Mayra Centeno: alzando la voz por quienes no pueden expresarse

Esta activista del Movimiento Campesino de Nicaragua desde el exilio continúa movilizada. Es un rostro visible en cada expresión de protesta y una voz potente clamando libertad.

  • 8:45 pm
  • Abr 27, 2022
Mayra Centeno
República 18

Mayra Raquel Centeno, es integrante del Movimiento Campesino de Nicaragua, originaria del departamento de San Juan de Río Coco, jurisdicción del departamento de Madriz.

Desde 2011 ha sido activista por los derechos de las y los nicaragüenses en su comunidad y cuando las protestas de 2018 escalaron, ella se unió al grito popular de justicia, libertad y democracia.

Debido a amenazas de cárcel, tuvo que salir de su país de manera forzada por su seguridad y la de sus hijos, pero al igual que muchos exiliados asegura que no quería dejar su tierra.

Desde el exilio continúa haciendo activismo de manera independiente con las diferentes expresiones de nicaragüenses que se encuentran en Costa Rica.

Activista desde 2011

Mayra Centeno protestando en San Juan de Río Coco. / Foto: cortesía

Mayra Centeno es originaria de un pequeño poblado rodeado de montañas. Desde los años 80, debido a la guerra civil, la población de la zona fue férrea opositora al sandinismo hasta el día de hoy.

En el año 2011, durante el proceso de elecciones presidenciales, el Consejo Supremo Electoral (CSE) estaba en proceso de cedulación, negando el derecho de identidad ciudadana a algunas personas que se identificaban como opositoras al sandinismo.

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Ante esas irregularidades pobladores de las zonas rurales del país empezaron a protestar y se realizaron varias marchas exigiendo al Consejo Supremo Electoral cumplir con la cedulación sin distinción política. En esas movilizaciones partició Mayra Centeno.

“En esa época yo ya tenía mi cédula, pero no me gustaba saber que se le violentaba en ese momento el derecho a los demás ciudadanos”, dijo Centeno.

La masacre de El Carrizo impactó a Mayra

De igual manera, se manifestó ese mismo año luego de la terrible masacre ocurrida en El Carrizo. La matanza de una familia campesina a manos de simpatizantes del gobierno y agentes de la Policía Nacional.

En esa ocasión, tres miembros de una familia opositora al régimen de Daniel Ortega fueron asesinadas; José Mercedes Torres, cabeza de la familia y sus hijos Josué Torres Cruz y Elmer Torres.

La única sobreviviente de la masacre fue doña Irinea Cruz, quien falleció el pasado 5 de septiembre del 2020 por complicaciones de salud.

“Yo siento que cuando le pasa algo a cualquier campesino, me golpea directamente porque yo provengo del campesinado. Entonces es como algo que me hicieran a mí directamente”.

Mayra Centeno ya movilizada para el estallido social

Mayra comenta que en su municipio desde el año 2017 la comunidad opositora ya estaba organizada, lo que facilitó unirse a las protestas que ocurrían en todo el país.

“El 16 de abril asesinan a un hermano campesino. El jefe de la policía con el nieto del alcalde, por ello convocamos a una marcha para el 19 de abril. Lo nuestro era local, no sabíamos lo que se venía”, agrega.

Y así fue, el 16 de abril fue asesinado el campesino, Oscar Paguaga, pero entre el 18 y el 19 de abril, Nicaragua viviría el inicio de los levantamientos cívicos que empezaron en las universidades y luego se extendieron a todo el territorio.

“Fue así como el municipio entero salió a las calles”, agrega Mayra Centeno. “No vamos a dejar que solo en Managua se proteste y nosotros no”.

Pero debido a esa visibilidad que tuvo durante las primeras marchas de 2018, el alcalde de su municipio; Asisclo Laguna Mairena, emitió una orden de captura en su contra.

Mayra Centeno junto a mujeres exiliadas en Costa Rica. / Foto: cortesía

De una casa de seguridad al exilio

“Nos dimos cuenta que nos iban a capturar, a mí y a otros cinco líderes de la comunidad”, relató Mayra Centeno.

Por tal motivo, en agosto de 2018 salió de San Juan de Río Coco, para resguardarse en una casa de seguridad ubicada en Managua.

Y ese resguardo en la capital, fue lo que le permitió a Mayra participar en todas las protestas que se realizaron de esa fecha en adelante. 

“Salía a las calles, a pintar los nombres de los presos políticos, a regar volantes, a regar globos, todo este tipo de manifestaciones pacíficas”.

Aunque el asesinato de manifestantes empezó a calar en Mayra, llegando incluso a presenciar la muerte de algunos jóvenes en las últimas marchas realizadas en Managua.

“Ya habían asesinado al bebé Teyler Lorío y yo tengo un hijo de la misma edad”, agrega.

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De igual manera, fue víctima de persecución y asedio en la casa de seguridad donde se encontraba. “Dos noches antes de venirme acá rodearon la casa e hicieron disparos, entonces salí con mis dos hijos”.

Fue así como Mayra Centeno, acompañada de sus dos hijos salió hacia Costa Rica, el 3 de marzo del año 2019 con el propósito de resguardar su integridad física y la de sus pequeños.

Mayra Centeno una voz potente en el exilio. / Foto:cortesía

En Costa Rica ha trabajado de todo

Mayra Centeno estudio Contaduría Pública en Nicaragua y a pesar de no poder desempeñar su carrera dice sentirse con la paz y tranquilidad que necesita ella y sus hijos.

En Costa Rica ha tenido que trabajar de guarda de seguridad, en trabajos temporales como decoradora de Centros Comerciales en época navideña y “lo que saliera”, asegura; como limpiar casas y vender tortillas.

“Yo sé que aquí es complicado encontrar trabajo de acuerdo a tu profesión, entonces una señora me regaló una máquina de costurar, en Nicaragua yo hacía juegos de sábanas, cortinas, etc”.

“Eso me permitía estar con mis hijos y trabajar en la casa”, expresa.

Mayra aprendió ese oficio porque en 2013 se dio cuenta que en su país tampoco podría ejercer su carrera, de eso se encargo el alcalde de su municipio, quien pidió al sector privado que no le dieran empleo.

Mayra Centeno una voz incansable en el exilio

Pero salir de su país no significó el fin de las manifestaciones y silencio para Mayra Centeno, a pesar del esfuerzo que tenía que hacer para mantenerse ella y sus hijos, ha participado en diversos plantones desde 2019.

“Al llegar acá empecé a involucrarme, a seguir protestando, a colaborar en la entrega de ayuda humanitaria y a tratar de hacer ese puente entre la gente que conoce mi trayectoria y me tiene confianza”.

Mayra Centeno comenta que para ella es importante continuar manifestándose desde afuera porque los exiliados son la voz de las personas que están dentro del país y no pueden expresarse.

También ha participado en labor de incidencia tanto en la comunidad nicaragüense exiliada como en la comunidad costarricense y las autoridades del país del sur.

“Yo lo hago personal, las denuncias las hago en mis redes sociales o con amigos periodistas, para que sepan que acá estamos alzando la voz por ellos, que no estamos callados. Creo que ese es nuestro trabajo”.

Y aunque le gustaría regresar a su país siempre y cuando existieran las condiciones para hacerlo, asegura que su “trabajo es alzar la voz” por aquellos que están en Nicaragua y no pueden hacerlo.