Integración local de exiliados nicas en Costa Rica ha sido difícil de lograr
Muchos nicaragüenses que forman parte de la migración forzada de los últimos 4 años, al no tener una resolución de refugio han optado por la protección complementaria, una categoría con muchas limitantes para la integración.

Un informe emitido por el Centro por la Justica y el Derecho Internacional (CEJIL) refleja que “la integración local (de los exiliados nicaragüenses) en Costa Rica, ha sido muy difícil de lograr”.
El informe es parte de un seguimiento que el organismo internacional hace a las recomendaciones emitidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
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Estas recomendaciones se dan en el contexto de “migración forzada nicaragüense” que se resume en un flujo migratorio masivo, principalmente hacia Costa Rica y Estados Unidos.
El vecino país del sur ha sido desde hace 50 años, el principal destino para los nicaragüenses que han huído de los conflictos bélicos de Nicaragua.
Y aunque el contexto durante estos últimos cautro años ha cambiado, la migración forzada nicaragüense continúa hacia Costa Rica, principalmente debido a su cercanía.
“Nuestro informe busca dar seguimiento a las recomendaciones que dio la CIDH en el contexto de migración forzada nicaragüense”, dijo a República 18, Gabriela Oviedo, del proyecto de movilidad humana de CEJIL.
Dichas recomendaciones pasan por permitir la libre circulación a las personas nicaragüenses que huyen de la violencia en el país, sobre la protección internacional y protección complementaria a la que pueden acceder los desplazados.
Integración local, un reto para nicaragüenses
El informe también agrega que, aunque la figura de “protección complementaria” es la que más se implementa en la población nicaragüense, no significa que sea la más apropiada.
Según datos de la Dirección de Migración y Extranjería costarricense, el año pasado (2021) de 6,003 solicitudes de refugio, solo fueron aprobadas 1,367.
Esto ha obligado a los nicaragüenses a solicitar la protección complementaria como segunda opción para permanecer en Costa Rica.
Desde el mes de febrero del año 2021 hasta el 30 de abril del año 2022, Migración y Extranjería ha aprobado 1,359 solicitudes de protección complementaria a nicaragüenses.
Protección complementaria no abona a la integración local de nicas
Pero, “muchas veces, esta protección complementaria no se ha traducido en una categoría suficiente” para que las personas nicaragüenses puedan acceder a sus demás derechos, agrega Oviedo.
“Los demás derechos conexos; derechos económico, culturales y sociales, todos ellos se han visto invisibilizados frente a que se piensa que con darles esta categoría de protección complementaria es suficiente”, añade.
Para la experta de CEJIL, las limitaciones que implica para los nicaragüenses la portación de un carnet de protección complementaria y no uno de refugiado, han hecho que “la integración local sea muy difícil de lograr”.
De esto dependerá si la persona refugiada puede ser atendida o no en un centro de salud o si podrá realizar trámites bancarios, en centros educativos o si le permitirá conseguir un trabajo digno.
Solicitudes de refugio en aumento
Durante el año pasado (2021), el número de solicitudes de refugio se elevó a 59,450 comparado con el 2020 cuando, por la pandemia de Covid-19 se redujo el número de solicitudes a 12,689.
La población migrante nicaragüense ha representado históricamente a la mayoría de migrantes regulares e irregulares en Costa Rica.
Según estimaciones de Migración y Extranjería costarricense, existen unos 350,000 nicaragüenses viviendo en el vecino del sur y la Agencia de la ONU para los Refugiados eleva el número de nicaragüenses solicitantes de refugio a más de 150,000.
Por la alta presencia de nicaragüenses en Costa Rica desde hace décadas, la población local ha desarrollado cierta intolerancia hacia los migrantes, reflejado en expresiones xenofóbicas.
Sin embargo “la población migrante más que ser una carga, representa una ganancia. Ellos aportan el 12 % del PIB a este país”, asegura Inés Estela, vicepresidenta de la alianza VenCR.