Nicaragua no participa en sesión del Comité Contra la Tortura y lo acusa de inmiscuirse en asuntos internos
“No nos extraña esta ausencia” del representante de Nicaragua, dijo por su parte Claude Heller, presidente del Comité de la ONU contra la tortura
El régimen de Nicaragua no envió a ningún representante de su gobierno a la 74 sesión del Comité Contra la Tortura (CAT) de la ONU.
El objetivo de que el Estado participe en esta sesión es para que brinde una respuesta a una lista de cuestiones relativas al segundo informe periódico de la situación de derechos humanos en Nicaragua.
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En su lugar, el régimen de Daniel Ortega envió una carta al presidente del CAT, Claude Heller, asegurando que “este tipo de solicitudes dejaron de ser requerimientos imparciales y objetivos”.
Régimen acusa al Comité Contra la Tortura de injerencista
En la carta leída por Heller durante la sesión, el régimen reitera que ya se envió una respuesta a la oficina de las Naciones Unidas contra la tortura en el año 2019.
“Para nosotros su organismo no tiene legitimidad alguna para cuestionar nuestros informes ni transgredir nuestras leyes, constituciones y normas mismas”, se lee en la misiva enviada por el régimen.
Además, el régimen señala en la carta que “en Nicaragua no se practica la tortura”, y asegura que en el país hay un respeto pleno a los derechos humanos.
También acusa al organismo de “convertirse en una caja de resonancia de las políticas imperialistas, abusivas y deshonestas de quienes han preparado guiones para atacar” al país.
Organizaciones de derechos humanos dicen todo lo contrario
Sin embargo, un grupo de organizaciones defensoras de derechos humanos han desmentido las declaraciones del régimen de Daniel Ortega.
Dejando claro que “no existe un plan de seguimiento para la implementación de las recomendaciones emitidas” por diferentes organismos internacionales.
“Por el contrario, se confirma la práctica estatal de desatender dichas recomendaciones mediante acciones que las contravienen directamente”, agregan.
Entre los incumplimientos del Estado nicaragüense destacan la negativa a desarticular y desarmar a los grupos paramilitares afines al régimen de Ortega.
La falta de acceso a la justicia por parte de las víctimas y la continua detención de disidentes y opositores políticos quienes sufren aislamiento o desaparición.
Comité Contra la Tortura está claro de situación en Nicaragua
En Nicaragua persiste un Estado policial y de detenciones arbitrarias con al menos 190 personas presas políticas, de las cuales 7 formaron parte de la oposición que se enfrentaría a Ortega en las elecciones del pasado 2021.
Desde que iniciaron las protestas unas 355 personas fueron asesinadas según pudo constatar in situ la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Y según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), unos 180,000 nicaragüenses han solicitado refugio en la vecina Costa Rica.
“Evidentemente esta comunicación contiene afirmaciones inaceptables que cuestionan la integridad del Comité, de sus miembros y de los mecanismos internacionales”, dijo Heller.