Dictadura hunde la educación superior en el Caribe de Nicaragua
Qué hay detrás de la orden de cancelación de las personerías jurídicas de las universidades BICU y Uraccan, que nacieron bajo la protección de la Ley de Autonomía. Líderes indígenas y afrodescendientes lo reflexionan

Controlar las voces críticas que se formaban en las universidades del Caribe de Nicaragua, eliminar parte de la identidad cultural y adoctrinar a los nuevos universitarios, forman parte de las estrategias de la dictadura de Daniel Ortega tras mandar a cancelar las personerías jurídicas de la Universidad de las Regiones Autónomas de la Costa Caribe Nicaragüense (Uraccan) y la Bluefields Indian and Caribbean University (BICU). Esto provocaría un serio retroceso en la educación superior de la Costa Caribe, aseguran líderes indígenas y afrodescendientes.
Rendell Hebert, miembro de la Alianza de Pueblos Indígenas y Afrodescendientes de Nicaragua, señala que el control político del gobernante Frente Sandinista en dichas universidades no abona absolutamente en nada a la calidad educativa de estos centros de formación. “Al contrario, la debilita más. Porque el objetivo principal del régimen orteguista es imponer una educación a sus medidas e intereses”, sostiene.
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Y es que el régimen sandinista, por medio del Ministerio de Gobernación, mandó a cancelar el pasado 29 de septiembre la personería jurídica de estas dos universidades, aduciendo que fue por un “cambio de figura jurídica”. Así fue inscrito en el acuerdo ministerial 01-2022-OSFL, publicado en el diario oficial La Gaceta.
Hebert analiza que “con este cambio las autoridades buscan adoctrinamiento. Y el adoctrinamiento es sinónimo de esclavitud mental. Esta esclavitud es peor que la física. Porque al adoctrinar partidariamente a nuestros jóvenes, futuro de nuestros pueblos, el gobierno intenta borrar nuestras historias reales e imponer las de otros en nuestras mentes, con el fin de eliminar nuestra identidad cultural”.
La BICU cuenta con ocho sedes, cinco ubicadas en el Caribe Sur: Bluefields, Laguna de Perlas, El Rama, Corn Island y Paiwas. Más tres ubicadas en el Caribe Norte: Bilwi, Waspam y Bonanza. En el caso de la Uraccan, cuenta con cuatro recintos: Bilwi, Bluefields, Las Minas y Nueva Guinea.
Estructuras político partidarias en los recintos

La lideresa y comunitaria creole afrodescendiente, Dollene Miller, recuerda que estas dos universidades nacieron bajo la protección de la Ley de Autonomía, lo que daría a entender que el régimen por algún interés político quiere separar a estas universidades del proceso de autonomía.
“Se han saltado las autoridades universitarias sobre la naturaleza para la cual fueron creadas. Y han sido blancos de fortalecimiento de estructuras políticas partidarias. Inclusive creando las llamadas ‘unidades de victoria electoral’, en el caso de la Uraccan, para llevar procesos políticos partidarios, pero orientados simplemente a ideologías del Frente Sandinista”, puntualiza la lideresa.
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Miller, también defensora de los derechos de la tierra, lamenta que ambas casas de estudio se han convertido en centros de formación ideológica y no de procesos autonómicos. “Este cambio si viene a buscar cambiar el pensamiento crítico en los estudiantes”, dice, a su vez critica que, de todas las universidades, las del Caribe son las que reciben menos presupuesto del 6% constitucional entregado por el Consejo Nacional de Universidades (CNU).
La Bluefields Indian and Caribbean University (BICU) fue fundada el 6 de junio de 1991 y cuenta con una oferta académica de 37 carreras, según su página web. Mientras que la Uraccan inició sus funciones en enero de 1995. Ambas son supervisadas por el CNU, controlado por la presidenta Ramona Rodríguez, leal a Daniel Ortega y Rosario Murillo.
A criterio de Hebert, quien es originario de la comunidad Ulwa de Karawala, los pueblos originarios demandan una educación pertinente. “Necesitamos una educación que nos ayude a pensar libremente y no solo a obedecer. Tal y como pretende el actual partido de gobierno”.
“Los caudillos tienen la misma mentalidad a lo largo de la historia. En Nicaragua pretenden callar las voces pensantes y críticas, por medio de leyes absurdas y represión. Todo esto para imponer su dictadura, que solo nos ha traído pobreza, muerte y miseria en nuestro país”, comenta.
Despidos de profesores

Aunque el acuerdo publicado en La Gaceta señala que el cambio de “figura jurídica” no afectará el funcionamiento de ambas casas de estudio, ya se ha comenzado a contratar figuras políticas del Frente Sandinista en los puestos claves de los recintos, según una representante del Caribe Sur, a quien por seguridad llamaremos Sofía.
En la Uraccan, relata Sofía, la dictadura colocó hace un par de semanas a Ilenia García como su nueva rectora, tras la extraña salida de su exrectora, Alta Hookers. García es esposa de un alto militar de la Costa Caribe, que es parte de la Fuerza Naval de Nicaragua.
“Hay estructuras partidarias. Ya no solo está UNEN, también hay CLS (Consejos de Liderazgo Sandinistas) y miembros de la Juventud Sandinista en cargos. El tema de libertad de pensamiento y de la capacidad de reflexión es mínimo. Hay docentes críticos que permanecen bajo mayor vigilancia. Hay varios que ya fueron despedidos”, cuenta Sofía.
La joven, que estudió en la BICU, fundadada hace 31 años, cuenta que “en las dos universidades han cambiado bastante. Antes en estas universidades se abordaba el tema autonómico. Pero ahora el régimen ha desplazado esos ideales y ahora está más presente el centralismo. Todas las decisiones vienen desde Managua”.