Presos políticos continúan en aislamiento en El Chipote
Tras 40 días sin recibir visitas, familiares pudieron ver a los presos políticos y lograron constatar que persiste la tortura, los malos tratos y el confinamiento solitario, en especial para cuatro reas de conciencia.
Tras cuarenta días incomunicados, presos políticos de Nicaragua, pudieron recibir la visita de sus familiares en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), mejor conocida como el nuevo “Chipote”, entre el 11 y 12 de junio, Los familiares de los reos de conciencia lograron constatar que siguen aislados, sufriendo torturas y trato denigrantes.
Familiar del reo político y cronista deportivo Miguel Mendoza, informó a través de Facebook, que tras 40 días sin tener información, lograron verlo el sábado 11 de junio.
“Es admirable su fe, buen ánimo y dignidad. Desafortunadamente, las condiciones continúan siendo inhumanas, pesa menos de 150 libras. Le siguen negando el derecho a tener comunicación con la niña y no le permiten el ingreso de una Biblia” denunciaron familiares.
Además, señalaron que Mendoza ha solicitado que se pueda entregar paquetería (granos básicos), ya que le dan poca comida y es desmejorada, aseguraron que la mascarilla que andaba puesta, tenía 15 días en uso, pese a que los familiares entregan constante artículos de higiene personal.
“Las visitas deben ser periódicas. No cada 40 días. Obligan a posar para fotografías y videos (con y sin mascarillas) durante la visita”, expresaron.
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El periodista Miguel Mendoza cumplirá este 21 de junio un año de estar encarcelado y el pasado 16 de febrero de 2022 fue condenado a 9 años de prisión. El régimen lo acusó por el supuesto delito de “menoscabo a la integridad nacional, en perjuicio del Estado de Nicaragua”.
Suyen Barahona mantiene su espíritu y fortaleza
Familiares de Suyen Barahona, rea política y expresidente de UNAMOS, informaron que el 10 de junio pudieron ver por octava ocasión en un año a la activista política, quien se encuentra con fortaleza de espíritu pese a las condiciones adversas.
“Suyen continúa incomunicada y aislada, al igual que sus compañeras Tamara Dávila, Ana Margarita Vijil y Dora María Téllez. Es realmente increíble que llevan 365 días en una celda sola”, señala.
Los familiares destacan que continúa baja de peso, con acceso a la luz solar una vez a la semana.
“Agradecemos todas las muestras de solidaridad y cariño a nivel nacional e internacional; y pedimos seguir con sus oraciones y tener a todos y cada una de las personas presas políticas siempre en mente; y a promover todas las acciones posibles para lograr su liberación”, añaden los familiares.
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En tanto, familiares de Tamara Dávila, divulgaron un mensaje de la activista para su hija, a quien tiene un año de no poder ver debido a su detención arbitraria.
“Un año sin ver tu carita, sin verme en tus ojos verdes, sin tu sonrisa traviesa. Un año en el que te imagino, siento y pienso cada segundo. 365 días en los que te pido, por favor, que no me olvidés”, dice el mensaje de Dávila.
Medardo Mairena con poca circulación de aire
Los familiares del líder campesino Medardo Mairena, a través de la cuenta en Twitter del opositor, informaron que el pasado 11 de junio, sus familiares pudieron visitarlo en el Chipote.
Denunciaron que lo mantienen en condiciones inhumanas, ya que se encuentra en una celda de castigo con poca circulación de aire y con poco acceso al sol.
Asimismo, los familiares detallaron que los policías lo tuvieron en castigo por 4 días y sin luz.
“Sigue padeciendo de alergias en su cuerpo y con problemas de circulación sanguínea. Adicionalmente y con mayor preocupación, encontramos a nuestro hermano en esta ocasión que, en una de sus rodillas, se le está saliendo la baba”, dijeron sus familiares.
Josefina Vijil recuerda el allanamiento de Ana Margarita y Tamara
Por otro lado, familiares de Ana Margarita Vijil y Tamara Dávila, también expresaron sus muestras de cariño y rechazo al cumplirse un año de la detención ilegal.
“Nuestra vida, la de mi familia, no ha sido convencional. Ni apacible, ni monótona. Ha habido momentos muy felices, también de satisfacción, momentos de dolor y momentos de angustia e incertidumbre profunda. Pero nada se equipara a lo que hemos vivido estos últimos 365 días”, señala Josefina Vijil en un artículo.
Vijil rememora aquél 12 de junio de 2021, cuando Tamara Dávila y su hija acababan de cenar y la niña de cinco años le pidió a su mamá permiso para ir a ver la televisión.
“La niña recién se había levantado de la mesa cuando sonó el timbre. Tamara vio en las cámaras varias camionetas con muchos policías vestidos de negro y con numerosas armas de guerra y se apresuró a abrir la puerta y salir, sin oponer resistencia, para evitar cualquier violencia y resguardar la seguridad de su hija. Su esfuerzo fue en vano. Al mismo tiempo que ella abría la puerta, los policías la rompían a patadas y con escaleras asaltaban la casa rompiendo la cerca eléctrica y cortando los cables de internet”, recuerda Vijil.