistados, el 36.1 %, plantea que sus ingresos
están arriba de los 300 mil colones, que es el promedio del salario
mínimo nacional, seguidos del 38.9 % que tiene ingresos aproximados
entre los 200 mil a los 300 mil colones. El resto se ubica entre los 100
mil a los 200 mil colones de ingresos mensuales. Esto obliga a buscar
diferentes alternativas para poder sobrevivir en un país con un nivel de
vida muy caro, el cuarto más caro en Latinoamérica, de acuerdo con el
índice “Big Mac” de la revista The Economist y solamente detrás de
Venezuela, Brasil y Uruguay”, señala el documento.

El mayor en retiro Roberto Samcam, uno de los panelistas en el encuentro, aclaró que aunque el 36.1 % de los participantes refirió que sus ingresos están arriba de los 300 mil colones para costearse la vida en Costa Rica, esto se debe a que reciben remesas de familiares que les ha tocado migrar a Europa o Estados Unidos.

“No nos llamemos a engaños, porque la parte de las remesas contribuyen a mantener estos niveles de desarrollo (…) el 30% recibe remesas y un 70% no las recibe, ahora, ese 30% se ve reflejado en los ingresos que miramos en el estudio”, calificó Samcam.

Uno de los principales gastos de los jóvenes es el costo de la vivienda, que consume no solo la mayor parte del ingreso, sino que vendría siendo la prioridad de cada una de estas personas, puesto que un alquiler de apartamento pequeño en Costa Rica oscila entre 95 mil a 300 mil colones por mes, que en dólares serían de 168 a 531.55.

A esto se le suman los costos alimenticios, donde un 43.6 % de participantes plantea que en alimentación gasta menos de 100 mil colones. “Es previsible que quienes viven en la misma vivienda aporten en cantidades iguales para sufragar los gastos”, indican.

Nuevas políticas migratorias vulneran condiciones de refugio

El líder estudiantil y activista político, Enrique Martínez, coincide también con que las nuevas políticas migratorias implementadas por el presidente Cháves afectan el desarrollo económico para adaptarse a los costos de la vida en Costa Rica.

Estas nuevas normativas manifiestan que el permiso laboral ya no se da de forma expedita y para los migrantes que ya poseen uno, se podrá renovar únicamente si estos cotizan a la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), lo que representa un reto económico, ya que los trabajos informales son los medios de subsistencia para muchos jóvenes.

“A través de estos procesos de nuevos requisitos de renovación de los DIMEX, como ya se habían establecido en un trabajo informal, hace que la mayoría, aunque ya tengan documentos de permiso laboral, no puedan obtener nuevamente el permiso si no están inscritos a la Caja del Seguro (…) Entonces, creo que el impacto más significativo de estas políticas que afectan la economía y el modo de supervivencia que se carga, es reducir la capacidad de hacer incidencia política” señaló el activista.

A raíz de esta problemática, muchos jóvenes se están movilizando a terceros países como Estados Unidos, donde más de 80 nicaragüenses han muerto por asfixia, ahogados o en accidentes de tránsito en el camino hacia territorio estadounidense.

Interés político pasó a segundo plano

Annabeth Mora, una joven también exiliada, asegura que existe una situación muy desalentadora para los jóvenes que no pueden volver a Nicaragua por el destierro político, puesto que no obtienen los suficientes ingresos para mantenerse.

“Hay una perspectiva bastante preocupante, porque la situación política ha llevado a una migración masiva, no solamente desde Nicaragua, sino que una vez estos llegan a Costa Rica se ven en la obligación de salir a otros países”, sostiene Mora. Estos factores monetarios han llevado a los jóvenes, a priorizar la subsistencia y dejar fuera de sus intereses la lucha política para poder seguirse manteniendo.

Por otro lado, la activista política María Laura Alvarado, comentó que a la mayoría les ha tocado buscar diferentes medios para generar recursos. “El principal motivo por el cual a los jóvenes les ha provocado un desinterés la política, ha sido por el factor económico. Aquí a la mayoría de las juventudes nos ha tocado ver cómo subsistir económicamente para seguir en el exilio”.

La activista y exiliada política María Laura Alvarado.