“Violaciones a derechos humanos en Nicaragua han alcanzado su cumbre máxima”, dice abogada
Defensores y abogados expusieron ante diplomáticos la situación de derechos humanos en Nicaragua, así como la arremetida del régimen contra la Iglesia

“En Nicaragua lamentablemente, las violaciones a derechos humanos ha alcanzado su cumbre máxima”, dijo en una conferencia la abogada Leyla Prado de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH).
Prado participo junto a miembros del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Mas en una actividad a propósito de la 77 Cumbre de las Naciones Unidas.
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Defensores resaltan prosecución a la Iglesia Católica
Ambas organizaciones expusieron el deterioro del Estado de derecho en Nicaragua ante diferentes actores del sector político mundial y estadounidense.
“Desde 2018 el régimen nicaragüense desarrolla una represión sistemática contra diversos sectores sociales, políticos y económicos”, dijo por su parte Juan Carlos Arce del Colectivo Nunca Mas.
Tanto Arce, como Prado, destacaron que actualmente el régimen de Daniel ortega emprende una persecución en contra de la Iglesia Católica nicaragüense.
Ambos expusieron el encarcelamiento de 11 sacerdotes, entre ellos, monseñor Rolando Álvarez, miembro de la Conferencia Episcopal de Nicaragua.
También destacaron que, aunque en el país el sistema legal es completo y moderno y no debería existir espacio para la arbitrariedad e ilegalidad, el régimen de Ortega usa las leyes a su beneficio.
Violaciones de derechos humanos peor que en los 80
Durante los años 80, cuando Ortega también estaba en el poder algunos sacerdotes fueron “potencialmente criminalizados” pero no encarcelados, señalo Prado.
En este cuarto mandato consecutivo, Ortega no ha escatimado en encarcelar a sacerdotes o jerarcas de la Iglesia Católica nicaragüense.
“Por primera ves han encarcelado y condenado a sacerdotes”, menciono la abogada. Y menciono que esta acometida del régimen responde a una estrategia para acallar las voces que denuncian las violaciones de derechos humanos en el país.
“Estos juicios son espurios, son contradictorios, son ilegales. En Nicaragua lamentablemente, las violaciones a derechos humanos ha alcanzado su cumbre máxima, hay una persecución sistemática de las voces disidentes y en este caso el gobierno lo que el gobierno quiere es que estos pastores sean acallados”, agrego.
Nicaragua vive una de sus peores crisis en tiempos de paz, según expertos. Durante las manifestaciones iniciadas en 2018 fueron asesinadas 355 personas según la Comisión Interamericana de derechos Humanos (CIDH).
De igual manera, Ortega mantiene encarcelados a 205 presos políticos, entre ellos 7 precandidatos a la presidencia y un miembro de la Conferencia Episcopal.
“Con su imparable represión el régimen de Ortega violenta los derechos a la libertad de pensamiento, de religión, de expresión y de movilización, pilares fundamentales del derecho a la libertad”, agrego Arce.