Madres de abril: Candelaria Díaz entre luto, asedio y exilio

En esta fecha, doña Candelaria Díaz originaria de Monimbó estuviera recibiendo de su hijo: “¡Felicidades mamá!”, “Te amo”, mientras la funde en un abrazo. En cambio, ella como muchas madres de abril solo secará sus lágrimas que le saltan por el dolor de no tener más a su hijo en su vida. Este 30 de mayo se cumplen cuatro años del asesinato de su hijo Carlos Manuel Díaz en Masaya.

Desde el exilio en Costa Rica, esta madre de abril participó en la marcha y pudo levantar una bandera y demandar justicia sin temor de represalia por esta acción de protesta.

Otras historias de madres de abril: Guillermina Zapata, madre de abril que no ha sido doblegada

Como ella, decenas de madres acompañadas por nicaragüenses en el exilio rechazaron el feriado nacional del 30 de mayo declarado por la Asamblea Nacional nicaragüense, según las madres de las víctimas “es una burla”.

A doña Candelaria no solo le mataron a su hijo, sino que también fue asediada en su casa, y el año pasado las turbas orteguistas amparados con la Policía sandinista asecharon la misa que ofreció en la iglesia San Miguel de esta ciudad en memoria del tercer aniversario de su hijo Carlos Manuel Díaz Vázquez.

Esta madre de abril se vio obligada a exiliarse en octubre de 2021 por el constante acoso que recibía por parte de unos familiares que son afines a la dictadura y para salvaguardar su vida cruzó la frontera sur hacia Costa Rica de manera irregular.

“Tuve unos problemas familiares con una hermana, y un hermano que es un orteguista envenenado, para él Daniel Ortega es su ídolo, y todos los días me ponía el discurso de Rosario Murillo a todo volumen para que yo la escuchara, y ese hostigamiento a mí me molestaba. Cuando matan a mi hijo, él (su hermano) dijo que estaba bien lo que le pasó porque decía que era un vago, y no es así porque yo tengo documentos que demuestran que Carlos trabajaba, él tenía dos niñas que dejó”, asegura Díaz.

Más noticias de tu interés: Oposición llama a paro de consumo

Afirma que eran constantes los acosos que recibía de su familiar y de algunos vecinos, además las patrullas no cesaban de intimidarla, recuerda que en el 2019, cuando su hijo cumplió un año de asesinado, al igual que el año pasado, los parapoliciales y fanáticos orteguistas rodearon la iglesia San Miguel donde iba a iniciar la misa presidida por el padre Edwin Román, “y al finalizar la misa, un grupo de madres que me acompañaron fuimos seguida por los paramilitares y no tuvimos otro remedio que meternos en varias casas para protegernos de las agresiones, ese día la Policía detuvo a dos madres y se las llevaron a la estación policial, pero después las soltaron, de modo que eso fue el colmo”, recuerda la señora.

Doña Candelaria Díaz sostiene que fueron Daniel Ortega y Rosario Murillo, quienes mataron a mi hijo, ya que ellos dieron la orden de matar a los jóvenes. “A mi hijo lo asesinaron de un disparo debajo de la tetilla izquierda. Yo voy a sostener desde mi exilio la firmeza de seguir exigiendo justicia por todas las cosas que me han sucedido, incluso todavía el año pasado fui a la Fiscalía a poner la denuncia por el asesinato de mi hijo y ahí me respondieron que esos crímenes no tenían (asidero) validez, entonces yo les dije que mi hijo no era un perro para que no le dieran validez, y que todo eso lo tenían que pagar”, añadió la señora.

A propósito que este 30 de mayo, el gobierno orteguista ha declarado como día feriado en homenaje al Día de las Madres nicaragüense, doña Candelaria considera que eso es una burla más para las madres de los caídos durante la represión gubernamental, porque en esa fecha en 2018 el régimen perpetró una masacre contra muchos jóvenes que participaron en las madres de las marchas en Managua, “todo mundo supo de esa matanza, ahora que el Gobierno decretó el Día de las Madres como feriado eso es querer tapar el sol con un dedo porque a nivel mundial se supo lo que sucedió en la capital. Ese día le había dicho a mi hija que no íbamos a celebrar nada en solidaridad con las madres de los asesinados, sin imaginar que yo también iba a estar en los zapatos de esas madres, porque a mi hijo lo mataron esa misma fecha cerca de la placita de Monimbó como a las nueve y media de la noche”, rememora la señora.

Doña Candelaria comparte que solo Dios le ha dado la fortaleza par seguir adelante y tratar de olvidar esta fecha, porque afirma que es un día de luto y dolor para las madres nicaragüenses, por lo que asegura que no tiene nada que celebrar, aunque esté lejos de su patria. “Imagínate ahora estar en el exilio me hace falta estar con mi hija, con mi nieta, con mi familia, pero ahora que Daniel Ortega anda persiguiendo a los sacerdotes, qué no le podrá hacer a uno. Sin embargo, yo no tengo miedo en decir las cosas a pesar que un día volveré a mi país, porque el Gobierno me quitó lo más preciado para mí, este chavalo era todo para mí”.

Actualmente doña Candelaria Díaz está trabajando como asistente del hogar en Costa Rica, en una casa de una costarricense quien la conocía desde hace 20 años, cuando estuvo trabajando en suelo tico y gracias a su buen comportamiento y excelentes referencias, pudo conseguir empleo rápidamente. Díaz está en proceso de solicitud de refugio y todavía no tiene fecha de retorno a su patria máxime por la sistemática represión del régimen.